Cómo reprender a tu hijo sin afectarlo
¿Estás seguro que tu forma de reprender a tus hijos les ayuda a ser mejores? Sigue leyendo y descubre cómo reprender a tus niños, sin hacerles daño.
Erika Gaytán
“Tú no puedes preguntar nada ¿entiendes? Nosotros somos tus padres y solo nos debes obedecer”, le gritaba un padre a su hijo en medio de la calle, mientras lo jaloneaba del brazo de manera brusca. El niño lloraba mientras que, con la mirada pedía a su mamá que intercediera por él ante su padre; sin embargo, ella lo ignoró y su padre siguió gritándole que se callara y caminara. El pequeño obedeció llorando en silencio.
Probablemente, también a ti te ha tocado ver situaciones como ésta y ser testigo del malestar que producen. Tal vez tú misma has sido protagonista de ellas y valga la pena recordar que si reprendes de ésta forma a tu hijo, de manera pública, en la calle o frente a sus amigos, lejos de educarlo puedes propiciar en él cierto rencor hacia ti. Si crees que este sentimiento se borrará al paso del tiempo, te equivocas. Los niños por naturaleza son nobles, sin embargo, si no les brindas una explicación clara de las razones por las cuales los reprendes, eso quedará en su memoria. Es probable que con los años puedan repetir este tipo de conductas con niños más pequeños o en un futuro, con sus propios hijos.
Ten presente que tu hijo necesita de tu ayuda y orientación para saber lo que debe o no hacer, razón por la cual te recomiendo llevar a la práctica los siguientes consejos:
1. Siempre en privado
Cuando sea preciso reprender a tu hijo, procura hacerlo de manera privada. Recuerda lo penoso que te resultaba a ti cuando tus padres te llamaban la atención frente a tus amigos.
2. Sin gritos
No es necesario alzar la voz para regañar a tu pequeño, te aseguro que te entenderá mejor si le hablas de manera tranquila. De lo contrario, lo único que conseguirás es que aprenda a gritar como tú lo haces o que se bloquee y te deje de oír.
3. Explícale con claridad
Cuando solamente regañas a tu hijo y no le explicas cuál fue su falta, te arriesgas a que lo vuelva a repetir o se haga una idea falsa de lo que hizo mal. Explícale las razones por las que no debe tener esa conducta y si la falta requiere de algún tipo de castigo, cúmplelo y ayúdale a que comprenda que sus acciones siempre tendrán consecuencias.
4. Siempre de forma amorosa
Nunca olvides que estás tratando con un pequeño que requiere de tu amor, sobre todo en estos momentos. Asegúrate se decirle lo importante que es para ti y lo que esperas de él.
5. No lo lastimes
Ni física, ni psicológicamente debes violentar a tu pequeño. Siempre será más efectivo sentarte a su lado y platicar tranquilamente, tomándolo de la mano, abrazándolo y diciéndole lo mucho que lo quieres.
Recuerda que los hijos son un regalo de Dios, producto de tu amor y el de tu pareja. Son también un hermoso compromiso, adquirido para llenarlo de amor, educarlo y darle las herramientas necesarias para enfrentarse a la vida. Su futuro depende de ti y de tu cariño.