Cómo comer sanamente sin gastar mucho dinero.
A veces tenemos el concepto de que se necesita gastar mucho para darle a la familia una alimentación equilibrada. Si se planea bien la comida y se compran alimentos más nutritivos, se puede mejorar la salud de la familia.
Ruth Huppe
Comer sanamente es consumir de todos los grupos de alimentos cada día y con las porciones que nuestro cuerpo necesita. Mucha gente cree que es caro comer de esta forma, pero si se planea bien la comida de la semana para la familia y se toman en cuenta las necesidades que tiene cada miembro, en realidad podemos ahorrar bastante dinero. En ese sentido, algunos consejos muy útiles que yo podría compartirte son:
1.
Compra siempre fruta de temporada
Muchas veces no sabemos que existen frutas y verduras que cuando es su temporada son más baratas que las demás. Podemos encontrar calendarios en Internet que nos dicen qué temporada tiene cada fruta y verdura y podemos ahorrar bastante comprando de esa forma
2. Prepara comidas apetecibles y poco repetitivas
Esto es muy importante si se tiene hijos pequeños. La repetición de los mismos alimentos hace que para ellos sea difícil comer, y más si queremos darles crema de brócoli cuatro días de la semana. Es una buena idea buscar recetas de platillos nuevos con pocos ingredientes y en las cuales se pueda siempre incluir verduras frescas. Podemos intentar tener un día de la semana pollo, o pescado, o carne de res, y al siguiente carne de puerco o pavo y así ir alternando. Si se compra en cantidades pequeñas para solo un día de la semana, economizamos más.
3. Conviértete en amiga de cereales integrales y leguminosas
Si no se tiene suficiente dinero para comer carne todos los días, podemos planear en sustitutos como soya y otras leguminosas como frijoles. Si combinamos frijoles y arroz se tiene la misma calidad de proteína que la proteína animal. No se recomienda sustituir frijoles con arroz todos los días porque los niños pequeños y los adolescentes así como mujeres embarazadas y en lactancia, necesitan tener los minerales y vitaminas que aporta la carne.
4. Pregunta a cada miembro de la familia qué se le apetece
Es importante tomar en cuenta los gustos en alimentos de niños y adolescentes. Si se tiene hijos pequeños, es importante ir poco a poco acostumbrándolos a comer verduras y frutas, si es que antes llevaban una dieta distinta. Con los adolescentes se puede hablar con ellos y explicarles el cambio de dieta que se quiere tener en la casa, así como los beneficios que puede traer en su salud. Si intentamos llevar una dieta mejor en nuestro hogar y no tomamos en cuenta a los integrantes de ella, vamos a desperdiciar bastante comida, y va a ser doble gasto y trabajo para los padres.
5. Cambia el postre
Muchas veces creemos que un postre siempre debe ser un alimento alto en azúcar refinada y harina, pero un postre puede ser sustituido por frutas con miel o fruta con yogurt.
6. Sustituye bebidas
Aunque un refresco o gaseosa y las bebidas para deportistas no son muy caras, podemos ahorrar bastante evitando comprarlas. También podemos sustituir jugos de tetra pack o embotellados por agua de frutas o agua natural. Algo muy importante para la economía y la salud de nuestra familia es el acostumbrar a nuestros hijos a beber agua natural entre comidas.
7. Elabora bocadillos o botanas saludables
Es sorprendente cuánto se ahorra cambiando los bocadillos por fruta y verdura o leguminosas. Éstos podrían ser preparados de forma distinta para que sean más apetecibles. Siempre tenerlos a la mano, preparados en el refrigerador. Pueden ser calabazas al horno con un poco de aceite de oliva y especias, o limón con apio y zanahorias. Se pueden encontrar muchas recetas para poder ser creativos en este aspecto.
8. Prepara los alimentos en el hogar
Ahorramos bastante cuando cocinamos la comida nosotros mismos. Esto tiene el beneficio extra de que así sabemos exactamente qué es lo que contiene nuestra comida. También debemos recordar que, por lo general, cuando se compra un alimento congelado o previamente preparado y contiene más de 15 ingredientes y la mayoría no sabemos en qué consisten, no estamos dando algo sano a nuestro cuerpo. Debemos aprender a leer etiquetados, siempre estar conscientes qué es lo que le estamos dando a nuestros hijos y a nuestro cuerpo. Es recomendable hacer tiempo en nuestro ajetreado día para cocinar nuestros propios alimentos y el de nuestra familia.
Ahorrar y comer sano no son conceptos opuestos. Podemos ser creativos, aprender a disfrutar nuestros alimentos y sin tener que gastar mucho. Vamos a mejorar los hábitos alimenticios de nuestros hijos y al ir creciendo pueden crear una diferencia muy grande. También se debe tener en cuenta que podemos evitar muchas enfermedades teniendo una dieta sana.