Cómo compartir y alcanzar metas como recién casados
Una relación de pareja siempre implica compartir: tiempo, intereses, sueños, metas, incluso, diferentes puntos de vista.
Belinda Polanco
¿Alguna vez te has preguntado por qué es necesario tener metas como pareja? Una de las razones es que cuando las estableces desde el inicio del matrimonio, esas metas generan reglas de convivencia que guiarán la relación a fin de que transite por el camino que le llevará tanto al éxito, como a la permanencia de la vida marital.
La etapa de recién casados es ideal para sentar estas bases, pues podría compararse de cierta forma, a la etapa de enamoramiento durante el noviazgo, en el sentido de que será un tiempo de adaptación, pues si bien ya se conocen como novios, ambos jugarán un nuevo rol como esposos que traerá consigo muchos retos que conlleva el matrimonio, empezando por lo más básico que es adaptarse a vivir juntos. Los hábitos y costumbres de cada uno quedarán al descubierto y serán más latentes, pero también tendrán oportunidad de compartir más de cerca proyectos personales y crear metas como pareja.
La comunicación deberá seguir siendo el eje de su relación. Comunicarse es fundamental y la regla de oro para tener relaciones humanas exitosas.
Establecer y alcanzar metas en conjunto fortalecerá su relación; algunas veces los resultados serán mejores que otros, pero es indiscutible que siempre obtendrán aprendizaje y experiencia.
A continuación algunos puntos que deben considerar:
Tengan metas personales y como pareja
Cada uno es un ser humano completo, con metas propias que deben ser respetadas y apoyadas por la pareja. Aunque la meta sea tuya, haz partícipe a tu pareja de tu esfuerzo por alcanzarla.
Busquen crecer profesionalmente
Estar casados no quiere decir que deben estancarse profesionalmente, los logros de uno son la felicidad del otro. Una meta en este sentido, podría ser lograr un ascenso o iniciar un negocio propio o ¿por qué no? un negocio en el que los dos puedan desarrollarse.
Definan los tiempos
Como pareja es importante definir una meta conjunta a corto, mediano y largo plazo. Pueden ser desde la construcción material del hogar, el tipo de decoración, algún viaje, alguna actividad conjunta, entre otros.
Objetivos específicos
A la hora de fijar los objetivos es importante que sean específicos y determinen plazos de ejecución, pues de nada sirve fijar metas extraordinarias que son poco realistas de cumplir; inicien con pequeñas cosas, terminar de decorar la habitación, elegir los detalles que harán de su casa un verdadero hogar, etc.
Que dentro de sus metas estén sus hijos
El tema de los hijos y el momento para hacer crecer la familia es primordial. Planeen este maravilloso acontecimiento, visualícenlo, construyéndolo en su mente y prepárense material y mentalmente para hacer de esta meta una feliz realidad. No tiene que ser una decisión inmediata, eso dependerá sólo de ustedes y en función de las otras metas establecidas.
Que sus metas giren en torno a mantener vivo el amor
La meta permanente será vivir siempre como recién casados, esto les permitirá mantener viva la llama del amor, que con el paso de los años se enriquecerá con la madurez matrimonial, los hijos, la convivencia familiar, el crecimiento personal y profesional de cada uno, porque la receta de un matrimonio feliz es compartir, lo bueno y lo malo, pero juntos, tomados de la mano y caminando hasta que, luego de que los hijos abandonen el nido, nuevamente solo se trate de ustedes dos. Para ese entonces, ya habrán terminado o realizado esas metas propuestas al inicio del matrimonio.
El secreto es no imponer, sino conciliar a pesar de que existan metas personales diferentes. Lo importante es que exista un punto intermedio donde ambos estén de acuerdo. Así disfrutarán cada meta alcanzada, por pequeña que sea, se convertirá en un hecho memorable que marcará cada etapa de su vida conyugal.