Enamorarse cada día como la primera vez. 5 cosas que no debes olvidar.
"El matrimonio debe ser una relación de simpatía o de conquista". George Eliot.
Yordanka Pérez Giraldo
Para decirte lo que quiero decirte, primero necesito contarte esta anécdota. Un día, mientras paseaba a mi perro me encontré una moneda de cinco pesos, que recogí y guardé en mi mano, donde cargaba el llavero de metal en forma de sombrero de charro con las llaves de mi casa. Me olvidé de ella mientras me entretenía en cuidar que mi perro no tragara nada de la calle, de recoger sus desechos, de sostener la correa; sin embargo, en mi mente la tenía presente, porque aunque no es mucho, cinco pesos más en mi cartera no vienen nada mal.
De regreso a casa, al abrir la mano para ver la moneda ya no estaba allí. No supe en qué momento la perdí, pero lo cierto es que lo que estaba sujetando era el pequeño, metálico y redondo sombrero mexicano, no mi pequeño tesoro como yo había estado creyendo; sin saber, se me había escurrido de entre las manos mientras estaba preocupada por otras cosas.
Perder el amor que creíamos sostener en la mano
Del mismo modo pasa con nuestras relaciones, con nuestro matrimonio: de pronto, un día nos sentimos enormemente bendecidos de haber encontrado ese tesoro en nuestro camino, pero ya que lo tenemos simplemente dejamos de estar al pendiente de él, pues creemos que es imposible perderlo, hasta que un día abres la mano y te das cuenta de que está vacía, de que lo que creías tuyo ya no lo es más y lo que es peor, no sabes siquiera en qué momento lo extraviaste.
Por ello es nuestra responsabilidad cuidar de los tesoros que la vida pone en nuestro camino, y la familia es el primero de ellos. En esta ocasión no me refiero a nuestros padres y demás parientes, no, sino a la familia que construimos e iniciamos con el matrimonio. ¿Cómo hacerlo? Aquí te comparto algunas ideas.
No olvides que enamorarte es una elección
Nos hemos acostumbrado tanto a detenernos en los detalles negativos de nuestras vidas, de las personas que tenemos cerca, que no vemos la bendición enorme de tener a alguien a quien amar. Por ello, para mantener el amor vigente en ti y en esa persona a quien amas, no dejes de decirle nunca la fortuna que es tenerla en tu vida y el bien que le hace a tu corazón, a tu persona su sola existencia.
Sé su cómplice
El “divide y vencerás” es una técnica antigua y eficaz para romper vínculos, por lo cual no debes permitirte que surjan distancias entre tu amor y tú. No juzgar en demasía, no desmoralizar y hacer y respetar acuerdos es una buena manera de no distanciarse.
Acéptale como es
Es típico que al principio amamos todo de él, pero pasado un tiempo queremos cambiarlo y si no lo logramos nos enojamos, como si su forma de ser fuera un plan macabro para hacernos enfadar. Cuando lo conociste te enamoraste de todo el paquete; si antes lo negativo no fue lo suficientemente importante como para evitar amarlo, ¿por qué de pronto darle tanto peso?
Ten paciencia
La paciencia es de las cosas más importantes en una relación. Si no le permites ser, disfrutar, si no tienes la actitud de respetar lo que es como persona, como pareja, difícilmente llegarán lejos.
Apóyense mutuamente
Este tema es también crucial, porque si ante cada reto como pareja solo piensas en ti y ves el lado negativo de la situación, lo más seguro es que estés provocando que busque el respaldo lejos de ti, y eso no es bueno para ninguna relación.
Por naturaleza, somos seres afectivos y necesitamos tanto dar como recibir amor, por lo cual permítete que sea el amor el que rija cada aspecto de la unión. Así como por nuestros padres e hijos estamos dispuestos a hacer concesiones y tener la tolerancia para lidiar con ellos sin romper el vínculo, debes tener la capacidad y la apetencia de hacer lo mismo por tu matrimonio si quieres que sea un plan de vida a largo plazo.
Mario Benedetti escribió: “Y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor” (Gracias por el fuego, 1965). Si tú lo amas, qué tal si no dejas nunca de demostrárselo y así, sin querer, lo estarás enamorando. ¡Vale la pena, siempre vale la pena intentarlo!