Cómo ser esposa, mamá, ama de casa, estudiante y no morir en el intento
¿Eres madre, ama de casa y estás pensando en estudiar? te invito a leer este artículo
Camila Ignacia Gómez González
Desde hace 4 años soy mamá, estudiante y ama de casa, y confieso que compatibilizar los tiempos para desempeñar todas las funciones de manera simultánea y exitosa no ha sido algo fácil, pero estoy segura que la recompensa al momento de convertirme en profesional será tan grande como la tarea que decidí enfrentar para ser una mamá 3.0.
Algunas cosas que me han sido de gran utilidad y que recomiendo siempre son:
Levantarse muy temprano
Mi día comienza a las 06.00 de la mañana pero es la única forma que tengo para poder “alargar” la jornada. Normalmente ntes de ir a clases, dejo la casa limpia y ordenada.
Ir de compras el fin de semana
Durante toda la semana y a no ser que sea algo de extrema urgencia, no aparezco por el centro de mi ciudad. Sin embargo, el día sábado lo comienzo comprando en la feria las frutas y verduras necesarias, por la tarde descanso y ya al atardecer invito a mi esposo a realizar otras compras si es necesario.
Planchar una vez por semana
Por los diferentes horarios que tengo en la semana se me volvió imposible planchar los cestos de ropa varias veces por semana, así que opté por dejar la mañana del lunes (que por ahora tengo libre) para poder dejar todo planchado y guardado.
Estudio mientras me desplazo de un lugar a otro
En clases me vuelvo una máquina de tomar apuntes, grabo las clases importantes y cuando voy hacia algún lugar trato de llevar mis apuntes conmigo para poder repasarlos.
Saco provecho de la tecnología para hacer trabajos
Estudio Relaciones Públicas con mención Mercadeo y me atrevería a decir que el 98% de los encargos son trabajos de grupos, esto al principio me complicó bastante porque no contaba con el tiempo suficiente para poder reunirme con mis compañeras, pero aprendí que herramientas como el chat, las video- llamadas, y el almacenamiento de documentos en Google Drive, pueden sacar de serios apuros. Hoy por hoy hago casi todo por esos medios, porque se acomoda al tiempo de todas nosotras.
Planifico mi semana
En mi agenda anoto todo lo que debo solucionar y cuando digo todo no exagero, porque con tanto que hacer mi memoria a veces suele jugarme malas pasadas. De esta manera dejo tiempo para asistir a las reuniones de padres del colegio de mi hijo, tiempo para conectarme a internet a escribir, para hacer trabajos y tener pequeñas citas románticas con mi esposo.
Cocino de noche
Como reza el dicho: mato dos pájaros de un tiro, porque preparo la cena y dejo preparado el almuerzo para el otro día; esto principalmente porque durante el día no estoy y de esta manera todos podemos llevar comida casera a nuestros lugares de estudio o trabajo.
Dicen que por grandes sacrificios se reciben bendiciones y yo lo he podido comprobar. Cada pieza del “rompecabezas” que he comenzado a armar encaja de manera perfecta en mi vida. He podido desempeñar bien cada una de las funciones que he asumido, logré terminar mi carrera en los semestres que correspondía, he visto crecer a mi hijo y he comenzado a aportar económicamente en nuestro hogar. El precio ha sido alto, pero la satisfacción es un sentimiento aún más grande, por lo que si estás pasando por lo mismo que yo, mi consejo es que cada vez que se te acaben las fuerzas para seguir luchando, respires profundo, mires a los ojos a tus pequeños y sigas luchando con la garra que solo una madre puede tener.