La ciencia dice que el poder de la oración puede curar cualquier dolencia

Este científico armoniza ciencia y Fe y asegura que la oración tiene poder sanador. Más de 40 mil casos avalan su conclusión.¿Cómo sanarnos a través de la oración?

Fernanda Gonzalez Casafús

Lo sabíamos. El poder de la oración es auténtico e innegable. Para quienes creemos en Dios, nunca lo pusimos en duda, pero para los más escépticos un neurocientífico viene a echar agua sobre algunas dudas. Al parecer, la oración tiene un poder concreto para curar cualquier dolencia. Esta convergencia entre ciencia y teología puede sembrar la Fe en los incrédulos.

El cerebro, nuestro aliado

El científico Andrew Newberg, actual profesor de la Universidad de Jefferson, en Estados Unidos, realizó más de 40 mil resonancias magnéticas y estudió cada caso en particular, donde descubrió cómo actúa el cerebro cuando oramos. Así, halló que la oración y la meditación al unirse tienen un increíble poder sobre el cuerpo humano.

Según Newberg, los scanning cerebrales a los que fueron sometidas miles de personas para su estudio arrojaron resultados sorprendentes: “En el cerebro no hay un circuito específico religioso, pero sí muchas áreas que aparecen conectadas de diversas formas, dependiendo de la experiencia”. “Si la experiencia religiosa es muy emotiva, se activa el sistema límbico (relacionado con la respuesta emocional); alguien que está arrepentido ante Dios se corresponde con una baja actividad en su lóbulo frontal”.

Una práctica que sana

El científico explica que cuando tomamos el hábito diario de orar, nuestro cerebro aumenta drásticamente su actividad en los lóbulos frontales, que es el área del lenguaje, al igual que cuando nos comunicamos. De hecho, según una publicación de la revista de la Sociedad Americana de Cáncer,los pacientes que son más fuertes y responden mejor al tratamiento son quienes tienen creencias religiosas más arraigadas. Lo curioso es que nuestro cerebro está perfectamente adaptado para alcanzar estas experiencias extrasensoriales y especiales que nos brinda la oración. Sin dudas, es un signo divino a tener en cuenta.

Para que la oración sane la Fe es imprescindible. La oración se nutre de la Fe y viceversa. Por lo que, más allá de la explicación racional que la ciencia busque, la oración es un diálogo entre Dios y los hombres, a través de la cual recibimos su gloria. La oración puede mover montañas, sí, pero además practicada como hábito mejora nuestra salud psíquica y física. Y no lo digo yo, lo dice la ciencia.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.