Una buena idea: tener una televisión en el cuarto de los niños

Permitir que nuestros hijos cuenten con televisión en el cuarto es darles autonomía sobre qué ver, cuándo verlo y durante cuánto tiempo, es tenerlos entretenidos en su espacio vital. ¿Es una buena idea tener una televisión en el cuarto de los niños?

Yordy Giraldo

Un denominador común de los hogares en la actualidad es el contar con más de una televisión en casa. Es curioso, pero incluso aquellos donde los recursos económicos apenas permiten cubrir las necesidades básicas, no se lo piensan dos veces y hacen uso de las tarjetas de crédito, descuentos y meses sin intereses para adquirir el popular artefacto. Casi parecería que en este nuevo milenio es casi obligatorio el tener una pantalla en la sala, preferentemente una muy grande, y un televisor más en cada cuarto, o al menos en el cuarto de los niños, pues así no sólo podemos mantenerlos tranquilos y alejados en lo que los padres nos dedicamos a otra cosa, sino que, además, dejamos constancia física de que a nuestros hijos se lo damos todo.

Sin embargo, algo que perdemos de vista es que al permitirles que cuenten con televisión en el cuarto es darles autonomía sobre qué ver, cuándo verlo y durante cuánto tiempo, lo que provocará a la larga que sean ellos y no nosotros quienes tengan literalmente el control en sus manos. ¿Qué tan recomendable es esto? Hagamos uso de nuestro sentido común y valoremos juntos las consecuencias de este, en apariencia inofensivo, acto:

  1. Falta de supervisión paterna. Ese tiempo fuera de la vista de papá y mamá implica que los pequeños se encuentren en tierra de nadie. Es un tiempo en que no hay quien los supervise, pero sí quién los aleccione o los controle. Así, puede ser que sea madrugada y ellos estén viendo la televisión mientras los padres duerman despreocupados en la habitación de al lado. Ese fenómeno, cada vez más frecuente, deriva en menos descanso y fuertes problemas de atención en la escuela.

  2. Sedentrismo. Cuando nuestros pequeños están horas metidos en su cuarto frente a la televisión dejan de pasar tiempo al aire libre, y con ello dejan de recibir la luz del sol que es bien sabido ayuda a que el cuerpo sintetice la vitamina D, encargada de hacer que los huesos asimilen el calcio necesario.

  3. Falta de socialización Además de que es tiempo que no pasan en compañía de familiares y amigos por lo que se pierden la oportunidad de crear recuerdos en común, de socializar, de integrarse.

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  4. Obesidad. El pasar demasiado tiempo sentados alienta las conductas sedentarias que traen como consecuencia el sobrepeso que a su vez puede provocar problemas de salud tan importantes como la diabetes, la hipertensión o simplemente una baja autoestima.

  5. Desintegración familiar. Limita las conversaciones, ya que al no haber tiempo compartido existe poco de lo que puedan hablar, pues cada cual posee información diferente que a la larga aleja a unos de otros. Es bueno recordar que por lo general la tecnología aísla, y dejar de usarla, nos une con familias, amigos, colegas.

No se trata de satanizar a la televisión, y menos en los tiempos actuales donde la falta de tiempo imposibilita a los padres de llevar a los pequeños fuera de casa, donde los espacios verdes son cada vez menos y donde la inseguridad desalienta a cualquiera de enviar a los hijos fuera de los seguros muros del hogar. Más bien se trata de NO crear un vacío de autoridad y aprovechar esa etapa en que como padres aún tenemos cierto poder sobre nuestros retoños, de manera que inculquemos conductas que nos aseguren que nuestros hijos tendrán la capacidad de hacer un uso versátil de su tiempo.

Además de que si la vida actual nos obliga a que los niños pasen cada vez mayor cantidad de tiempo dentro de casa, lo mejor que podemos hacer como padres es convertir a la televisión en nuestro aliado, utilizándola para hacer cosas juntos en vez de que sea la excusa perfecta para poner distancia. Es por ello que, si me permiten aventurarme a dar consejos éstos serían que no permitamos, especialmente en esa etapa en que están descubriendo el mundo, que se eduquen solos. Asegurémonos de que la información que les llega sea información útil, que les aporte conocimientos apropiados para cada etapa de su vida y que les permita darse cuenta de que el control es nuestro.

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Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.