Encontré al amor de mi vida pero está casado
El amor llegó a tu corazón finalmente, todo es de color rosa y el sol brilla como nunca, todo es perfecto, solo hay un pequeño problema: él está casado. ¿Te sientes dispuesta a todo?
Emma E. Sánchez
Esta puede ser una declaración en verdad triste para alguien vive esta situación, pues su interior sostiene una desgastante lucha. Una parte de su mente dicta una cosa, pero su cuerpo y su corazón dicen todo lo contrario. Se viven momentos de franca felicidad, seguidos por episodios sumamente tristes al mismo tiempo. ¿Qué se puede hacer si este es tu caso?
Ximena, la que amó por partida doble
Gracias a las redes sociales, Ximena, una guapa cuarentona, encontró a Claudio, un viejo amor de juventud. Su romance en aquel entonces fue hermoso, pero los caminos de la vida los separaron y ahora ambos, casados, se reencontraron y el amor del pasado volvió a surgir entre ellos. Al parecer el sentimiento fue más grande que los votos de matrimonio y los hijos en la vida de ella. Todo se ve posible, ella está decidida a todo, pues está convencida de que Claudio es el amor de su vida.
Si Ximena estuviera leyendo este artículo, yo le diría lo siguiente:
¿Es amor, enamoramiento o idealización del pasado?
El amor de tu vida existe, y puede llegar a aparecer varias veces en tu vida. Así como lo lees: al paso del tiempo se puede decir más bien que “ese era tu amor, en esa etapa de tu vida”. Varios psicólogos sostienen que el enamoramiento puede saturar nuestros sentidos y dominar nuestras acciones, pensamientos y reacciones, haciendo que muchas de ellas sean totalmente irracionales. Pero, ¿sabes?, este es el gran secreto: tú decides quién es el gran amor de tu vida. Cuando pasa el tiempo y la vida no ha resultado lo que esperábamos, tendemos a refugiarnos en sucesos agradables del pasado; cuando hacemos esto de manera recurrente, corremos el riesgo de idealizar y exaltar al ser amado. Por lo mismo, analiza si tu situación es amor, enamoramiento o idealización del pasadodebido a las carencias afectivas incluso de tu vida presente.
Cuando se experimenta una relación de este tipo, de forma constante se vive en un mar de hormonas como la dopamina, que hacen que todo luzca maravilloso y nos pone en el canal de estar dispuestos a todo. Antes de tomar una decisión terminante, toma un tiempo, una pequeña pausa, un distanciamiento para que verifiques que estás pensando racionalmente, que tu mente no está saturada de hormonas y cuida que la otra persona haga lo mismo.
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Si sigues dispuesta a todo, considera a quienes vas a abandonar
Ningún matrimonio es fácil, pero dejar una vida hecha es todavía más difícil y complejo de abandonar. Ximena consideraba que sus hijos ya estaban grandes, que ya no la necesitaban tanto como cuando eran pequeños y que un día entenderían sus sentimientos y aprobarían su decisión. ¿Estás segura? Si estás en verdad dispuesta a todo, lo estarás también a hablar claramente con tu esposo y ser honesta, ¿no es así? ¿Y sabes algo más? Claudio deberá estar haciendo lo mismo por su parte. Considera a tu esposo, ¿cómo se sentiría o qué pasaría si se entera de la relación que mantienes a sus espaldas? El amor maduro busca ser honesto y no lastimar a otros.
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No puedes dar más de lo que la otra parte está dispuesta a dar por ti
Las mujeres solemos amar de manera profunda y comprometida casi de inmediato de conocer a nuestra pareja, para bien y para mal. Sé realista y observa si verdaderamente esta relación que ocultas es recíproca o si solo tú estás dispuesta a dar el todo por el todo. Esta suele ser la etapa más dolorosa de este tipo de situaciones, pues la gran mayoría, a la primera de cambios, no funciona y se termina con un gran dolor, vergüenza y desencanto.
La historia de Ximena no tuvo buen fin para ella. Habló con su esposo, dejó a su familia y con el corazón latiendo lleno de ánimo y esperanzas se lanzó a la búsqueda del “amor de su vida”. Él nunca llegó a recogerla: más bien la terminó, le dijo que él no podía dejar a su esposa, que la amaba, pero que no podía estar con ella. Ximena hoy se recupera de este episodio, está reiniciando una vida que nunca imaginó tener y Claudio continúa con su existencia y, hasta donde sé, él es muy feliz.