La dulce huella de la amistad a lo largo de tu vida

La amistad es un tesoro muchas veces invisible. Lee esto y aprende a ver a tus amigos con nuevos ojos.

Maia Fernandez

Cuando era adolescente, solía recolectar en un cuaderno frases o poesías inspiradoras. Hace un tiempo, revisando mis cajones, me topé con el mismo y fue un placer volver a conectarme con esos pensamientos. Entre las poesías recopiladas encontré una de Gabriel Cepeda —cuyo nombre busqué en Google y no encontré— que habla de la amistad. No es el poema completo (lamentablemente no lo encontré en la Web) pero dice así:

“Un amigoes el que en tu vuelo te presta las alas.

“Un amigo es para mí este lugar que me queda entre el alma y el corazón.

“Un amigo es para mí el hueco que tengo en la mente cubierto de estrellas atrapadas por sus redes”.

Relee: ¿En verdad hay ángeles? Te sorprenderá conocer la respuesta.

Esta descripción me pareció muy bella; describe a la perfección lo que significa la amistad: algo tan único, profundo y necesario para el ser humano. Contar con amigos —con aquellos verdaderos— que conocen lo peor de nosotros y aun así nos aceptan tal como somos (y viceversa), es un privilegio inigualable. Tus amigos son algunos de los mejores regalos que te ha dado la vida. Son incondicionales a cada paso, compañeros de alegrías y tristezas, reuniones alegres y momentos de estudio; son algo fundamental para tu vida.

Existen diferentes clases de amigos:

• Aquellos amigos divertidos, que tienen la palabra justa para hacernos sonreír.

• Aquellos que no nos juzgan. A pesar de los errores y defectos, nos aceptan tal cual somos.

• Aquellos que escogen el mejor regalo, porque saben lo que nos gusta.

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• Aquellos que a pesar de no verlos seguido, tienen un lugar privilegiado en nuestro corazón.

• Aquellos amigos dulces cuyas palabras de aliento alivian nuestra alma.

• Aquellos que saben cómo decirnos las cosas para que no nos duelan, pero que nos dan los mejores consejos.

• Aquellos de toda la vida, que conocen cada rincón de nuestra historia.

• Aquellos que conocemos hace poco pero que, por la afinidad, ya tienen un lugar en nuestro corazón.

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• Aquel amigo que se transforma en nuestra pareja. Cuando nuestro cónyuge es también nuestro mejor amigo, hemos tocado el cielo con las manos, porque la vida se hace mucho más sencilla y maravillosa.

Los amigos son el regalo que necesitamos en cada momento de la vida

Sin importar las características específicas que tengan, los amigos son siempre un preciado don. Cuando somos niños, los amigos son cómplices de aventuras, juegos, risas y travesuras. En la adolescencia, nuestro amigo es nuestro único confidente, aquél a quien otorgamos el honor de conocer nuestros secretos y deseos. En la juventud y adultez los amigos impregnan nuestra vida con su compañía inigualable, son los que están siempre para darnos el hombro, para criticarnos cuando es necesario y hacernos ver lo que no vemos. Sí: la amistad nos compromete de tal manera, que dar a nuestros amigos se vuelve un honor y un placer.

Relee: Una vida comprometida.

Con una amiga te puedes desahogar cuando, por ejemplo, sientes que no estás siendo la madre que quieres ser, o cuando tienes problemas difíciles de resolver. Y, al mismo tiempo, tener un amigo es la certeza de que cuando le toque a él pasar por un mal momento, allí estarás tú para escucharlo, alentarlo y acompañarlo. Estoy segura que te sientes honrada por la confianza que tus amigas depositen en ti.

Cuando compartes con un amigo, algo fantástico ocurre. Tú puedes estar inmensamente feliz, pero ese sentimiento se multiplica cuando lo compartes con tus amigas. En la otra cara de la moneda, las tristezas, al compartirlas, disminuyen. Según Erich Fromm, el amor es un arte, y la amistad no es una excepción: exige dar lo mejor de ti y cuidar tus amistades, ya que sin ellas no serías la misma. Necesitas el alimento de la amistad para llenarte de fuerza ante los embates de la vida.

Por eso es importante aprender a cultivar la preciosa flor de la amistad a lo largo de toda tu existencia. Y, por supuesto, debes sentir profundo agradecimiento si cuentes con una flor de amistad, sino con un bello jardín.

Te invito a releer: Prueba el sabor de la amistad con chocolate.

Maia Fernandez

Maia Fernández vive en Argentina.Considera fundamental la educación de los niños y al arte en sus diferentes manifestaciones como un componente irremplazable de la misma. Blog www.educacionmusicalencasa.blogspot.com.ar