10 cosas que hacen tus hijos, que nunca debes tolerar
Hay algunas actitudes que no puedes permitir que crezcan, se desarrollen y multipliquen en el jardín de las emociones de tus niños
Marta Martínez Aguirre
Dentro de nuestros hogares se recrea la vida. Los padres son los jardineros que siembran las oportunidades para que los niños se desarrollen con plenitud. Una familia con buena cosecha es aquella que sabe podar a tiempo las malezas de los desajustes en las conductas infantiles.
Por eso hay algunas actitudes que no puedes permitir que crezcan, se desarrollen y multipliquen en el jardín de las emociones de tus niños:
1. Esa sutil tendencia a manipular
Cuando tú lo permites, eso no hace otra cosa que generar un niño tirano, capaz de hacerte claudicar de tu lugar de madre y ceder a sus caprichos. Si tu hijo ya comienza a desobedecer tus reglas, y de a poco se las ingenia para que tú termines haciendo su voluntad, es señal clara que ya no estás al mando. Recuerda: tu hijo te tiene que ver como una mujer adulta que le ama, pero que también encausa sus emociones y deseos.
2. ¿Me trajiste algo?
Atrás de esa frase tan inocente, se esconde una tendencia a obedecer a cambio de algo. Cuando tienes que darle algo a tu hijo a cambio de que coma vegetales o haga los deberes, es tiempo que aceptes que te está sobornando. Detrás de esa conducta siempre hay una actitud desafiante que no puedes tolerar.
3. Hijo, por favor
Esa es la peor frase que puedes decirle a tu hijo para que haga algo que debe hacer. Tú debes saber que cuando comienzas a rogarle para que te obedezca, estás perdiendo autoridad. Tu hijo debe obedecerte sin que estés implorando que levante el plato de la mesa, haga sus deberes o vaya a bañarse. Tu hijo es lo suficientemente listo como para saber que debe ordenar sus juguetes. De modo que en vez de rogar, actúa, dale una caja y con voz serena le dices: “En media hora vengo a ver el buen trabajo que has realizado”.
4. Otro berrinche más
El llanto, las pataletas, los gritos y los forcejeos, son la forma más explosiva que tiene tu hijo de decirte que quiere algo y que si no se lo das, va a estallar emocionalmente. Cuando suceda esto, dale las razones por las cuales no puede tener o hacer determinada cosa. Los niños quieren y necesitan saber el motivo por el cual no pueden hacer lo que les da la gana.
5. No me gusta
Es la frase favorita de los niños caprichosos. Como está acostumbrado a tener todo lo que desea, no sabe valorar lo que le das y siempre quiere más. Esta actitud me recuerda a un barril sin fondo. Parece que nunca están satisfechos y siempre exigen más de lo que pueden tener, usar y disfrutar.
Relee: Breve manual infalible para hacer infelices a tus hijos
6. Egoísta y narcisista
Los niños con estas actitudes terminan jugando solos. Incluso sus propios hermanos se alejan. Esta actitud de no querer compartir sus cosas, prestar sus juguetes, ser siempre el líder. Sobre todo si supera los cuatro años de edad, tienes que actuar antes que tengas un perfecto narcisista en casa.
7. Esa escena vergonzosa
No hay madre que no quede sonrojada cuando sus niños están desarrollando mal sus emociones. En primer lugar no lo avergüences tú en público, busca dialogar a solas sobre lo ocurrido, pregúntale por qué dijo esa mala palabra, gritó de esa manera o lo que fuere que te hizo sentir avergonzada. La mejor forma de disciplinarlo es enseñarle cómo debe comportarse.
8. Como si no existieras
Si tu hijo no te escucha, o te ignora, no comiences a rezongar o decirle: “Te estoy hablando”. Apaga el televisor, o lo que sea que está haciendo y siéntate a su lado para comunicarle de un modo sereno y en calma lo que quieres transmitirle. Reconócele cuando haga las cosas sin que se las tengas que pedir, recuerda que con palabras dulces logras más que con gritos.
9. Te levanta la mano
Esto es algo que no debes tolerar. Cuando tu hijo toma esta actitud, no tienes más remedio que ponerle un límite claro. Cuando un niño golpea a un adulto, es esencial no responder con violencia, pero sí con firmeza. Explícale que a partir de ahora no le vas a dejar que te pegue y que si lo hace tendrá que asumir las consecuencias. También recuérdale que eres su madre y por lo tanto tú eres la adulta en esa relación y que te debe respeto.
10. Miente para justificarse
Y lo hace para, de este modo, evitar una consecuencia negativa. Entonces es tiempo de dialogar para entenderlo y buscar un remedio consensuado. Si miente porque no quiso hacer las tareas y te dijo que no tenía, déjalo que asuma sus consecuencias y, por otra parte, premia y refuerza los momentos en que dijo la verdad. Pero sobre todo no dejes que la mentira se convierta en su estrategia para salir airoso.
Una educación exitosa comienza con el autocontrol adulto, y una firme determinación de educarlo para que sea feliz y no arruinarles la vida. Por eso no dejes que estas actitudes gobiernen las emociones de tus hijos. Actúa a tiempo.