Cuando el tener hermanos significa la guerra

Tu hogar no tiene que ser un campo de batalla cuando les enseñas a tus hijos a lidiar con los conflictos que surgen entre ellos.

Denhi Chaney

Es inevitable que existan discusiones entre hermanos. Eternas discusiones, pues cada uno tiene una personalidad diferente. El sentir celos, y el simple hecho de tener que compartir un mismo cuarto y techo, pueden hacer la relación un tanto tirante. Todos tenemos la opción de escoger a nuestros amigos, pero no a nuestros hermanos, y quizá esto hace que la relación sea tan inconstante como inquebrantable. La mayoría tiene la experiencia de haber crecido entre hermanos; por lo tanto, sabe que no siempre todo es color de rosa; aun así, sí existe una diferencia palpable cuando entre hermanos se buscan llevar mejor bajo la dirección y disciplina de los padres.

Nuestro rol como padres no se limita a festejar cuando todos se llevan bien, sino a utilizar un conflicto entre hermanos como una oportunidad de aprendizaje, para ejercer disciplina. De este modo no solo se mantiene la paz, sino que se forja el carácter y el espíritu de responsabilidad entre los miembros de la familia. Esta noción es importante, pues se ha corroborado entre profesionales que el no tener ningún conflicto entre hermanos, a la larga, trae consigo consecuencias negativas, ya que el aprender a lidiar con todas estas emociones es parte de convertirse en adulto, y luego crear una familia.

Con esto en mente, a continuación te presento algunos consejos que te serán de ayuda cuando exista un conflicto entre hermanos y cómo utilizar dicha situación como una oportunidad en lugar de un castigo –todos estos consejos se deben utilizar con niños de al menos cinco años de edad–:

1. Déjalos a ellos solucionar el problema

Escuchas el grito hasta afuera de la casa: “¡Mamá!”. De un brinco, y de malas, encuentras a tus hijos peleando por un juguete, por el televisor, por un espacio en el que sentarse, por el cuarto, por el videojuego, etcétera. El primer instinto es solucionarles el problema, y decidir quién tiene el derecho al preciado premio y motivo del argumento; sin embargo, si haces esto no les enseñas a lidiar con el conflicto. La mejor alternativa es decirles que ninguno lo tiene hasta que los dos puedan llegar a un acuerdo con tu ayuda; es decir, que dialoguen y puedan estar de acuerdo en: a) compartir, b) hacer algo diferente, o c) llegar a un mutuo acuerdo. Es esencial que permanezcas con ellos para garantizar que los dos estén satisfechos y para ayudarlos a mantener la calma mientras intentan hablar de su problema, y que de esa forma aprendan a negociar entre hermanos.

2. Escriban la historia juntos

¿Cuántas veces no hemos escuchado el siguiente diálogo: “Mamá, ella me empujó en la resbaladilla cuando apenas me había sentado”, “No es cierto, ella se resbaló sola”; “Ella hizo…”, “Él hizo…”, etcétera? De nueva cuenta intentamos escuchar las dos versiones de la historia para favorecer una, puesto que casi siempre sucede que debe de haber un malo y un bueno, cuando en realidad un conflicto siempre precisa de dos personas. Una de las mejores formas de lidiar con estas situaciones es darle a uno un cuaderno y al otro un lápiz, y que se pongan de acuerdo para elaborar una misma historia en la que concuerden con los acontecimientos. Este ejercicio es esencial para enseñarles a ver y entender el punto de vista del otro, lo cual es elemental en el aprendizaje de lidiar con cualquier tipo de conflicto: la aceptación de que tu punto de vista no es el único válido.

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3. Tu ejemplo es clave

Si tienes la tendencia de arrojar cosas cuando estás molesta, que no te sorprenda que tu hijo le aviente un juguete a su hermano cuando se molesta con él. Nuestros hijos aprenden sobre cómo lidiar con un conflicto de nuestro ejemplo. Ahora, esto no quiere decir que tienes que ser perfecta y que nunca vas a cometer errores, pues todos sabemos que aun con nuestras mejores intencionesalzamos la voz y no manejamos el conflicto de forma adecuada. En esos momentos debemos ser honestos con ellos y pedirles perdón por habernos equivocado, y empezar de nuevo. Cuando hacemos esto mandamos el mensaje de que aun cuando peleen entre hermanos siempre tienen la opción de pedir perdón y enmendar la relación.

Cabe mencionar que después de aplicar estas sugerencias siempre es importante demostrarles lo que han hecho mal, felicitarlos por haber colaborado contigo y hacerlos sentir capaces de lidiar con otros conflictos en un futuro. El tener conflictos entre hermanos es normal, y hasta cierto punto saludable, pero esto no tiene que significar que el hogar se convierta en un campo de batalla, siempre y cuando estemos dispuestas a tomarnos el tiempo de enseñarles a lidiar con el conflicto en lugar de terminarlos nosotras mismas.

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Denhi Chaney

Denhi Chaney es egresada de la Universidad de Brigham Young con maestría en Terapia de Matrimonio y Familiar. Denhi también es esposa y madre de un niño. Puedes contactarla en .