3 maneras de tener fe en tu matrimonio y evitar el divorcio

El matrimonio es una misión maravillosa, aunque con frecuencia desafiante. Aquí hay tres maneras de combinar la confianza en ti mismo, en tu matrimonio y en un poder superior para fortalecer tu relación y evitar el divorcio.

Myrna del Carmen Flores

El matrimonio es mucho más que una licencia, una ceremonia y una promesa hecha mediante una joya simbólica. El matrimonio es una unión espiritual de dos almas que han sido guiadas una hacia la otra para servir a un bien superior y crear una familia espiritual. El intercambio de promesas es un ritual sagrado en una travesía cuyo significado real se le ha escapado a muchos. Cuando los ideales y las fantasías que tienes sobre cómo es o cómo se siente el matrimonio empiezan a desvanecerse, y la realidad de las responsabilidades se establecen, tu salud espiritual y emocional obtienen un papel secundario y el divorcio podría parecer una opción atractiva para detener la lucha y dejar de sufrir.

Si tu matrimonio está en riesgo, y comienzas a dudar acerca de las decisiones por las que te inclinaste, da un paso hacia atrás y toma un respiro. Cierra los ojos y recuerda que siempre hay hacia donde voltear cuando sientes que has perdido tu rumbo. Recuerda tu fe, cualquiera que esta sea. La fe te dará fuerza y claridad y te ayudará a cambiar tu mente, tu cuerpo y tu espíritu hacia algo que atraiga la vivencia que deseas.

Así que, ¿cómo encontrar la fe que necesitas para mantener tu matrimonio fuerte y duradero? Aquí hay tres maneras:

1. Crean uno en el otro

Encontrar fe en un compañero que te ha defraudado puede resultar doloroso y difícil. Podrían gastar tanta energía intentando reformarse uno al otro, que olvidan creer y confiar en ustedes. Pero ¿cómo puedes confiar en alguien que no parece estar mejorando, o esforzándose para lograr que la relación funcione?

Confía en que tu cónyuge puede ser diferente, ya sea que veas los cambios o no. En lugar de enfocarte en los errores del pasado, o en la frustración del presente, confía en que tu cónyuge tiene la habilidad de ser todo lo que lucha por ser. Y esa es la clave. Confía en que tu pareja puede luchar por sus propios estándares, o los estándares de un poder superior, no solo los tuyos. No hay dos personas iguales, incluso si es una unión que comparte la misma fe no significa que tu cónyuge y tú compartan valores o principios idénticos en cada aspecto. Ni que esos mismos ideales se manifiesten en formas idénticas. Descubre con exactitud lo que tu compañero piensa y siente acerca de todos los aspectos del matrimonio, su significado y manifestaciones. Entonces confía en que sucederá. Por lo pronto, haz lo mismo por ti misma.

2. Confía en tu matrimonio

Tu matrimonio es una expresión ordenada de las lecciones de un sistema espiritual. Tu cónyuge y tú fueron unidos para lograr algo transcendental, y esto no se hizo a la ligera o en vano. La entidad que tu cónyuge, tu poder superior y tú crearon es más grande que ustedes dos; más que la suma de las partes. Pero un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Defender tus principios espirituales al enfrentar la adversidad diaria se vuelve primordial al criar una familia en la gracia y la omnipresencia de tu poder superior. Mantener la fe significa mirar más allá de lo temporal, lo mundano y los obstáculos de tu éxito físico y espiritual. Confía en tu matrimonio de la misma forma que crees en tu poder superior y en sus planes para ambos. Encuentra o redescubre el propósito que les fue destinado a cumplir juntos, y sean un modelo para sus hijos. Enséñenles a buscar el significado de las dificultades de la vida, y lo divino dentro de su matrimonio.

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3. Cree en tu camino

Tu matrimonio es un logro en un viaje que dura toda la vida para conseguir la felicidad y la paz. En el matrimonio, tu camino se ha unido al camino de otro, y estás compartiendo este espacio sagrado como parte de ambos viajes. El matrimonio es una intersección que puedes cruzar ignorando las señales y posiblemente causando una colisión. O puedes disminuir la velocidad y guiar a los otros pasajeros a su destino -tu esposa y tus hijos-.

Tu camino llegó a los problemas que tenía que enfrentar. Incluso cuando te sientes perdido y sin rumbo, pudiera ser que no tengas un mapa, pero la carretera correcta es esta en la que te encuentras ahora, y tu cónyuge y tú están viajando en la misma dirección. Viajen juntos. Necesitarás aire fresco en un descanso, pero utiliza ese tiempo para recargar, reagrupar y reunirte tú misma, a tu cónyuge y tu poder superior. Tu compañero de vida y tú cruzan el camino como una manera de guiarse uno al otro hacia casa. Considera tu matrimonio como un vehículo que fue creado para ayudarte a ti misma y encontrar tu poder interior, tu fuerza y tu amor.

Mis padres, a través de 30 años de matrimonio, fueron excelentes modelos para enseñarme a escoger a una pareja y atravesar las carreteras llenas de baches y seguir conectados. El matrimonio tiene dificultades, la seguridad de que juntos pueden superar cualquier cosa me enseña de muchas maneras cómo deseo que se manifieste esta etapa de mi camino.

La clave para mantener la fe y evitar el divorcio no es evitar el divorcio, es hacer florecer tu matrimonio. Estar tan involucrado en verdad en tu matrimonio como lo estás en tu fe. Creer en Él. Confiar en Él. Saber que Él te guiará y te protegerá. Recordarte a ti misma lo lejos que han llegado, y cuánto han superado. Esperar con ansias hasta dónde van a llegar, y cuánto más hay para experimentar. Y considera, principalmente, cómo llegaste hasta aquí, y la razón de ello. Y entonces déjate llevar, y permite que la fe te guie el resto de tu viaje a través del matrimonio, la familia y la vida.

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Myrna del Carmen Flores

Myrna del Carmen Flores es maestra de inglés y madre de dos jóvenes. Puedes contactarla en