22 síntomas de que tus sensaciones de preocupación y tristeza son el producto de que sufres de DEPRESIÓN ANSIOSA

¿Sientes que las preocupaciones te PARALIZAN y eso te genera más ansiedad? Descubre todos sus síntomas, SANA y vuelve a ser feliz.

Mariel Reimann

El Trastorno Depresivo Ansioso, es el resultado de la unión de los síntomas de dos trastornos; algo muy común, pero muy poco hablado.

Muchas mujeres viven bajo las grandes presiones de la vida, las expectativas de la familia, de la sociedad, las expectativas laborales, y sus propios deseos y anhelos; los mismos que la mayoría de las veces, ya no pueden ni recordar.

Te pierdes en el servicio de los demás y en los deseos de los demás, y a veces te miras al espejo y ya no te reconoces.

¿Qué es la depresión ansiosa?

¿Sientes que las cosas ya no te generan la misma emoción que antes, que reírte de las cosas es cada vez más difícil? Por el otro lado, no encuentras calma, sientes que el pecho te oprime y que las preocupaciones te van a sofocar?

“La depresión y la ansiedad son como las dos caras de una misma moneda”, explica Nancy B. Irwin, médico psiquiatra.

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El Trastorno de Depresión Ansiosa tiene la “habilidad” de confundir lo que sientes y de que alcanzar un estado de tranquilidad y felicidad sea algo complicado.

“Estar deprimidos, por lo general nos hace sentir ansiedad, y la ansiedad, por lo general nos hace sentir deprimidos”, agrega Irwin.

Por otro lado, el superintendente técnico de la Asociación Brasilera de Psiquiatría, el Dr. Antonio Geraldo Da Silva, expresa que este trastorno es como sufrir de diabetes y de presión alta al mismo tiempo”.

Posibles causas

Como la mayoría de los trastornos psicológicos, sus causas pueden ser un poco ambiguas y diferentes en cada caso. Sin embargo, los expertos creen que tiene que ver con una posible predisposición genética que puede ser disparada luego de un hecho doloroso como la pérdida de un padre, hijo o esposo/a.

Síntomas

Según Da Silva, al estar hablando de un trastorno que une a dos más, los síntomas son varios:

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  • Alteración en el apetito (se te quitan los deseos de comer o sientes una necesidad constante de comer.

  • Alteración en tu patrón de sueño (insomnio o sólo quieres dormir)

  • Apatía y cansancio.

  • Dolor de pecho o tensión en el pecho

  • Desesperación

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  • Delirios

  • Sientes que no puedes controlar tus pensamientos

  • Diarrea

  • Dificultad para concentrarte

  • Disminución de tus deseos sexuales

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  • Dolor de pecho o de espalda que no responde a ningún tratamiento

  • Hablas exageradamente rápido

  • Sientes que te falta el aire

  • Falta de voluntad para hacer las cosas

  • Sientes inquietud

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  • Miedo constante

  • Nerviosismo

  • Olvidas las cosas

  • Te preocupas exageradamente por los problemas o por las cosas que no puedes cambiar

  • Sensación de que algo malo va a suceder

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  • Malestar general

  • Tensión muscular

  • Tristeza profunda

¿Tiene cura? ¿Puedes volver a sentirte normal y feliz?

De acuerdo a lo expuesto en Web MD hay una serie de terapias a las que puedes acudir para recuperarte a ti misma y volver a disfrutar de la vida y de quienes amas:

  • Comportamiento cognitivo (te enseña a ajustar tus pensamientos y acciones)

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  • Interpersonal (te muestra cómo comunicarse mejor)

  • Solución de problemas (te da habilidades para manejar tus síntomas)

Otras opciones

Da Silva menciona que si visitas a un especialista, también puedes recibir medicamentos que te ayuden con los síntomas de este trastorno.

Por otro lado, menciona la importancia de tratar terapias complementarias, en las que se refiere específicamente a los deportes o a las actividades físicas y sus beneficios tanto para el cuerpo como para el “alma”.

“Las actividades físicas puede combatir la ansiedad y la depresión. Ayuda a liberar las sustancias nocivas para el cuerpo y funciona como un relajante”, explica.

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¿Qué hacer?

Si sospechas que esto es lo que te está sucediendo, busca ayuda. Recuerda que tu cerebro es como cualquier órgano de tu cuerpo; si te doliera el estómago, irías al médico a que encuentre la causa y te trate. En este caso, se trata de otro órgano de tu cuerpo y necesita de tu atención.

Toma en cuenta el consejo de involucrarte en actividades físicas. Una de las cosas que más me ha ayudado a mí con episodios de tristeza profunda o de ansiedad ha sido CORRER.

Sólo correr afuera, cuando el tiempo lo permite, o en el gimnasio. Escuchando un libro en el teléfono o simplemente música, obra milagros.

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Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.