Internet vs. Deporte: ¿Qué prefieres para tus hijos?
La fortaleza y resistencia que tus hijos desarrollen como individuos depende en gran medida del tiempo que pasen en Internet, o practicando algún deporte. ¡Tú decides!
Elizabeth González Torres
Si el educar a un niño o adolescente consistiera en tan solo proporcionarle un dispositivo portátil, seguramente este mundo estaría inundado de más jóvenes y niños conscientes y activos. Si Internet pudiera suplir las habilidades que solo una buena actividad física puede proporcionar, seguramente no existiría el alto índice de jóvenes con problemas de drogadicción, alcoholismo, tabaquismo, obesidad, que actualmente existen y merman a nuestra sociedad.
Ciertamente, ser padre en estos tiempos resulta más difícil de lo que antes fue. Hoy día parece casi imposible enfrentarse a los deslumbrantes avances tecnológicos y no caer en el sin fin de facilidades que estos te obsequian. El problema es que dichos avances son un canto de sirenas a la hora de cumplir con la labor de educar a tus hijos. Por ejemplo, quizá dejar que tu hijo de seis años se entretenga con un videojuego es mucho más práctico, hablando de tiempo, esfuerzo y dinero, que llevarlo a entrenar algún deporte.
Y no es que sea absolutamente incorrecto dejar que los pequeños y los jóvenes se relacionen con todas estas herramientas cibernéticas. En ciertas circunstancias apoyarte en ellas puede ser favorable tanto para ti, como para tu hijo. Sin embargo, antes de utilizarlas cuestiónate lo siguiente ¿Bajo qué clase de cimientos quiero que se forje el carácter de mi hijo? ¿Prefiero que ejercite los principios y valores que le enseño en casa detrás de una pantalla o al interior de una cancha deportiva? Pensando en ello te comparto tres frases de Michael Jordan, uno de los mejores basquetbolistas de todos los tiempos, que te pueden ayudar a responder estas sencillas, pero fundamentales preguntas.
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“El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”.
Es indispensable que tu hijo aprenda a trabajar en equipo, para que alcance los objetivos y metas que se plantee a sí mismo. Entender que trabajar en conjunto facilita la vida y magnifica los logros de la misma, es una verdad que el hombre no ha comprendido del todo y, por consiguiente, se ha olvidado de enseñar a las nuevas generaciones.
La facilidad que proporciona el Internet a los niños y jóvenes de esta época al momento de estudiar, trabajar, aprender y divertirse de manera individual o con amigos cibernéticos, suele parecer un hecho inofensivo. Sin embargo, se ha comprobado que dichas “facilidades” afectan notoriamente la habilidad de niños y jóvenes para interrelacionarse de manera presencial con las personas que verdaderamente los rodean. De la misma manera, este factor ha determinado, en gran medida, que nuestra juventud tenga un escaso desarrollo de habilidades esenciales para un buen desempeño del estudio y el trabajo.
Por otra parte, el entrenamiento de cualquier deporte le ayudará a tu hijo a interrelacionarse de mejor manera, sino que podrá desenvolverse con mayor energía y optimismo en su círculo familiar, escolar, personal y en un futuro, laboral. Será precisamente a través de estas “verdaderas interrelaciones” que refleje y ejercite las enseñanzas aprendidas en casa.
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“Mi actitud es tal que, si me empujas hacia algo que piensas es una debilidad, entonces daré vuelta a esa debilidad percibida y la convertiré en una fortaleza”.
Cualquier hombre y mujer que ejercita, disciplina y somete su cuerpo al esfuerzo tanto para alcanzar sus objetivos, como para vencer debilidades, fortalecerá su carácter y alcanzará lo que desee. La práctica de un deporte le proporcionará a tu hijo una fortaleza real y propia, que difícilmente encontrará en el manejo de los dispositivos electrónicos.
“He fracasado una y otra vez en mi vida y es por eso que tengo éxito”.
En efecto, el deporte de la vida se reduce a eso, intentarlo y fracasar, volver intentarlo y volver a fracasar, intentarlo cientos de veces más y decidir si en alguna de ellas lo logramos o no. Ciertamente, la clave para que tus hijos alcancen el éxito se encuentra en la resistencia mental, emocional, espiritual, y física. Éstas no se obtienen después de haber estado sentado dos o tres horas frente al ordenador, sino todo lo contrario: se adquieren después haber estado en movimiento, corriendo, sudando, fracasando y volviéndolo a intentar cada segundo de cada entrenamiento deportivo.
No permitas que la practicidad que la tecnología nos da, te arrebate la posibilidad de darles a tus hijos lo mejor de ti y lo mejor de ellos. No permitas que lo efímero de los medios electrónicos determine sus decisiones y quebrante sus ganas de levantarse cuando las cosas no salgan bien.
Finalmente, no olvides que es precisamente ahora que ellos y tú, como padre o madre, tienen el poder de ejercitar y moldear todos los ámbitos de su vida para que en un futuro sean los hombres y mujeres de bien que este mundo necesita.