Es cosa de humildad vencer el orgullo malintencionado
El orgullo desmedido y mal intencionado puede generar una distancia entre las personas que se aman. Aprender a vencer el orgullo es cosa de humildad, aquí te digo cómo lograrlo.
Adriana Acosta Bujan
A veces las relaciones humanas son harto complicadas y muchas veces las personas que nos rodean llegan a herir nuestros sentimientos sin darse cuenta. ¿Qué sucede, en cambio, si lo hicieran con toda intención? De darse, puede deberse a diferencias de opinión, o por pertenecer a otra cultura, por creencias o hábitos distintas, y que por ello se llegue a discusiones sin sentido y genere animadversiones. Todo alimentado por un orgullo mal entendido y muy mal intencionado.
Una persona con orgullo malintencionado en su corazón es fácil de identificar, pues se comporta con rebeldía, autoritarismo y envidia. Siempre cree tener la razón y se enoja con facilidad al grado de no volver a hablar con esa persona que, según cree él o ella, actúa de forma equivocada. Se vuelve un peligro para la salud mental y espiritual de las personas cuando ese sentimiento es negativo.
Pensando en ello, a continuación te comparto cinco consejos para enfrentar esta situación que puede estarse dando en ti o en alguna persona cercana:
1. Acepta a las personas como son
No importa la edad, su creencia religiosa, si es hombre o mujer, debes saber aceptar a las personas como son, con virtudes y defectos, sin llegar a juzgar sus acciones. Debes eliminar el ego que existe en tú corazón para saber identificar que las personas piensan y se expresan de diferente forma. La libertad de expresión es un valor que genera respeto.
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2. Busca dentro de ti
Para poder aprender a aceptar a otra persona, lo primero que hay que hacer es aceptarse uno mismo como es: busca los actos de generosidad, amor, ternura, servicio y paciencia que existen en tu interior, ama tu cuerpo y tu ser. Evita actuar de manera que te sientas superior o inferior al resto de las personas, pues todos somos iguales. Compórtate siempre desde lo que dicte tu corazón y da la razón a quien la necesite para vivir; ese acto te ayudará a crecer espiritualmente y hará de ti un mejor ser humano.
3. Perdona setenta veces siete
La comunicación es importante para conocer el verdadero motivo que generó el orgullo en las personas que te rodean. En muchas ocasiones, será imposible aceptar sus diferentes ideas, pero debes saber controlar tus emociones, ser humilde y usar la razón. Piensa en los beneficios que generan el perdón y su necesidad para una sana convivencia. No te digo que te dejes humillar, pero sí que cambies de actitud y veas las cosas positivas que tiene otorgar el perdón. ¡Libérate!
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4. Escucha razones y opiniones
Aprende a escuchar las razones y opiniones de quienes te rodean, de este modo podrás entender los motivos por los cuales esa persona está molesta. Así podrán llegar a tener acuerdos y buscar soluciones para poder convivir sin rencores y sin orgullo de por medio.
5. Desea lo mejor
Vive en armonía, encuentra el momento de reflexionar y busca la paz interior; desea lo mejor a las personas que te han hecho daño y ámalas. Comprende sus razones y deja a un lado el sufrimiento, pues son obstáculos para tu crecimiento espiritual. Tras buscar dentro de ti, aceptar a las personas tal como son, perdonar una y otra vez, escuchar razones y opiniones y siempre tener buenos deseos para todos, ese es el camino para vencer un orgullo mal intencionado.
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Muchas veces nos enfrentamos a situaciones difíciles que no queremos olvidar, pero no dejes que el orgullo invada tu corazón y te ponga obstáculos para crecer; derrumba ese sentimiento con el perdón, la aceptación, saber escuchar y dar bendiciones a todas aquellas personas que te han hecho algún daño. Recuerda que los seres humanos cometemos errores y de ellos debemos aprender. Por mucho orgullo que genere una persona, siempre necesitará de los demás para poder vivir y ser feliz.