Cuando el espejo no es nuestro amigo: Tres consejos para mejorar nuestra autoestima
Muchas mujeres tienen una lucha con el espejo pues no les gusta la imagen reflejada. Podemos combatir esta lucha cuando decidimos apreciar nuestros atributos e imperfecciones.
Denhi Chaney
A todas nos ha pasado que en ciertos días nos levantamos, vemos el espejo y no nos gusta mucho lo que estamos viendo. Sin embargo, admitimos que después de una buena ducha y unos cuantos trucos nos veremos mucho mejor. Para otras personas aun después de la ducha y de muchos trucos solamente queda una conclusión: seguimos detestando tanto al espejo, como a la imagen reflejada. No nos gusta lo que vemos y nos sentimos así diariamente. Este estado de inseguridad y baja autoestima es realmente un estado doloroso y deprimente que afecta todos los niveles de nuestra vida, y que si no lo corregimos puede seguir en generaciones por venir.
Las razones por las cuales alguien tiene baja autoestima varían, pero no es difícil entender el por qué, cuando vemos una cultura que se centra en el aspecto exterior de la persona, y que difunde esa efigie del individuo por medio de imágenes modificadas digitalmente. En comparación de estas ilustraciones o estos ideales, no es sorprendente que tantas personas sientan que no pueden alcanzar esa perfección al darse cuenta que se ven altamente diferentes a los modelos difundidos en los medios. Aunque difícil, podemos luchar en contra de estas nociones y aprender a aceptar y querer nuestro cuerpo tal y como es, no porque sea perfecto sino porque hay belleza en su misma imperfección. Los siguientes consejos te podrán ayudar a levantarte en las mañanas y ya no odiar la imagen reflejada en el espejo.
1. Pídele a alguien de confianza que te describa físicamente
La mayoría de las veces lo que vemos en el espejo es lo que estamos acostumbrados a creer y no la forma en que realmente nos vemos. En otras palabras, vemos lo que queremos ver. Si le pedimos a alguien de nuestra confianza; alguien a quien consideramos honesto, que nos describa, veremos una diferencia grande entre la realidad y lo que nosotros pensamos. Siempre es bueno que cuando nos empecemos a sentir inseguras recordarnos que la realidad no es la que pensamos, y que si nos convencemos de esto nuestra forma de conducirnos mejora y nos sentimos más seguras.
2. Háblate a ti misma frente al espejo y confronta la voz que critica
Seguramente estás muy familiarizada con esa voz que critica cada vez que estás frente a un espejo; es tiempo de silenciar esa voz confrontándola y haciéndole saber que no creerás más en sus mentiras. Sonará extraño hacer esto, pero es sumamente importante que esto lo digas en voz alta frente al espejo mientras te observas. No pierdas la esperanza si la primera vez es sumamente difícil, tienes que hacerlo varias veces para que poco a poco esa voz se vuelva mucho más chica y que con el tiempo desaparezca.
3. Aprende a amar todos tus atributos y tus imperfecciones
Es importante recordar que siempre habrá cosas que nos gustan más que otras en nuestro cuerpo, pero que esto no implica que todo necesite cambiar para vernos atractivas. Al contrario, las cosas que nos gustan menos, las cosas que nos gustaría cambiar, tal vez sean las que nos hacen únicas, especiales y bellas. Escribe todos tus atributos y haz una meta de añadirle a la lista con el tiempo (especialmente cuando la voz que te critica se va silenciando), esto te ayudará a darte cuenta que tienes muchos más atributos de lo que piensas, o inicialmente pensabas.
El espejo no tiene que ser nuestro enemigo cuando trabajamos diligentemente en apreciar nuestro cuerpo y la realidad de nuestra apariencia. Es tiempo de combatir una cultura que no ofrece una belleza real y empezar a admirar aquella belleza real que se ve reflejada en miles de espejos y que solo está buscando que ésta sea aceptada. No es sano ni sabio luchar u odiar al espejo, pero sí es vital luchar en contra de esa voz que nos critica. Debemos hacerlo constantemente, hasta que la única voz que escuches sea la de la satisfacción de sentirte mejor contigo misma.