Pornografía: El veneno en tu relación
La pornografía en una relación puede ser veneno, y a veces es fatal. Pero con ayuda profesional y consistencia, las parejas que salen triunfantes conocen la felicidad y el amor que pocas parejas entienden pues no han pasado por ello.
Denhi Chaney
La historia es sorprendentemente familiar, se conocen y se llevan de maravilla, después de un tiempo se dan cuenta que se han enamorado y están listos para tomar la decisión de pasar el resto de sus vidas juntos. Los primeros meses o años son celestiales, y como esposa no podemos dejar de pensar que verdaderamente nos sacamos la lotería. Sin embargo, no pasa mucho tiempo cuando algunas cosas se empiezan a sentir extrañas, hay algo que produce un sentimiento siniestro en nuestro estómago pero lo evadimos pensando que no es nada. Un día todo lo que creíamos se desmorona cuando encontramos evidencia que en efecto, nuestro esposo ha estado viendo pornografía. Lo confrontamos con lágrimas en los ojos y él lo acepta diciendo que ha sido un problema por demasiados años pero que ha intentado controlarlo y no quiere hacerlo más. Este escenario se produce demasiadas veces en la vida de una pareja, pero no tiene que ser el final de la relación.
Ciertamente la adicción a la pornografía es un veneno en cualquier relación, pero hay una verdad que se olvida frecuentemente: como cualquier adicción, la adicción a la pornografía toma mucho tiempo en resolverse aun cuando el adicto se está esforzando al máximo. Es importante recordar esto como la esposa, pues si decidimos seguir adelante en la relación estamos decidiendo luchar por años, pero algo sí es seguro, no hay mejor forma de recuperarse que cuando los dos, mano en mano están luchando por la misma causa, salvar su relación.
Es importante como esposa recordar que esta adicción aunque es parte de su personalidad, tu esposo sigue siendo el hombre del que te enamoraste. Muchos encuentran las imágenes cuando apenas son niños, y pronto se encuentran en un ciclo del que es casi imposible salir. Aunque no justifica no haber sido completamente honesto, la realidad es que él necesita más que nunca reafirmarse de que al menos tú crees que él es una buena persona y digno de ser amado – mientras el siga creyendo que es una mala persona, la recuperación no está al alcance de sus manos. Es importante nutrir como relación la verdad de que el adicto tiene su personalidad verdadera por así decirlo, y la personalidad que se ha desarrollado por la adicción.
Como pareja pueden sacar el veneno fuera de su relación si consiguen ayuda profesional, pues necesitarán un espacio para lidiar con las emociones y sobrellevar las etapas iniciales que son las más difíciles. Después de un tiempo, ir a grupos de superación de adicción cada semana y seguir programas como el de “12 pasos” ayuda mucho. Es esencial informarse, leer libros y artículos pues ofrecen puntos de vista pertinentes al ciclo de recuperación así como también historias en donde parejas han podido superar esta difícil prueba. En fin, es todo un proceso que tomará mucho tiempo, y sí habrá momentos que serán muy amargos pero con consistencia esos momentos se vuelven dulces cuando se dan cuenta que han sobrevivido y se acercaron más de lo que estaban antes.
Una adicción tiene el potencial de destruir una relación o elevarla a un nivel que solamente las parejas que han pasado por esto conocen. El camino es largo y difícil, pero recuperarse es posible cuando se consigue ayuda, porque hay algo que es cierto, no pueden hacerlo solos, al menos no al principio. Crean en la sabiduría del tiempo, y lo que puede hacer, dense tiempo de superar el shock inicial. Hay una verdad universal que justamente antes del amanecer la noche está en su punto más oscuro. Y así como el inicio es el punto más oscuro, el amanecer vendrá y todo habrá valido la pena.