Confía en ti tanto como Dios lo hace

¿Crees en ti? Si la respuesta es no, te invito a leer este artículo y así empezar a hacerlo, tanto como Dios lo hace.

Erika Otero Romero

¿Te has preguntado alguna vez quién es tu peor enemigo? Bueno, si lo has hecho y quizás no te has enterado, solo basta con que te mires al espejo. Podrá parecer duro pero así es y probablemente ahora la pregunta que te persiga sea la siguiente: ¿por qué sería yo mí peor enemigo?

Bien, porque eres dura al juzgarte, no comes bien, no cultivas tu intelecto tanto como deberías, no duermes lo suficiente, no tomas tanta agua como la necesitas, no luchas por superar tus dificultades o defectos, no te das la oportunidad de amar y ser amada y por si fuera poco, a veces, en secreto, crees que eres merecedora de todos tus sufrimientos. Es una larga lista ¿no es cierto?

La buena noticia es que existe una fuerza superior que te ama y cree más en ti de lo que tú lo haces. Cree tanto en ti que cada instante te da la oportunidad de ser mejor, de crecer y mejorar, pero estás tan concentrada en autodestruirte que no te has dado cuenta de ello.

Me cuestionarás acerca de si hablo por experiencia propia, a lo que debo responder que si, por eso también conozco la manera en la que puedes aprender a creer en ti tanto como Dios lo hace, Así que a continuación quiero regalarte los siguientes consejos, para que llegues a ser cada día más valiosa y fuerte.

1. Todo se logra con voluntad

Nunca he visto que una meta se logre quedándose sentado en casa y a la espera que toque a tu puerta. Todo lo que vale la pena cuesta y te daré un ejemplo sencillo de ello. Mi madre fumó desde su juventud y luego de muchos años de intentar dejar el cigarrillo de maneras infructuosas y gracias a la lectura de un artículo de un periódico que le regaló una vecina, tomó la decisión de dejarlo.

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Al principio le costó mucho, según me cuenta iba y venía de la tienda con el dinero para comprarse un cigarrillo cada tanto, pues la ansiedad por llevarse uno a la boca la agobiaba. Fue así hasta que en una de sus tantas visitas a la tienda del barrio, fue y se compró unos bizcochos de queso y regresó a casa con la ansiedad pero con la firmeza de que no cedería en sus propósitos.

Perseveró en su meta y supo que sería capaz de seguir adelante. Lo hizo porque quería, porque creía en ella y porque no estaba dispuesta a seguir arriesgando su vida por un vicio sin propósito. De eso hace ya más de 10 años y yo admiro su resolución por mantenerse firme en su propósito.

2. Trabaja duro y sin desviar tu atención

Con el ejemplo anterior te queda claro que no es fácil luchar por alcanzar algo y que todo depende de que tan duro se trabaje al respecto. Si estás resuelta sobre lo que deseas, el punto importante es no darte por vencida al primer obstáculo que se presente.

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3. Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, tienes la razón

Me encanta esta frase porque sé que es real y tiene un poder extraordinario. Solo tú sabes de qué eres o no capaz, pero cuando le permites a tu lado negativo tomar las riendas de tu naturaleza y fuerza de voluntad, en ese mismo momento serás una fracasada.

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4. Desarrolla tus talentos

Todos venimos a este mundo con talentos. Algunos nacen con la capacidad extraordinaria de cantar y otros estudian y preparan su voz hasta que logran hacerlo. En general, con todos los talentos funciona igual, así que si te gusta escribir, entonces lee y escribe un poco cada día, si sabes que eres hábil para la cocina, busca tomar un curso de culinaria y ponle empeño. Funciona también con los dones y talentos de índole espiritual, de la misma manera que puedes aprender a escribir de manera impecable, puedes esforzarte por desarrollar fe, caridad, paciencia y un largo etcétera.

5. Reposa tus penas en Dios

La vida no es fácil, no se pretende que lo sea y no esperes que lo vaya a ser, sin embargo, puedes estar seguro de que si dejas que sea Dios quien tome en sus manos las cosas que te agobian, entonces te darás cuenta que vivir será más fácil y placentero.

Desde hace mucho tiempo tengo claro que Dios nos ama, no importa cuántas veces hayamos caído o vayamos a caer. Ten la certeza de que Él siempre estará ahí para darte una mano y ayudar a que te levantes, lo hace porque cree en ti y te ama, de eso jamás te atrevas a tener una sola duda.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.