¿Aplicaciones para citas? ¡Ten cuidado! No todo lo que brilla es oro

¿Tus hijos tienen un teléfono inteligente? Ten cuidado con lo que descargan de la red: puede ponerlos en serios aprietos.

Erika Otero Romero

En menos de 30 años, hemos visto cambiar a pasos agigantados el mundo de la tecnología en comunicación. Tanto así, que somos testigos del gran giro que han dado las relaciones interpersonales —tanto en niños como en jóvenes y adultos— a partir de su uso en la vida cotidiana. Antaño, los chicos disfrutaban de ir a la calle a jugar con sus hermanos y vecinos, y de esa manera cada día hacían nuevos amigos.

Hoy, niños y jóvenes prefieren ir a salas de juegos de vídeos, conectarse a la red o “chatear” por miles de salas y aplicaciones de teléfonos móviles con el fin de “hacer amigos”. Me atreveré a ir más lejos: es tan crítica la situación, que olvidar el celular en casa es más problemático que dejar la cartera con los documentos, o los lentes para leer. Eso sí que es bastante preocupante.

Lo que puede ser más grave, es que para la vida actual las mismas compañías de teléfonos celulares han hecho que muchas cosas en la vida cotidiana dependan de “estar conectado” o tener alguna aplicación. Hoy en día las usamos hasta para pedir un taxi o comida a un restaurante; incluso hay aplicaciones para ayudar a las personas a encontrar pareja y son los jóvenes —en su gran mayoría— quienes hoy dependen de un móvil para tener amigos, y eso puede ponerlos en serios problemas.

Los riesgos de usar aplicaciones para conocer personas

Fue el caso del joven norteamericano de 19 años, Zach Anderson. Él, como todo adolescente, gusta de “navegar” por Internet y su amor por los computadores es tal, que siempre se ha sentido inclinado por una carrera profesional en ese ramo. Sin embargo, sus sueños se vieron truncados debido a una orden judicial que le impide acceder a Internet, ir a un centro comercial o estar cerca de una escuela o parque infantil. Por si fuera poco, debe dejar la casa paterna, ya que tiene un hermano de 15 años. Estas determinaciones han sido tomadas, debido a que ahora él figura en la lista de agresores sexuales estadounidenses.

Pero, ¿por qué razón le ha sucedido esto? Bueno, resulta que él, como muchos jóvenes más, descargó en su móvil una aplicación para conocer personas y así “darse la oportunidad” de salir con alguna chica. Así fue: luego de unos días, conoció por medio de la app a una muchacha que le dijo que era mayor de edad. Esto le llevó a confiarse, dejó que la situación tomara “rienda suelta” y estableció una relación de tipo sexual con ella. Al poco tiempo, descubrió que la chica era menor de edad; lo atraparon y encarcelaron por 90 días. Ahora está cumpliendo cinco años de libertad condicional y por 25 años será conocido como un agresor sexual más en los Estados unidos de América.

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¿Qué se puede aprender de esa experiencia?

Padres e hijos pueden sacar mucho provecho de esa situación y así evitar que otros jóvenes cometan el mismo error de Zach:

1. Educar con valores

Padre, no basta con dar a tu hijo gustos varios, aunque se los merezca. Tu labor principal es educar a tus hijos con valores sólidos y con prudencia, para que así puedan distinguir lo bueno de lo malo y evitar meterse en problemas innecesarios.

2. Libertad para tener amigos a la vista de los padres

Da a tus hijos la oportunidad de salir con amigos y que los traigan a casa. Así tendrás plena certeza de conocer tanto a sus amistades, como sus posibles relaciones amorosas. Respecto a este punto, indícale la forma adecuada de relacionarse y las consecuencias que acarrea no tomar las decisiones correctas. Recuérdale que puede elegir entre lo correcto y lo incorrecto, pero lo que no puede elegir son las consecuencias de esas elecciones.

3. Lo que empieza mal, mal termina

Enseña a tus hijos desde pequeños que una relación que empieza de manera turbia, no terminará bien. Inculca que el respeto prima en las relaciones interpersonales, y más cuando de relaciones con el sexo opuesto se trata.

4. No dejarse llevar por modas y estereotipos

Cuida que tus hijos no se dejen llevar por la presión social. Vigila que no se tomen las relaciones interpersonales a la ligera, dejando de lado la búsqueda de una relación formal que pueda llegar a un matrimonio.

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No lo olvides, la tecnología no es mala. Bien manejada, puede sacarte de un apuro o del aburrimiento, pero mal usada solo va a causarte a ti o a tus hijos problemas que incluso pueden ser de por vida.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.