Enseña a tus hijos a expresar sus emociones
Cuando se trata de la educación de los niños, cosas como los valores, los conocimientos y la obediencia se vuelven un asunto prioritario, pero ¿cuánto tiempo se dedica a enseñarles a manejar, exteriorizar y/o canalizar s
Paola Enriquez
Cuando se trata de la educación de los niños, cosas como los valores, los conocimientos y la obediencia se vuelven un asunto prioritario, pero ¿cuánto tiempo se dedica a enseñarles a manejar, exteriorizar y/o canalizar sus emociones de manera adecuada y saludable?
La mayoría de nosotros crecimos pensando que esconder o guardar todo sentimiento y reacción propia de este era lo más sano, ya que era considerado que mostrar nuestras emociones era símbolo de debilidad y vulnerabilidad. Por esta razón, tendemos a pensar que una persona fría, emocionalmente controlada y distante es fuerte, cuando muchas veces no es así.
Yo crecí pensando de esta manera, y puedo decir que te afecta muchísimo cuando tratas de establecer relaciones laborales, de amistad o una relación de pareja, puesto que para hacerlo necesitas de una capacidad de comunicación adecuada, la cual se ve limitada por este tipo de educación.
Recientemente, este aprendizaje es conocido por los expertos como Inteligencia Emocional. La cual se refiere a la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás. No es ahogar emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas.
Es necesario ayudar a los niños a reconocer sus emociones y la manera correcta de expresarlas. Debes enseñarles que sentimientos como la ira o la tristeza son normales, pero que hay maneras sanas de manifestar una conducta que permita la liberación de la presión que estas traen consigo.
Conversando con diversas personas, en especial padres, pude reunir algunos consejos que te servirán de ejemplo:
-
Abrázalos y tócalos frecuentemente. Esto formará un escudo de amor alrededor de ellos.
-
Pasa tiempo con ellos, especialmente antes de que duerman.
-
Comunícate de forma simple y honesta; habla con tus hijos y cuéntales cómo te sientes. Será mucho más fácil para ellos hablar si lo haces tú también.
-
Mantenlos informados de cualquier problema que pueda afectarlos de manera directa, o del que muestren interés o preocupación.
Advertisement -
Pregúntales acerca de sus sentimientos. Anímalos a que hablen sobre cómo se sienten, sobre lo que piensan, sus miedos y preocupaciones. Si ellos no quieren hablar, pregunta cómo piensan ellos que otros niños se sienten. Hacer esto le ayudará a sincerarse sin sentirse incómodo.
-
Acepta los sentimientos de tus niños. Si tu hijo siente ganas de llorar, dile que está bien que lo haga y exprese sus sentimientos. Es de igual importancia enseñarle que hay un momento y un sitio para dar rienda suelta a este tipo de emociones.
-
No intentes cambiar sus sentimientos. Sé un buen o una buena oyente.
-
Anímalos a que dibujen, coloreen, jueguen o escriban acerca de sus sentimientos.
Con el tiempo y la práctica irás desarrollando otras técnicas y habilidades que, en conjunto, ayudarán a que tus hijos establezcan relaciones personales más sanas —tanto de niños como de adultos—. Esto les ayudará a aprender, además, a focalizar correctamente sus emociones, sentimientos e impulsos, logrando canalizarlos de manera positiva y provechosa.