A los chiquitos también se les debe de educar
Si piensas que tu hijo de año y medio es muy joven para la disciplina, es tiempo de leer estas palabras y pensar de nuevo.
Denhi Chaney
La escena es demasiado familiar: vemos a un pequeño de año y medio en pleno berrinche y a su mamá frustrada sin saber qué hacer. Entonces quizás pensamos que corregirlo es una causa perdida; que el pequeño está muy joven para entender. Cuando pensamos en disciplina, muchos pensamos en niños más grandes, aquellos que ya pueden hablar y que entienden las acciones y sus posibles consecuencias. Mientras es cierto que los niños más grandes precisan de disciplina, también es cierto que a los niños chiquitos, incluso aquellos que aún no hablan –de año y medio– se les puede enseñar, y sí: también disciplinar y educar.
La realidad es que la capacidad de entender la palabra “no” se empieza a desarrollar desde los nueve meses de edad. Así que al año y medio son más que capaces de entender aspectos sencillos de lo que se debe y no se debe de hacer aunque ellos mismos aún no sepan hablar. Es importante empezar la educación de los niños desde esta temprana edad ya que se crean los cimientos para lo que sigue cuando ya se puedan comunicar y para cuando se torne, tal vez, un poco más complicado. Aquí te comparto algunas formas de educar a estos pequeños que espero te sean útiles.
1. Quitar privilegios
Como madres y padres sabemos bien cuáles son las cosas o juguetes que nuestros hijos quieren. Si le hemos pedido que no se suba a la mesa, por ejemplo, y se sigue subiendo, algo que puede funcionar es tomar uno de sus juguetes –que seguramente trae en la mano– verlo a los ojos y decirle que si se vuelven a subir el juguete se va a ir por un tiempo (como cinco minutos). Si se vuelven a subir es tiempo de quitar el juguete. Sí, aunque lloren y se quejen, ya que se darán cuenta cada acción trae su consecuencia; con el tiempo, va a entender que no se quedará impune si desobedece.
2. Ofrecer opciones
Muchas veces el berrinche ocurre cuando los niños sienten que no tienen una voz ni opciones. Es sorprendente ver cómo responden cuando les das DOS opciones que son aceptables para ti. De esta forma, sienten que tienen una voz y control en su vida. Es importante que des solo dos opciones ya que si agregas más, puede que le lleve a confusión y a otro berrinche al no saber qué escoger. Esto lo puedes hacer con comida, ropa, y lugares para visitar.
3. Un lugar designado para corregir
Cuando en verdad están fuera de control es necesario que tengan un lugar designado para que se puedan calmar. Un corralito es una buena idea, el punto es enseñarles que pueden calmarse con tu ayuda. Es importante mencionar que nuestros niños necesitan de nuestra ayuda para calmarse ya que el área de su cerebro que tiene los frenos, por así decirlo, no está lo suficientemente desarrollado para calmarse de forma rápida. Te puedes sentar con tu hijo, o ponerlo en tus piernas y decirle que ahí se queda hasta que se calme un poco – no tiene que estar completamente calmado.
Nunca dije que la disciplina era fácil, pero sí te puedo asegurar que rinde sus frutos y que es esencial para que tus hijos se desarrollen de forma responsable y, no lo olvides, también felices. La disciplina es enseñanza y no es demasiado temprano para empezar con tus pequeños. Si deseas más ideas al respecto, te sugiero leer los siguientes artículos.
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