Dime qué publicas y te diré quién eres
¿Sabías que muchas personas están perdiendo su empleo por lo que publican en sus redes? ¡Esto puede sucederte a ti!
Emma E. Sánchez
Cada día somos más las personas que usamos diariamente las redes sociales. En ellas podemos encontrar a nuestros amigos y familiares para comunicarnos y divertirnos, una serie de productos para comprar, lugares para visitar y mil cosas más. Todos podemos decir que nuestro mundo y cómo nos relacionamos en él ha cambiado radicalmente con las redes sociales. Y son precisamente esos cambios los que nos han tomado por sorpresa, ya que con frecuencia no hemos sabido manejarlas adecuadamente.
Educadores y psicólogos ya se encargan de animar a los padres a ser más cuidadosos con el tiempo que sus hijos pasan frente a la computadora y de advertirles del riesgo que los menores corren al publicar su información personal. Los maestros están trabajando en implementar más y mejores recursos didácticos para que sus estudiantes aprovechen el Internet y las redes, pero los adultos y los jóvenes estamos cometiendo el error de no usar estas nuevas tecnologías a nuestro favor y sí para dañar nuestras relaciones personales y laborales. ¿Quieres saber cómo ocurre esto?
Daños laborales
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Los empleados pierden mucho tiempo checando sus redes sociales. Dejan de atender sus deberes, y pasan el doble del tiempo usando los sanitarios, pues se esconden para estar atentos a publicar y comentar.
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Actualmente, muchas de las llamadas de atención, inclusive muchos de los despedidos, tienen que ver con que el trabajador se distrajo con su celular y hubo daños en líneas de producción, higiene de productos o los clientes se han quejado del mal servicio que han recibido.
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Como si no fuera suficiente el hecho de estar haciendo algo personal en horas de trabajo, muchos empleados publican fotos, hacen comentarios que quedan registrados con fecha y hora, confirmando así la cantidad de tiempo que pasan en las redes.
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Pareciera que al publicar fotos de mal gusto o hacer comentarios inapropiados, algo en nuestra cabeza nos dice: “Nadie se va a dar cuenta”. Pero, para cuando reaccionamos del error que hemos cometido, dichas fotos y comentarios ya nos han metido en vergonzosos problemas.
Sé consciente del riesgo que implica
¿Sabías que ahora los departamentos de Recursos Humanos dedican tiempo a revisar los perfiles de sus empleados y candidatos? Si alguien de la empresa para la que trabajas revisara el tuyo ¿qué encontraría? Y ya no me refiero solamente a esas fotos en traje de baño, que poco te favorecen, sino a lo que todo lo que publicas y lo que eso dice de ti. Se ha llamado a revisar las redes sociales de alguien como “Ver las profundidades de su mente”, y es cierto en muchas maneras: publicamos nuestros gustos, nuestras frases favoritas y los sitios que acostumbramos visitar. Ya con esos datos podemos estar revelando nuestro nivel socio económico y cultural que, con frecuencia, dicen los psicólogos laborales, difieren mucho de lo que se menciona en las hojas de vida o currículum que los empleados y aspirantes presentan a sus empleadores.
No se trata de ser una persona dos caras o de vivir de las apariencias y solo publicar cosas “elegantes y refinadas”. Se trata de prudencia y buen juicio. Cuando vayas a publicar algo, por pequeño o insignificante que sea, inclusive si solo vas a dar un “Me gusta”, piensa que por más candados que pongas, lo puede ver en algún momento tu esposo, tus hijos, tus padres o amigos, tu empleador, socios o compañeros de trabajo. Y lo que es peor: podrán verlo personas a quienes no les resultes muy agradable o que busquen hacerte un daño.
Actualmente, muchas personas padecen por no tener acceso a un trabajo que les provea de lo suficiente para ellos y sus familias, por ello, sé prudente y recuerda que hacer un mal uso de las redes puede costarte el empleo y el sostén de tu familia.