Esas fastidiosas reuniones para hablar de tus hijos

Si quieres que tu hijo sea la mejor persona del mundo, prepárate para enfrentar muchas horas de fastidio.

Marta Martínez Aguirre

No hay mayor fastidio que una junta de padres y maestros. Realmente esas reuniones pueden ser un inmenso bostezo si no estás preparada y no aprendes a valorarlas. Como psicóloga trabajo en un colegio y amo a mis compañeros en la labor educativa. Es en verdad loable su constante amor y dedicación a los niños. Parte de esa labor consiste en reunirse frecuentemente con los padres de los alumnos. Por ello, durante el año escolar, la mayoría de las escuelas invitan a los padres a asistir a reuniones periódicas.

Trata de no ponerte nerviosa: su finalidad no es amargarte la existencia diciéndote que tu niño es insoportable o que tu nena es una quejosa que no aprende. Estos encuentros, sin importar el colegio, la cultura o el entorno, tienen siempre el objetivo de crear un vínculo sólido entre dos instituciones fundamentales para el bienestar de los niños: la familia y la escuela. Juntas, pueden alcanzar logros educativos tan importantes que garanticen el éxito de tus hijos.

La importancia de la relación familia-escuela

Las investigaciones realizadas en torno al vínculo padres-escuela aumentan cada día. Entre sus conclusiones destaca la importancia de la familia en los logros educacionales de los niños, gracias a la relación que existe entre el apoyo familiar en el ámbito pedagógico y la eficacia de la escuela. Además, las investigaciones demuestran que los padres contribuyen un 60% en éxito escolar de los niños, y la escuela aporta el 40% restante. La mayoría de los padres creen que la escuela debe educar a los niños, la realidad es que la educación comienza en la cuna. En resumen, el éxito escolar necesita una dosis de ambas instituciones, familia y escuela; así se logra una pedagogía efectiva.

Veamos algunas cosas que debes saber antes de ir a una reunión escolar:

Infórmate antes de actuar

En general, cuando los niños tienen un mal comportamiento, no dicen toda la verdad o cuentan a medias lo que ha sucedido. Por eso, antes de llegar a la escuela y quejarte con la maestra, practica el autocontrol y ve dispuesta a escuchar otra versión de la historia.

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Reserva el tiempo necesario

Es fundamental que pongas como prioridad en tu agenda la reunión escolar. Toma el tiempo necesario para ello y escucha a la maestra. Esto hará que ella se sienta valorada y se generará un ambiente distendido. Si vas dispuesta a atacar o con prisas, no podrá alcanzarse una solución efectiva a los problemas que se presenten.

La educación nace en casa

Es importante reconocer que la responsabilidad de la educación de tus hijos es tuya y que no puedes delegarla por completo a la escuela. Inculca hábitos de estudio, el cumplimiento de logros, rutinas, el aseo y cuidado del uniforme, el orden en la mochila, el cuidado de los libros y todo lo que se involucre con las actividades escolares. Pon atención a las tareas en casa, las actividades recreativas, las reuniones de padres, las metas que la maestra se propone alcanzar para el año escolar, las necesidades, dificultades y logros de tus niños.

Toma un papel activo

Acompaña a tus hijos en la promoción de actividades que contribuyan al desarrollo intelectual (lectura, vistas a museos, teatros, cine, música). Estimula sus talentos y ayúdales a desarrollar habilidades de socialización y manejo de conflictos. Pon un horario para estudiar, promueve el buen descanso y una alimentación sana.

Sé positiva

Delante de tus hijos, habla de la maestra en forma positiva. Sé gentil, acércate y exprésale tu afecto y gratitud por lo que hace por tus hijos. Reconoce que probablemente ella es también ama de casa, esposa y madre. Considera que dedica a tus hijos de cuatro a seis horas por día, dejando de lado dolores, preocupaciones y sufrimientos personales.

Legitima a la maestra

No descalifiques a la maestra frente a tus hijos. Cuando se descalifica a un profesor, no sólo se resta legitimidad al maestro concreto, sino que disminuye el concepto de autoridad que posee la escuela. Mostrar una actitud empática hacia la labor de la maestra promoverá en tus hijos competencias para relacionarse con ella. A su vez, favorecerás en la maestra una actitud positiva hacia tus niños.

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Evita buscar culpables

Cuando estás angustiada por un problema con tus hijos, lo común es salir a buscar un culpable, ya sea un compañero de clase o la misma maestra. Puede ser difícil aceptar que un hijo tiene dificultades escolares o una mala conducta, sin embargo es necesario asumir que puede pasar. Por eso, antes de confrontar, alíate con la maestra. Ella más que nadie puede ayudarte a resolver el problema.

Plantea de forma asertiva las discrepancias

Es normal que se presenten algunos desacuerdos con quines convivimos día a día, pero sé respetuosa y cuidadosa con las palabras. Recuerda que importa tanto lo que dices, como la forma en que lo dices. Si tu hijo nota que expresas de un modo asertivo tus discrepancias, aprenderá a resolver los conflictos de igual modo. De lo contrario, si te observa enojada y violenta, reproducirá esa actitud en el entorno escolar.

Participa de las reuniones y actividades escolares

Participa de las actividades del proyecto educativo. Tu hijo apreciará el compromiso que significa la colaboración de sus padres con su aprendizaje y se sentirá acompañado por ti y el resto de la familia.

Ahora ya sabes cómo puedes cooperar junto a la escuela para la educación de tus niños y evitarás que asistir a esas reuniones escolares sea un real fastidio. La alianza escuela–familia comienza en el instante en que decides enviar a tu niño a la escuela. El resultado de esta relación positiva desarrollará en tu hijo una profunda percepción del compromiso que tienen, tanto padres como maestros, para que él sea la mejor persona posible y, además, la más feliz del mundo.

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Marta Martínez Aguirre

Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto: