La adicción al tabaco y la influencia en los adolescentes
SI eres consciente de las consecuencias del tabaco en la salud y deseas ayudar a tus hijos para que eviten caer en esa adicción, entonces debes leer éste artículo
Erika Otero Romero
Paula tiene 14 años y un pequeño grupo mixto de amigos. Ella disfruta del tiempo que puede pasar con ellos puesto que son jóvenes tranquilos. Ellos gozan del permiso de sus padres para hacer diferentes actividades en su tiempo libre como salir de paseo, hacer ejercicio, ver películas entre muchas otras.
Un día Paula es invitada por Mariana, su mejor amiga, para reunirse a hacer tareas y después ir a comer pizza. Cuando Paula llega a casa de Mariana, encuentra que también están allí Pablo y Gabriel, lo cual no se le hace extraño debido a que casi siempre están reunidos. Sin embargo, poco tiempo después de estar reunidos, Pablo saca de su morral una bolsa de plástico que contiene en su interior una cajetilla de cigarrillos y fósforos. Ella sabe que Pablo suele fumar ocasionalmente, pero esta vez el plan es diferente. Mariana no les ha invitado a hacer las labores del colegio, el plan desde un principio era aprender a fumar, lo cual a Paula no le gusta ni poquito. A pesar de eso, teme negarse a hacerlo y ser la burla del grupo. Después de pensarlo bien, Paula se niega y decide irse de la casa de Mariana, ella conoce muy bien las consecuencias que acarrea fumar y no quiere morir de cáncer como su abuelo.
El caso de Paula y sus amigos es el que a diario viven millones de adolescentes en el mundo. Los jóvenes se ven bombardeados por publicidad seductora o por sus padres y/o familiares fumadores y de a poco van siendo seducidos por la curiosidad y el deseo de saber qué se siente fumar, y para saberlo el único camino es hacerlo.
En mi caso personal, mis padres y demás familiares fumaban. Recuerdo una vez haberle preguntado a mi mamá desde cuándo fumaba y por qué lo hacía. Me respondió que empezó a fumar a los 17 años y lo hizo porque un amigo le había enseñado y después se volvió un muy mal hábito. Tuvieron que pasar muchos años y una serie de desagradables circunstancias para que pusiera mucha voluntad de su parte y abandonara la costumbre de fumar.
La trampa de la publicidad
Vivimos en una época que nos vende veneno en hermosas envolturas de colores. Las grandes compañías de tabaco no se preocupan por el contenido o los componentes de sus productos. A ellos lo único que les importa es que su mercado crezca y así mismo sus ingresos. Para esto, se valen de costosa publicidad y mercadeo. Ellos hacen que el veneno más dañino parezca atractivo ante los ojos de tus hijos y eso, aunado a la influencia que les rodea, les haga más corto el camino a la adicción del tabaco; a veces, convenciéndolos de que fumar es la manera más fácil y segura de ser exitoso y popular.
Es cierto que como padres no podemos estar con nuestros hijos veinticuatro horas al día para ver todo lo que ven y todo lo que hacen, pero cuando estemos con ellos no debemos temer en compartir nuestras inquietudes y nuestra visión del cigarrillo. Si guardamos silencio en cuanto a este tema, ellos solo tendrán la versión que les proponen los medios, la cual no es nada realista. Escucha a tus hijos, pregúntales que piensan, guíalos para que ellos mismos lleguen a la conclusión de que fumar es malo. Ellos deben sentir que tomaron la decisión. Para que en el futuro, si llegan a tener momentos de rebeldía, no tomen el fumar como una de nuestras reglas que desean quebrar.
¿Cómo atacar esa realidad?
No puedo decir que es simple pero sí que se puede. En el caso que tengas hijos que fumen o que tú mismo fumes, busca artículos informativos acerca de las consecuencias de fumar y deja al alcance de tus seres queridos esos documentos. Si deseas puedes hacer clic aquí para encontrar un enlace que expone de manera clara y concisa las consecuencias de fumar.
Sé que ya sabes lo anterior, pero nunca está de más recordar que no solo quien fuma se ve afectado en su salud; sus hijos, nietos, sobrinos y demás familiares sufrirán las consecuencias de este vicio. Iniciar en el hábito de fumar es fácil, piensa en lo que cuesta abandonarlo y recuperar la salud después de años de consumo.
Si eres tú quien fuma en tu familia y no quieres que tus hijos lo hagan, pregúntate lo siguiente: -¿Decirle a mis hijos “haz lo que te digo y no lo que hago” es un mensaje lo suficientemente claro para que no lo hagan?; si mis hijos me admiran y quieren ser como yo al crecer, ¿imitarán, también mi hábito de fumar?-
Creo que si tuviésemos la oportunidad de pedir un minuto más para estar con nuestros seres queridos justo antes de morir, ninguno de nosotros diría que no, y la buena noticia es que hay maneras de apoyar a nuestros familiares en sus adicciones. Ya que no podemos agregar minutos al tiempo que tenemos en la Tierra, tampoco le restemos. Prohíbele al cigarrillo tomar el control de tu vida, y vive una vida sana y sin vicios para que en tu vejez no sufras de los daños que le hiciste a tu cuerpo durante tu juventud.