Principios para manejar las emociones de manera efectiva. Parte 1 de 2
Todos enfrentamos momentos desagradables e irritantes. Esto no por fuerza convierte nuestro día en un caos. Aquí te presento tres de los cinco pasos para salir de situaciones negativas de una manera efectiva, inmediata y permanente.
Julia Tort
Frecuentemente nos encontramos con personas que vez tras vez tienen situaciones complicadas porque se meten en un embrollo emocional en donde pocas veces logran salir sin verse lastimados social o afectivamente. Al llegar a cierta edad la experiencia le ha enseñado a uno —casi siempre— cómo evitar caer en ese tipo de situaciones, pero tal vez te hayas preguntado: ¿Cómo hacer para enseñarle a tus hijos evitar caer en esa coyuntura? En este espacio abordaré 3 maneras para que a ti y a los tuyos no les pase eso.
Reconoce los síntomas y está alerta
Por principio, es importante que recuerdes que, ante una situación negativa donde haya riesgo de tener “una explosión emocional”, previo a que suceda, detectes los indicadores de alerta (irritabilidad, mal humor, impaciencia, sudor, ira, frustración, etc.) y pongas en “encendido” los botones de la conciencia, a fin de actuar adecuadamente.
Cuando uno cambia la manera de ver las cosas, las cosas cambian
Es muy importante enseñarle a los hijos con el ejemplo, que sus sentimientos, su conducta, sus respuestas y sus pensamientos son solo responsabilidad suya; que ellos los pueden manejar racionalmente y darles la forma que deseen. Sí, sé que no es fácil, pero es cuestión de llevar un “entrenamiento” con disciplina. Todos tenemos un poder interno que nadie nos puede quitar porque solo nos concierne a nosotros: el de “elegir” qué pensar, qué sentir, cómo responder y cómo actuar. No es lo mismo “reaccionar” que “responder”. Lo primero tiene que ver con impulsos primarios de sobrevivencia, en cambio lo segundo es racional y puede ser canalizado si ejercitas tu mente. Recuerda que todo es cuestión de analizar y comprender cómo percibes la realidad para que elijas modificarla utilizando una disposición positiva. Cada quien tiene una manera diferente de percibir su experiencia, sin embargo, si eres consciente de que tú eres quien le da “el significado”, puedes “elegir” modificarlo.
No te tomes nada personal
¿Te has dado cuenta que si alguien llega tarde o no asiste a esa cita que con tanto esfuerzo pusiste en tu agenda, o si te dicen que escucharon un mal comentario tuyo en una reunión o cuando vas manejando, un fulano te grita haciéndote una seña ofensiva, te enojas y además reaccionas bruscamente sin pensar? Hay situaciones que “encienden tus botones” de irritabilidad, sin embargo, hay una manera de desactivarlos o mantenerlos en “off”. ¡Sí…exactamente!: Haciendo consciente tu estado emocional ¿cómo? ¡Muy fácil!, recordando lo que vimos en el punto anterior: ¡Las cosas se ven y se interpretan de acuerdo a la percepción de cada individuo! No es a ti a quien ofenden, tampoco te creas que eres la única persona en el mundo para que toda la gente esté viendo de qué manera molestarte o sacarte de quicio. Realmente las personas actúan conforme perciben su realidad. Imagina cómo sería si de hoy en adelante, en vez de tomártelo personal, pensaras: “Ese tipo debe tener un gran lío interno sin resolver, por eso trae tan elevado su grado de furia contra el mundo”, o: “Las calificaciones de mi hijo me están indicando que requiere de mi apoyo”. ¿Te das cuenta que las situaciones NO son contra ti? Son retos internos personales que salen a la luz por alguna rendija y accionan como los cuetes chinos: truena uno y van en serie haciendo estallar el que sigue hasta llegar al mayor. Cuando te des cuenta que puedes resolver lo externo accionando en lo interno, entonces podrás sentirte de diferente manera porque tomarás las riendas de tu vida.
Comparte con tu familia y pongan en práctica estos sencillos pasos que son muy efectivos para mejorar el manejo de tus emociones. Apoya a las personas. Da clic aquí, para leer los últimos dos pasos para manejar las emociones de manera efectiva. Parte 2 de 2.