Decir NO con “la técnica del sándwich”
Aprender a decir que no con una técnica especial conocida como el sándwich.
Arturo Leonardo
Y entonces ahí estás nuevamente, metido en una situación que no te agrada pero a la que tu extrema cordialidad te llevó. Hubiese sido tan fácil haber dicho “no”, pero, de manera irónica, no sabías decirlo.
El negarse a ciertas cosas es una hoja de espada muy filosa que debe ser desenvainada con cuidado. Claro que lograrás que algunas personas se enojen contigo, pero va de por medio tu estabilidad emocional.
Entonces el decir que no suena, quizá, muy fácil, pero ¿cómo decirle que no a mi jefe, a mis padres o amigos? Hay una forma que encontré llamada “la técnica del sándwich”, y puede resultar igual de deliciosa que ese platillo con pan, jamón y lo que tu creatividad permita echarle.
La llamada técnica del sándwich, nombrada así por unos psicólogos muy creativos, se trata de que des el mensaje, la negativa en este caso, en capas, o por espacios. Por acá en México sería algo así como “no soltar de sopetón el no, hay que ser más calmados”.
Las capas del sándwich para decir que NO.
1. Mensaje positivo, la primera rebanada de pan
Ya te soltaron que si puedes ayudar a cargar en una mudanza justo el día que ya tienes planes; o que realmente solo quieres descansar de la semana. Lo primero que hay que hacer es sonreír y agradecer el gesto, si nos ponemos creativos sería algo parecido a: “Muchas gracias por pensar en mí, seguro me quieres por mis poderosos músculos, yo lo sé, no eres el único”. Ahí incluso metes un chiste para amortiguar el choque.
Luego viene la siguiente capa:
2. Mensaje negativo, la loncha de jamón o relleno
Aquí sueltas, directo como flecha que no puedes hacerlo o que no estás dispuesto, vamos a ponernos de nuevo creativos sería más o menos así: “Pero no puedo, tuve una semana realmente muy pesada y necesito cumplir con tareas en casa, o ya quedé en hacer algo más, etc.”
El impacto de la negativa, que sería algo así como en una montaña rusa, la vuelves a suavizar y a levantar con la tercera capa del sándwich del no.
3. Mensaje positivo, segunda rebanada de pan
Le das otra opción o te ofreces a apoyarlo de una manera distinta, una la cual tú puedas dominar y no te comprometa de más. Entonces el final sería de la siguiente forma: “Pero mira, tengo el teléfono de alguien que puede ayudarte, o sabes qué, de una vez quedamos la próxima semana y te ayudo a pintar”.
Palabras más, palabras menos, el asunto de la técnica del sándwich te ayudará a entender que no necesariamente tienes que hacer todo lo que los demás te pidan. Aunque sí quiero dejar en claro que, esta técnica no tiene ningún tipo de garantía al aplicarla con la pareja al momento de visitar a los suegros, advertidos están. Relacionado con este tema, te invito a releer estos artículos:
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Arturo Leonardo
Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.
