El Adviento, la mejor manera de prepararte para la temporada navideña
Vivir el Adviento en familia es la mejor manera de prepararte para la Navidad. ¿Sabes cómo hacerlo?
Julia Tort
Adviento, que se origina del latín, significa “venida”. Lo componen cuatro semanas de preparación previas a la Navidad (llegada de Cristo), que nos exhortan a hacer un análisis interior, a meditar acerca de nuestra conexión espiritual, de reflexión y de perdón. Su duración puede variar de 21 a 28 días, celebrándose durante cuatro domingos, los más próximos a la Navidad. Las iglesias colocan una corona de ramas de pino o muérdago trenzado, llamada Corona de adviento, con cuatro velas, una por cada domingo de Adviento; en algunos hogares también se acostumbra colocarlas.
Son cuatro velas las que se disponen alrededor de la corona, y significan la luz que disipa las tinieblas del pecado. Hay quienes utilizan tres de color morado, una rosa y una vela blanca al centro, como la luz de Jesús que, al nacer, ilumina la vida del hombre. La luz de las velas también indica el camino, aleja el miedo y favorece la comunión. La luz que brilla es un símbolo de Cristo, luz del mundo.
Cada una de las velas tiene un significado por su color, además de llevar consigo una virtud a mejorar durante esa semana; pueden significar también lo que hay que recordar, y se enciende de una en una cada domingo de Adviento, hasta llegar la Navidad.
Morada, primer domingo
Nos recuerda que es tiempo de penitencia, austeridad y conversión; de vigilancia en espera de la venida del Señor. Mejorar en el amor.
Roja, segundo domingo
Es la alegría de la venida de Cristo. La conversión. Mejorar en la paz.
Rosa, tercer domingo
Representa el gozo. El testimonio de María, la Madre de Cristo, que vive sirviendo y ayudando al prójimo. Mejorar en la tolerancia.
Blanca, cuarto domingo
Significa la alegría de la llegada de Cristo. Presencia, cercanía. El anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y María. Mejorar en la fe.
El círculo de la corona recuerda la eternidad de Dios, la perfección y la participación. El color verde alude a la esperanza de vida. Su contenido vegetal o mineral simboliza la consagración. Es simbolismo de expresión, de elevación, de poder y dignidad, de atributo y de vírgenes y reyes. Es el signo de la esperanza, y que Dios con su luz triunfa sobre las tinieblas y la muerte.
El Adviento inicia los últimos días de noviembre o los primeros de diciembre, según, en el calendario, sea el primer domingo de los cuatro antes de la Navidad. Encender cada domingo una de las cuatro velas, hasta prenderlas en su totalidad, muestra el gradual ascenso hacia la plenitud de la luz en Navidad.
Si en algún lugar incluyen una vela más grande, llamada Cirio de Nochebuena, es porque representa a Jesús recién nacido.
Para llegar a la Navidad llenos de amor en familia
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Los miembros de la familia pueden utilizar diversos materiales para elaborar su propio pesebre, mientras hablan acerca de la época que se avecina. Es un momento ideal para convivir y acercarse a las actitudes de reflexión, convivencia y cercanía con Dios.
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Pueden hacer una lista de propósitos para mejorar en este tiempo; por ejemplo: perdonaré a mis hermanos por las travesuras que me han hecho, mejoraré mi conducta, me comportaré de mejor manera; ofreceré mi ayuda a quienes lo requieran, tanto en casa como en la calle; ofreceré un vaso con agua o comida a alguna persona que lo necesite, etcétera.
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Pueden llevar un calendario familiar que esté a la vista de todos, e ir marcando los días, anotando cuáles son importantes bajo los propósitos de Adviento y contando los que hagan falta para el día de la Navidad.
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Es un buen momento para reflexionar, orar con los niños y platicar entre todos acerca de los buenos propósitos para terminar el año e iniciar el siguiente.
Todos los momentos son buenos para acercarnos a nuestros hijos; sin embargo, la Navidad nos invita a reflexionar, a sentir y a hablar de temas profundos acerca del amor y del perdón. Enseñemos a nuestros hijos a amar, amándolos; a elevar su espíritu por medio de la nobleza y el gozo. Vivamos una Navidad diferente, llena de felicidad y esperanza, con un corazón abierto para mejorar nuestra vida como padres y guías de nuestros hijos. Vivamos la Navidad en familia.