Dale sentido a tu vida

Si sientes que a veces deambulas por la vida sin rumbo y sin ilusiones, leer esto es el inicio de tu camino al hallazgo del sentido de la vida.

Diana Cantor Martinez

Sentada en el sofá, Adriana ve pasar las horas en su reloj mientras el péndulo se balancea de un lado a otro: ya son las tres de la tarde. Desliza sus dedos por la mesita que tiene al lado para comprobar que no ha quedado polvo. Y así es un día tras otro. Su esposo sale al trabajo muy temprano y regresa en las noches, su única hija de 19 años pasa sus días entre la universidad y sus amigos, y ella se dedica a los quehaceres del hogar.

A sus 39 años, la vida se le ha convertido en una verdadera carga, siente que no tiene energías ni motivación para seguir. No tiene fuerzas para emprender ningún proyecto, nada la motiva. Gerardo, su esposo, gana el suficiente dinero para sostener el hogar, sin embargo le ha hecho saber que si ella se siente mejor, podría conseguirse un empleo. Su respuesta a esto siempre es la misma: “Yo no sé hacer nada y estoy segura que nadie me va a contratar a esta edad”.

Los fines de semana, Gerardo la invita a almorzar fuera de casa; la mayoría de las veces no quiere ir, y si va, termina por ensimismarse en sus pensamientos y lo único que desea es el momento de regresar a casa.

Gerardo le tiene mucha paciencia, pero a veces siente que todo en la vida tiene un límite. Él ha sabido mantenerse a su lado pese a que ella con su comportamiento a veces lo aleja, así como alejó a sus amigas y a su familia.

¿Cómo hallarle un sentido a la vida?

El caso de Adriana es más común de lo que podemos imaginar. Hombres y mujeres deambulan por la vida sin rumbo y sin ilusiones, un día es exactamente igual al otro y tan sólo esperan el ocaso del día para refugiarse en el sueño y evitar así la realidad con la que irremediablemente deben convivir. ¿Qué puedes hacer si esto es lo que te está sucediendo? Lee a continuación.

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Descarta una patología

Aunque no lo creas, muchas de las características que mencione en Adriana son claros síntomas de alguien que padece hipotiroidismo. Además, la falta de energía, la ausencia de motivación y la apatía son, entre otras, algunas de sus manifestaciones emocionales. La depresión es otra enfermedad silenciosa y muy pocos se percatan de que están atravesando por algún episodio. Por ello te sugiero que en primera instancia acudas al médico para que descartes alguna posible patología con efectos emocionales secundarios.En este otro artículo puedes informarte más acerca de la depresión cronica.

Haz ejercicio

Por otra parte, a través del ejercicio liberamos un neurotransmisor llamado serotonina, encargado de generar la sensación de bienestar en el cuerpo, así como de inhibir la irritabilidad, la ira o la agresión. El ejercicio cardiovascular, como correr y bailar, favorece la producción de serotonina, pero incluso el solo hecho de caminar diariamente media hora a paso ligero aumenta sus niveles.

Aliméntate bien

La alimentación juega otro papel importante en el bienestar emocional. Las verduras y los vegetales, así como las proteínas de la carne y los nutrientes de los productos del mar, nutren y alivianan el cuerpo y le proporcionan energía, a la vez que aumentan también los niveles de serotonina. Las harinas y los azúcares, por el contrario tienden a entorpecer el metabolismo y generan ansiedad.

Trabaja en tu seguridad personal y en tu autoestima

Una manifestación de la falta de autoestima es la inseguridad personal. Entre más disminuye la autoestima, más aumenta la inseguridad, y ésta puede llegar a ser incapacitante: la persona termina por refugiarse en casa llena de temores, dejando pasar los mejores años de su vida.

El poder de la autoestima

El sentido de vida se relaciona directamente con la capacidad de amarse y aceptarse, por lo que la autoestima es otro aspecto importante en el que debes trabajar.

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Establece metas

Sin un propósito y una meta en la vida, no hay motivación. Debe existir algo por lo que quieras levantarte cada día. Algo por lo que valga la pena trabajar o incluso padecer las dificultades e infortunios que irremediablemente hacen parte de la vida.

Ayuda a otros

Siempre hay algo que podemos hacer por lo demás. Enseñar a alguien a leer y escribir, visitar a alguien que está enfermo o donar unas cuantas horas a la semana a una casa para adultos mayores. En las casas donde hay un recién nacido siempre hay mucho por hacer. En fin, existen muchas maneras en que podemos dar un poco de nosotros mismos sin esperar nada a cambio. Cuando ayudas a otros, tus problemas pierden su protagonismo, el aburrimiento se disipa y da paso a la generosidad y a la comprensión, da paso al sentido de la vida; nos hace sentir que la vida vale la pena vivirla.

Encuéntrale el gusto a la vida

Puedes convertir cualquier momento en una grata experiencia. Una simple caminata por un parque, comer una rica cena o un helado en una tarde calurosa, leer un libro, escuchar una canción y una infinidad de momentos que sumados se convierten en la vida que vives día a día.

Procura hacerte la vida amable, rodéate de personas que te amen y trabaja de ser posible en lo que te gusta y te apasiona. No te acostumbres a una vida sin sentido, vacía y sin ilusiones. Jamás olvides que eres especial para Dios, que en Él puedes encontrar refugio y fortaleza para seguir adelante cada día. En este otro artículo te cuento cómo puedes fortalecer tu ser interior para no dejarte abatir por la vida.

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Diana Cantor Martinez

Hay un momento de la vida en que descubrimos que necesitamos un cambio para poder avanzar y crecer reconoce el momento y no pierdas la oportunidad.