La educación de tus hijos es un tema serio. Conviértelo en una verdadera aventura

La educación de tus hijos es un tema serio, pero no te conviertas en una persona rígida e inflexible, ponte en sintonía con la naturaleza humana que es lúdica y divertida y convierte la experiencia del aprendizaje para tus hijos en una aventura.

Diana Cantor Martinez

Camino al auditorio de la compañía para la que trabajaba como asistente de recursos humanos, el silencio permitía escuchar tan solo el ruido de los pasos de los asistentes a la “Conferencia mensual sobre trabajo en equipo”. Cada mes el tema era distinto; sin embargo, parecía que entre uno y otro no había mucha diferencia. Recuerdo que cada vez que entregábamos la invitación para el seminario a un empleado, el aburrimiento y la desesperanza invadían su cara, y por supuesto la frustración del departamento de recursos humanos no se hacía esperar.

Con todo, lo peor no era esto, sino los resultados: no lográbamos que la compañía trabajara en equipo por una misma meta, todos los departamentos parecían pequeñas empresas en competencia. Nada funcionaba, problemas y más problemas eran el pan de cada día. Las diferencias no solo afectaban el ámbito laboral, sino que de alguna manera se convirtieron en pequeños problemas personales entre los empleados.

En recursos humanos no sabíamos que más inventar, discutíamos por horas en las reuniones sobre cómo lograr engranar a toda la empresa hacia un mismo fin, cómo mejorar la comunicación, la convivencia; cómo potencializar el liderazgo. Valores necesarios en todos los ámbitos de la vida.

Una mañana, en una de nuestras reuniones, de uno de los integrantes del equipo surgió la idea por la que estábamos dispuestos a jugarnos el último recurso ante la gerencia, pues éramos conscientes de que la empresa no haría una inversión sin resultados garantizados, pero teníamos que intentarlo: al mes siguiente, mientras el personal respiraba tranquilo porque aún no recibía invitación alguna para el acostumbrado seminario, los sorprendimos con un día de esparcimiento fuera de las oficinas . Contrario a los días de seminario, las carcajadas, las sonrisas y el jolgorio invadían los pasillos de la empresa al salir a abordar los buses para esa jornada inesperada.

Todo fue alegría. Comprendimos el concepto de trabajo en equipo: en tanto corríamos por puentes colgantes, nos subíamos en una balanza que simulaba un barco gigante y decidíamos sobre cómo pasar a todos los integrantes de un equipo por una encrucijada de sogas sin tocarlas, en medio de juegos y risas nos hicimos más amigos y comprendimos que para llevar a la compañía adelante el trabajo de cada uno era imprescindible, y que debíamos hacerlo bien.

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Fue un día maravilloso que terminó con una cena. La energía y la alegría de ese día no solo lograron los resultados esperados, sino que relajaron el ambiente y por varios meses nos contagió de camaradería y tranquilidad.

El aprendizaje experiencial

Este tipo de aprendizaje se da como resultado de la exposición directa ante situaciones que permiten que la persona se involucre en ellas, donde vibra y pone todos sus sentidos en funcionamiento. La clave de este aprendizaje es la reflexión posterior y la aplicación a las diferentes dimensiones de la persona.

Actividades que lo incentivan

Lo lúdico enseña más que las clases tradicionales

Si sientas a un niño frente a un tablero para enseñarle sobre normas de convivencia, es probable que no captará nada o lo olvidará con facilidad, y adicionalmente aprenderá que la vida adulta es aburrida. Pero si, en lugar de ello, lo llevas a un parque a que juegue y le permites relacionarse con otros niños, al tiempo en que se involucra puede aprender sobre la solidaridad mientras levanta a un compañero de juego que se ha caído, o sobre las buenas maneras y el respeto en tanto espera pacientemente su turno para lanzarse por el tobogán.

Prácticamente todos los juegos y deportes tienen implícitos valores que fortalecen la personalidad de tus hijos y los preparan para el diario vivir tales como la disciplina, la perseverancia y la tolerancia a la frustración. Lo importante es que no se conviertan en un mecanismo de presión adicional para el niño, sino que cumplan con su tarea de enseñar lúdicamente.

En estas líneas entérate sobre cómo fortalecer valores personales a través del deporte, http://www.familias.com/unas-veces-se-gana-otras-se-aprende

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Juegos que les permitan desarrollar la creatividad y el ingenio

No discrimino los juegos, y sé que todas las niñas desean una muñeca y un juego de ollitas y los niños, su infaltable balón, pero al tiempo que les concedes esos caprichos podrías también invertir en juegos que les exijan un poco más en el plano mental, que les pongan a prueba para resolver pequeñas situaciones. Esto los entrena para la resolución de conflictos a lo largo de su vida.

Los parques temáticos

Este es un gran recurso que prácticamente en cualquier ciudad puedes conseguir. Nada mejor como el zoológico para enseñarle a un niño sobre las aves y los reptiles, o el planetario para mostrarle sobre las estrellas y los planetas.

La educación de tus hijos es sin duda un tema serio, pero no te conviertas en una persona rígida e inflexible, tan solo ponte en sintonía con la naturaleza humana, que es lúdica y divertida y convierte la experiencia del aprendizaje para tus hijos en una verdadera aventura.

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Diana Cantor Martinez

Hay un momento de la vida en que descubrimos que necesitamos un cambio para poder avanzar y crecer reconoce el momento y no pierdas la oportunidad.