La importancia de una buena comunicación en la pareja

Todos nos comunicamos, pero no todos lo hacemos de manera efectiva. Tomar conciencia de ello puede ayudarnos a construir una mejor comunicación con nuestra pareja.

Oscar Pech

Hace mucho tiempo se descubrió que todos los humanos necesitamos comunicarnos, porque esa comunicación es en absoluto necesaria para nuestro bienestar psicológico. Es decir, quien no se comunica, quien decide encerrarse en sí mismo, termina por acusar severos problemas mentales. Los estudiosos señalan que una persona normal, 75 por ciento del tiempo que está despierta se está comunicando de una u otra manera. Sin importar si estamos solos, no dejamos de comunicarnos (nos aconsejamos, a veces incluso nos regañamos y sí, hablamos mucho) con nosotros mismos.

Ahora, ¿cómo reconocer la importancia de la comunicación en pareja? Aquí te comparto algunas preguntas:

1. ¿Sabes que siempre te estás comunicando?

Dicen los expertos en comunicación que siempre que hay dos personas juntas, hay comunicación. Incluso si uno de ellos decide guardar silencio. A veces llega a haber problemas en la pareja, uno de ellos no quiere hablar, y su pareja siente que se acabó la comunicación. Eso no es exactamente así. Porque cuando mandamos el mensaje de “no quiero comunicarme”, también nos estamos comunicando. Como dijo J. Lacan: “Cuando hay dos el silencio es comunicación”. Por supuesto, eso no quiere decir que sea una comunicación de calidad. Hace muchos años, en mi carácter de consejero platicaba con una señora que necesitaba ayuda por problemas en su matrimonio. Ella me dijo, exaltada: “¿Quién entiende a mi esposo? ¡Si le grito, malo! ¡Si le dejo de hablar por semanas, malo también!”. Por supuesto que entre esos dos extremos había muchos puntos que podrían ser una comunicación de calidad, ¿no lo crees?

2. ¿Has encontrado la mejor manera de comunicarte?

Nuevamente: para tener salud mental necesitamos aprender a comunicarnos bien, con nuestro esposo, con nuestros hijos, con las amigas y compañeros de trabajo. ¿Lo has notado? Con cada uno de ellos utilizamos códigos diferentes. Y eso no quiere decir que seamos hipócritas: cuando mis hijos eran pequeños, yo sabía que a uno de ellos, si no le hablaba con firmeza, no me hacía caso. En cambio, al otro, si le hablaba un poquito duro, se soltaba llorando y había que terminar consolándolo. Repito: con cada persona con la que hablamos aprendemos a comunicarnos de una manera diferente, de la forma en que las cosas resulten mejores para ellos y para nosotros.

3. ¿El modo en que te comunicas te satisface?

Por ejemplo, hay quien cree que su pareja debe saber leer los silencios, las miradas, las acciones y acaso están en lo correcto, pero cuando sobreviene cualquier problema, sea grave o poco complicado, se va a solucionar mucho mejor si entre ambos las cosas se dicen con claridad y en el tono adecuado. Steward y D’angelo sostuvieron: “La comunicación interpersonal es no solamente una de las dimensiones de la vida humana, sino la dimensión a través de la cual nos realizamos como seres humanos… La calidad de las mismas determina quiénes hemos llegado a ser como personas”.

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4. ¿Tu pareja es un individuo o un objeto?

Es decir, en buena medida el éxito de una persona en realidad se mide no por lo que llega a poseer, o a ser en el campo laboral o en sus aficiones y pasatiempos, sino debido a qué tan bien llega a comunicarse con sus semejantes: si una persona trata a sus semejantes como objetos, no como individuos, se condena a sí misma a un aislamiento que acabará con la calidad de su vida y, por consiguiente, con su calidad como persona.

5. ¿Te expresas, escuchas o quieres ser obedecida?

Esto nos lleva a reflexionar sobre el proceso de comunicación. Hay muchas maneras de estudiar cómo se lleva a efecto ese proceso. Hay quienes lo ven desde la perspectiva del emisor: cómo expresar mejor lo que se tiene en la mente y el corazón; otros prefieren verlo desde la perspectiva del mensaje: cómo hacer para que el estilo, la presentación sea estética y adecuada. Pero la mayor parte de los que se dedican a la comunicación hoy se enfocan en el receptor: cómo hablar para influir en quien nos escucha, para hacer que el otro haga lo que yo quiero; cómo manipular, controlar, hacer que el otro obedezca. Pero la verdad es que quien se comunica de forma eficaz no busca tanto hacer que su voz se escuche, sino casi siempre tiene que empezar por aprender a escuchar y a entender. La comunicación en pareja mejora cuando aprendemos tanto a expresar lo que sentimos como a entender lo que nuestra pareja nos está queriendo decir, ya sea con acciones, palabras, miradas, detalles.

6. ¿Codificas y decodificas de manera adecuada?

La codificación es un proceso mental en el que traducimos lo que queremos decir a signos capaces de ser reconocidos por el receptor. Es decir, queremos decir algo, y buscamos una manera de decirlo con palabras, gestos o hechos. Ese “buscar una manera de decirlo” es codificar. Decodificar es otro proceso mental, en el cual nuestra pareja debe entender exactamente qué le quisimos decir. ¿Fácil? Para muchos, no. Yo creo que a todos nos ha pasado que a veces queremos decir algo, y es entendido de una manera exactamente opuesta a lo que quisimos decir. O, lo contrario, le sonreímos y saludamos a alguien por cortesía, y luego ya no hallamos la manera de quitárnoslo de encima.

En cada intento de comunicación siempre una es la cosa que queremos decir y otra lo que en realidad decimos, y una tercera, lo que se entiende de nuestras intenciones. Cada acción, cada palabra lleva tomada de la mano una serie de ideas y de sentimientos, y eso hace que a veces la comunicación pueda ser complicada. Sí, todos nos comunicamos, pero no todos lo hacemos bien. Lo bueno es que todos podemos aprender a expresarnos mejor. Espero que al leer estas palabras puedas tomar conciencia de la importancia de aprender a comunicarte de manera adecuada. En cuanto al cómo mejorar la comunicación en la pareja, bueno, de eso hablaremos en un artículo siguiente.

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Oscar Pech

Oscar Pech ha dedicado su vida a la enseñanza, la lectura, la escritura y la capacitación en diferentes partes de la República mexicana. Es una persona profundamente comprometida con la familia y los valores morales.