¿Dejar que tu bebé juegue en la cocina? Sorpréndete: puede ser buena idea

Entre los dos y tres años los niños muestran un imperioso deseo de ser libres. “Lo hago yo solo”, parece ser su lema. ¿Es buena idea dejarlos jugar en la cocina para desarrollar su independencia?

Fernanda Gonzalez Casafús

Cuando llega un bebé a casa la vida de toda la familia se revoluciona. El tiempo pasa demasiado rápido y pronto ese niño que balbuceaba y miraba a su alrededor con grandes ojos curiosos hoy va y viene por la casa con total soltura y confianza: trepa, sube, baja y toca todo lo que puede y lo que no debe. Nuestro bebé tiene casi dos años y nos preguntamos cómo fue que creció tan rápido. Aunados a los cambios físicos llegan los emocionales y los grandes cambios de personalidad.

Entre los dos y los tres años los niños muestran un imperioso deseo de ser libres. “Lo hago yo solo”, parece ser su lema. En esta etapa experimentan el desprendimiento de mamá y papá, y se dan cuenta de que son seres independientes que pueden vivenciar cosas por sí mismos. Este lapso es fundamental para lograr el desarrollo de su independencia a lo largo de su vida y fomentar los rasgos de la personalidad.

Hay situaciones cotidianas en las que podemos ayudarlos a aprender, y casi sin darnos cuenta eso nos ayuda también como padres a evitar berrinches o rabietas cuando quiere hacer tal o cual cosa y no se lo permitimos. Cuando las decenas de juguetes que abundan por la casa ya no diviertan a tu niño, aquí tienes algunas opciones para desarrollar su independencia desde pequeños y ayudarlos a conocerse a sí mismos.

Lavanderitos

A los niños les encanta jugar con agua. Sea invierno o verano, no hay niño en el mundo que no se entretenga con algunos cuencos y un grifo. Mi niña de 21 meses arrastra la silla hasta la cocina y se apresta a subir; me pide en su idioma que le abra la canilla y comienza el juego. Mientras tanto, me da tiempo a seguir preparando la comida y ambas estamos felices: ella juega a lavar los trastos y yo sigo con mis quehaceres.

A limpiar se ha dicho

Cuando se vuelca un vaso con agua, o cuando accidentalmente se cae algo de comida al piso, es normal que uno regañe al niño y con cara de enojo le diga: “¡Mira lo que hiciste!”. Sea accidental o bien a propósito, al niño le gusta ver la reacción causa-efecto de las cosas. Quiere saber qué pasa si tira un poco de guisantes por aquí, o si trasvasa otro poco de arroz por allá. En este caso es bueno enseñarle que lo que se ensucia, se limpia; y así podrá ver que “él solo” puede limpiar lo que ha hecho. El juego será entonces ensuciar-limpiar, y verá que él mismo también puede hacer lo que hace mamá y papá (claro que luego te tocará a ti el resto de la limpieza).

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Pequeñas tareas

Llega un punto en el día en el que los crayones ya no tienen diversión, las muñecas y autos quedan tiradas por cualquier esquina de la casa, y nuestro bebé empieza a hacer berrinches por cualquier cosa: ¡probablemente esté aburrido! Pero tú tienes mil cosas que hacer. Lo que no sabes aún, es que tienes un pequeño ayudante. A los niños les encanta ver que pueden ser de gran ayuda para otros. Pídele que te alcance cosas –aún si no las necesitas– o que coloque esto dentro de aquello, o que traslade un objeto hacia otra parte de la casa. No olvides ser claro, conciso, pedir por favor y luego agradecer su trabajo con una gran sonrisa. Decirles: “Has ayudado mucho a mamá/papá hoy, gracias, hijo” es una buena opción y tu hijo se sentirá orgulloso de haber colaborado.

Como estas, hay muchas otras opciones que puedes poner en práctica con tu pequeño dentro de casa para desarrollar su independencia y afianzar su personalidad. Ten en cuenta siempre que todo lo que se pide con amor rinde sus frutos; el “gracias” y el “por favor” no deben faltar en tu vocabulario.

Anímalo siempre a seguir adelante, aun cuando se sienta desanimado porque no ha logrado hacer tal o cual cosa; los padres somos sus guías, y si ellos ven que no perdemos la calma les será más fácil retomar el rumbo. Recuerda esa frase que dice: “No te preocupes porque tus hijos te escuchen, ellos siempre te observan”.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.