5 herramientas para acomplejar a tus hijos

Cinco frases que la psicóloga rusa Svetlana Merkulova considera deben evitarse para no fomentar adultos acomplejados.

Arturo Leonardo

Hablar con un niño, no es cosa de niños. Se deben escoger cuidadosamente las palabras y acciones a emplearse, no son “adultos pequeños”. Para nada, los niños son niños y punto.

Esta maravillosa condición del ser humano, la cual por desgracia no se repite, requiere de mucha pericia por parte de los padres para llevarla de la mejor manera. Ya que de lo contrario, seguramente esos niños mal llevados serán los protagonistas de la nota roja que leemos en la actualidad y que tanto nos indigna.

Svetlana Merkulova es una psicóloga familiar rusa, que se ha dedicado a estudiar a los niños. Ella tiene un blog en el que presenta sus estudios y consejos. Merkulova sugiere que hay ciertas frases que no le tienes que decir a un niño ni en broma, claro a menos que quieras que de adulto sea una persona acomplejada y a la que cualquier sujeto pueda abusar de ella.

Frases que NO debes decirle a un niño para que no crezca con complejos:

1. A tu edad yo lo hacía bien

O similares, cosas como “eso yo lo hacía mejor”, le quitan personalidad al pequeño y lo ponen como en un tipo de “competencia”. Decirle que eras mejor en algo es como decirle “no importa cuanto lo intentes, siempre seré mejor que tú”, y entonces vienen los problemas de frustración, por ser lo menos.

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2. Tu hermano hace esto mejor que tú

Uno como padre, en su desconocimiento total de técnicas para educar “de forma adecuada”, a veces cae en el recurso de la comparación para tratar de hacerles entender algo. Funciona muy similar al primer punto: se le restan méritos al menor y se le coloca en la posición indefensa ante el mundo. Pensar que alguien es mejor que él sin haberle dado la oportunidad de demostrarlo es devastador y aquí entre nosotros, bastante desagradable.

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3. Si no lo haces ya no te quiero

Ojo, es una frase espantosa y muy peligrosa. Existen cientos de formas de pedirle a un niño que obedezca una indicación de los padres, pero condicionarle el amor es lo peor que se puede hacer. El niño perderá iniciativa y de adulto buscará satisfacer a otras personas antes que a sí mismo y dejará una ventana abierta para el pavoroso tema del abuso físico.

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4. Aléjate y déjame en paz

Sí, los berrinches son terribles para los dolores de cabeza. Es válido que los padres tengan estrés por las diferentes preocupaciones que hay en la vida, pero decirle a un niño que se aleje y no hable, es darle a entender que sería mejor que desapareciera. Empiezan a generar la idea que fueron un error y esa pegunta del “¿para qué vine al mundo? ” les aparece como un demonio. Es mejor enfriar la cabeza y dialogar con el pequeño.

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5. Eres tonto ¿o qué?

Una autentica daga al corazón, se debe tener paciencia para que los niños entiendan las indicaciones, recordar que no comprenden las cosas como los adultos (incluso ni los adultos las comprenden bien), entonces el etiquetarlo como “tonto” puede generar un trauma severo.

Es vital el insistir que, los niños no son pequeños adultos, son niños y no les puedes hablar como a tu vecino.

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.