Mamá, tienes mucho que perdonarme

Es tiempo de pedirle perdón a nuestras mamás, pues aunque nos cueste aceptarlo, cometimos muchos errores como hijos.

Denhi Chaney

De alguna u otra forma sabemos que ser mamá es difícil. Aun antes de convertirnos en madres teníamos una idea –aunque vaga– de que no es un trabajo sencillo, sino uno que requiere mucho sacrificio. Sin embargo, ahora que soy madre me doy cuenta de que en realidad no tenía la más mínima idea, y que muchas veces hice cosas que ahora pido al cielo que mis hijos jamás me hagan a mí (pero aun ahorita recuerdo las palabras de mi mamá: “todo se paga en esta vida”). Es ahora cuando me doy cuenta de que aunque le puedo decir a mi mamá cuánto la amo, creo que también es necesario pedirle perdón.

Sé que tal vez mi mamá no recuerde todos estos acontecimientos o tal vez ya no le importe, pero siento que es nuestro papel como hijos pedir perdón ya que en su momento les creamos un dolor de cabeza a nuestras mamás y una preocupación que no se puede igualar con ninguna otra. Así que estas palabras son aquellas cosas que hacemos como hijos que no deberíamos de olvidar, y pedirle a nuestra mamá que nos perdone en el presente por el dolor ocasionado en el pasado.

Perdón por darte noches sin sueño

En este caso no estoy hablando de cuando era bebé y no tenía control alguno en la decisión de dormir o no dormir; no, hablo de cuando era adolescente y me iba con mis amigos al cine o a una fiesta, y regresaba tarde, más tarde de lo que habíamos acordado. Perdón por no darme cuenta de la preocupación que te hice pasar y las desveladas que traen consigo un cansancio agudo al día siguiente.

Perdón por no marcarte como dije

Me molestaba tanto que me pidieras que te marcara en cuanto llegara al lugar que te había dicho o cuando ya venía de regreso, pero ahora entiendo que tu preocupación era por amor hacia mí. Perdón por olvidarme de marcarte y con eso crearte más angustia de no saber si estaba bien.

Perdón por haberte gritado

Perdón por haber perdido mis estribos cuando me sentía frustrada y enojada, y desquitarme de la única forma en que en ese momento se me ocurrió: gritarte. Ahora entiendo que todas esas palabras te rompieron el corazón, y eso jamás lo supe hasta ahora.

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Perdón por desobedecer

Perdón por haber desobedecido en más de una ocasión. Aunque entiendo que es nuestro papel como hijos experimentar, ahora entiendo que al desobedecer solo aumentaba tu preocupación al no saber cómo ayudarme y preguntarte si estabas haciendo un buen trabajo como madre. Mi desobediencia causó dolor, y eso lo lamento mucho.

En fin, existen tantas cosas de las que podría disculparme, pero al final de cuentas solo te quiero decir gracias. Gracias por aceptarme y amarme con todas mis imperfecciones, por perdonarme cuando en verdad no lo merecía, y por enseñarme con tu ejemplo a amar y perdonar a mis hijos, cuando ellos cometan los mismos errores que yo cometí.

Si quieres leer la otra cara de la moneda, te sugiero los siguientes artículos:

¿Pedir disculpas es inadmisible? La tarea de pedir perdón a los hijos
O también puedes leer: Aprende a ofrecer disculpas a tus hijos, y ellos crecerán más sanos

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Denhi Chaney

Denhi Chaney es egresada de la Universidad de Brigham Young con maestría en Terapia de Matrimonio y Familiar. Denhi también es esposa y madre de un niño. Puedes contactarla en .