Cómo liberar a tu hijo del síndrome del hermano mayor.
Tu hijo mayor es tan humano como todos los demás y necesita también consideración y paciencia ante sus equivocaciones y fallos. No lo juzgues duramente ni lo critiques constantemente.
Diana Cantor Martinez
Una frase que escuché de mi madre durante toda mi infancia fue: “¡Tú eres la mayor. Tú debes dar ejemplo!”. Eso me marcó para siempre. En todo lo que hago en mi vida siento que tengo que ser el ejemplo a seguir. Casi siempre resulta gratificante, pero también me frustra el hecho de que a veces no me doy permiso para equivocarme o me vuelvo demasiado exigente conmigo misma.
Existe cierta presión implícita en el hecho de ser el hijo mayor: los padres, sin querer, propician esto. El hijo mayor es una especie de “conejillo de indias”; con él los padres aprenden a ser padres. Todas las experiencias nuevas que trae la paternidad son vividas a través del hijo mayor, luego con los otros hijos no será fácil, pero esa experiencia previa les ayudará a hacer las cosas mucho mejor.
En este artículo quisiera compartir algunas sugerencias que desde mi propia experiencia considero que pueden orientar a los padres, para que guíen a sus hijos mayores, generándoles autoconfianza y evitándoles cargas innecesarias para su vida.
¿Cuándo tu hijo se convierte en el hijo mayor?
Con el nacimiento de tu segundo hijo, nace un nuevo hijo: el “hijo mayor”. Todos los padres que tienen más de un hijo han notado el miedo que siente su hijo primogénito al nacer su hermano. Sin duda sienten la inseguridad al perder ese lugar de “hijo único” que le pertenecía, para enfrentarse ahora a un nuevo rol, uno que él mismo aún no comprende. Acompáñalo desde muy niño, para que esta tarea se convierta en un viaje maravilloso y no en una experiencia traumática.
No delegues a los niños responsabilidades de adultos
Es uno de los errores típicos en el que caen los padres: delegar al hijo mayor en ocasiones hasta la misma crianza y cuidado de sus hermanos menores. Es importante tener en cuenta que un niño o un adolescente no tienen la estructura emocional necesaria para esto, pueden ayudar, apoyar, colaborar, compartir, pero jamás hacerse cargo directamente de la tarea de criar a sus hermanos o asumir roles y responsabilidades que no van acordes con su edad.
Ante la dolorosa situación de un divorcio o separación
En ocasiones al hijo mayor se le de la responsabilidad de ser “el hombre de la casa”. No es así: él sigue siendo un niño o un adolescente que, como todos los demás, necesita amor, afecto y protección en una situación así.
Es tan frágil y humano como todos tus demás hijos
La frase “Eres el mayor y debes dar ejemplo” contiene una gran carga emocional, que casi significa “¡Eres el mayor, no puedes equivocarte!”. Tu hijo mayor es tan humano como tus otros hijos y necesita también consideración y paciencia ante sus equivocaciones y fallos, no lo juzgues duramente, ni lo critiques constantemente. Tómalo de tu mano y oriéntalo. No pongas sobre sus hombros la dura de carga de ser un ejemplo siempre y no permitirse a sí mismo equivocarse jamás. Permite que falle, sé tolerante, levántalo y reconfórtalo en su caídas.
Tantos halagos lo llenan de miedo al fracaso
También puede suceder que los padres, luego de su tarea de convertir a su hijo en el ejemplo a seguir, lo llenen de halagos permanentemente, poniendo esta vez sobre sus hombros el miedo al fracaso, lo que definitivamente le hará un daño en su vida como adulto. Simplemente hay que dejarlo ser tan humano como a los otros chicos.
Encuentra sabiduría en Dios para guiar a todos tus hijos por el camino del amor y la fraternidad, de la seguridad en sí mismos y de la felicidad, independientemente de lugar que ocupa entre sus hermanos.