Accidentes con fuegos artificiales. Guía para prevenirlos
Podemos gozar del espíritu de las fiestas navideñas y de año nuevo sin necesidad de accidentes que nublen el cielo de tristeza, tomando las precauciones necesarias al hacer uso de los fuegos artificiales.
Marta Martínez Aguirre
Llegan la Navidad y el año nuevo y las calles se llenan de puestos de venta de fuegos artificiales. Estos, cada vez más, marcan su presencia en la vida actual, pues se utilizan en casi todas las celebraciones, ya sean cívicas, espectáculos públicos, actos sociales y como cierre de actividades recreativas. Otro nombre que se le da a la industria de los fuegos artificiales es el de pirotecnia; etimológicamente, la palabra pirotecnia proviene de los vocablos griegos piros, fuego y de techne, técnica o arte.
Fueron las culturas china y la hindú las primeras aficionadas a las fiestas amenizadas con fuegos artificiales. La leyenda más conocida cuenta que un cocinero chino, por accidente, mientras cocinaba al aire libre mezcló carbón, ácido sulfúrico y nitro, elementos usados en ese entonces en el arte culinario. Esa mezcla fue colocada en un trozo de caña de bambú y, al quemarse, explotó, dando origen a los fuegos artificiales. De los chinos pasaron a los griegos y, posteriormente, a los romanos, de los que se guardan registros en los que se relata su uso en festejos nocturnos. A finales del siglo XII los chinos le dan un nuevo giro con la invención de la pólvora.
La pirotecnia llega a España de la mano de los árabes y así penetra en toda Europa, dando color a las noches de reyes y plebeyos. Con los adelantos de la química a lo largo del tiempo, dejaron de ser monocromos para llenar las noches de colores vivos y radiantes. En un manual italiano del siglo XVI el autor escribió lo siguiente: “Mucho oro se gasta en exhibiciones de cohetes complicadas sin tener en cuenta el costo, y los fuegos artificiales no tienen otro propósito que la diversión, y no duran más que el beso de un amante a su amada, si es que siquiera eso”. Si deseas conocer más sobre la historia de los fuegos artificiales puedes leer este artículo de la BBC
No todo es alegría, sin embargo, y cada vez más las salas de emergencia de los hospitales suelen atender a un número cada vez mayor de personas con lesiones asociadas con el uso de los fuegos artificiales. Por ello, para poder celebrar con alegría y sin resultar dañados se llevan a cabo campañas para la prevención de accidentes. Entre otras recomendaciones figuran las siguientes:
No dejes que tus niños pequeños jueguen con fuegos artificiales
Tal vez te parezca divertido verlos sonreír con las luces de Bengala, que muchas veces se consideran una opción segura; sin embargo, pueden sufrir quemaduras en manos y rostro, y encender su ropa.
Siempre debe estar presente un adulto
supervisando los juegos con pirotecnia.
No permitas que tus niños o adolescentes recojan fuegos artificiales que no se lograron encender la primera vez,
puesto que pueden estallar minutos después, provocando lesiones graves. Hay que esperar, por lo menos, de cinco a diez minutos y, luego, sumergirlos en agua antes de desecharlos debidamente.
Siempre enciende los juegos pirotécnicos al aire libre, en una zona libre de elementos combustibles
No permitas que los arrojen bajo automóviles, muebles, personas o zonas arboladas.
Nombra a un responsable en casos de situaciones de emergencia
Puede ser algún integrante del núcleo familiar, a fin de que tenga preparado un balde de agua, un extinguidor o una manguera, de la llave más cercana.
Mantén alejados a los niños, y tú mismo aléjate
Lo mejor es permanecer a una distancia segura, apartada y lejos de la zona de disparo; no coloques ninguna parte del cuerpo arriba del objeto pirotécnico.
Verifica la fecha de vencimiento, el origen y que el envoltorio esté en óptimas condiciones
Si están vencidos o rotos, deséchalos y no intentes repararlos.
Observa el viento,
siempre debe soplar en sentido contrario a quien va a encender la pirotecnia, y a los espectadores. Si el viento es fuerte suspende hasta que amainen.
No utilices alcohol para encenderlos, y mucho menos un cigarro
Es mejor prenderlos con encendedores para horno o fósforos largos, con el fin de evitar quemaduras.
Prevé tener cerca un botiquín,
provisto de gasas estériles y los documentos necesarios para asistir a la emergencia en caso de lesiones o heridas. En caso de un accidente grave, revisa las ideas que Cindy Peterson comparte, para que te enteres como reaccionar en caso de emergencia.
Goethe dijo que “un loco enamorado sería capaz de hacer fuegos artificiales con el sol, la luna y las estrellas, para recuperar a su amada”. Recuerda que la Navidad y el año nuevo son celebraciones para regocijarse en familia y vivirlas a plenitud. Para que puedas demostrarle a los tuyos cuánto los quieres y proteges, toma las precauciones necesarias y disfruta de estas fiestas.
Marta Martínez Aguirre
Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto:
