La sobreprotección evita el desarrollo de los hijos. O cómo los padres deciden todo por ellos
Todo padre desea lo mejor para sus hijos. Sin embargo, a veces cae en el error de sobreprotegerlos. ¿De qué manera la sobreprotección afecta el desarrollo de los hijos? Aquí hay tres ideas que te pueden ayudar a evitarla.
Anders Peterson
¿Puedes pensar, por un momento, en la primera vez que sostuviste a tu hijo en los brazos? Un hecho como ese marca el comienzo de nuevas etapas para cada padre, así como la adquisición de nuevas responsabilidades. Si bien es esencial preocuparse por lo que los hijos aprenden, sienten y cómo se desenvuelven en cada etapa, es importante no caer en el peligro de la sobreprotección, porque evita el desarrollo de los hijos.
Protección vs. sobreprotección
Primeramente, es esencial entender la diferencia entre la protección y la sobreprotección. Según la Real Academia Española, la primera definición del término “proteger” es “amparar, favorecer, defender”. Se trata de un atributo humano que desarrollamos en calidad de padres. Por ejemplo, al ver que nuestros hijos se dirigen hacia una zona peligrosa o que están en riesgo de sufrir daños físicos, psicológicos o emocionales, queremos hacer todo lo que esté al alcance para ayudarles a evitar eso. Sin embargo, al mismo tiempo, podemos caer en el error de sobreprotegerlos, lo cual no les permite crecer y desarrollar aptitudes que podrían prepararlos para la vida.
El prefijo “sobre” indica que algo se hace en exceso. Por lo tanto, ¿cómo entender lo que esto significa para nuestros hijos? A continuación describo algunas de las principales maneras en que la sobreprotección impide su desarrollo. Esta información te puede ser útil para reflexionar sobre las decisiones parentales que tomas, y cómo puedes enfocar tus acciones hacia su crecimiento pleno como individuos.
La sobreprotección
Los priva de la oportunidad de tomar decisiones
Si eres un padre que asume la responsabilidad por cada consecuencia que podría sucederle a tu hijo por estar solo o en determinada situación, podrías estar sobreprotegiendo. En los asuntos temporales, que no indican riesgos físicos, morales y emocionales profundos, debemos permitir a nuestros hijos experimentar lo que sucede cuando deciden hacer lo contrario a lo que se les ha pedido. Por ejemplo, si le has advertido reiteradas veces a tu hijo pequeño que tenga cuidado y sostenga tu mano al descender los escalones o de lo contrario podría caer, y no lo hace, entonces deberías dejarle ver lo que sucede. Si es un adolescente y ya has impuesto consecuencias por ser irresponsable en los estudios, por ejemplo, debes ser consistente con dichas consecuencias y permitir que él aprenda de estas lecciones. A veces caemos en el error de justificar estas acciones asumiendo toda la culpa, cuando en realidad necesitamos dejarlos que experimenten las consecuencias inmediatas. No olvides que es importante que reflexionen sobre el hecho, y explicarles por qué hay reglas y precauciones que deben atender.
Afecta el concepto que tienen de sí mismos
La autoestima de una persona es fundamental, y a fin de motivar a tu hijo a desarrollar un valor personal debes protegerlo en lugar de sobreprotegerlo. Esto quiere decir que podrías evitar hacer comentarios que le hagan sentir abrumado por las decisiones empobrecidas que ha tomado. Cuando tu hijo haya hecho algo equivocado, asegúrate de disponer de tiempo para hablar sobre el hecho (cuando esté listo, o al invitarlo a hablar) y reflexionar sobre cómo podría hacer algo diferente. Muchas veces pasa que cuando nuestros hijos cometen errores, la parte esencial para que sientan el deseo de cambiar no radica solamente en tener una segunda oportunidad, sino en cómo reaccionan los padres. Tú tendrás mejores posibilidades de influenciar a tu hijo y protegerlo si compartes con él los aspectos positivos que has visto en su persona y le ayudas a entender cómo los puede utilizar para tomar decisiones prudentes.
Limita la habilidad de solucionar problemas
Los padres sobreprotectores toman casi toda decisión a favor de sus hijos, en particular cuando se generan conflictos que podrían afectar directamente a alguno de ellos. A pesar de que creen que favorecen a sus hijos, en realidad los perjudican, porque una vez que están fuera de la presencia paternal o maternal carecen de las habilidades necesarias para resolver sus problemas en la escuela o en la comunidad. Puedes evitar esto al intervenir como guía (en la manera en que sea posible) para ayudar a tu hijo a solucionar sus conflictos. Si logras desarrollar una buena relación de confianza, es probable que acuda a ti para recibir consejo en el futuro.
El entendimiento de que la sobreprotección afecta a nuestros hijos es fundamental. Existe un límite ínfimo entre la sobreprotección y la permisividad, y como padres podemos caer en el error de afectar el desarrollo de nuestros hijos al estar en alguno de estos extremos. Sin embargo, es posible hallar el equilibrio apropiado al hacer tu mejor esfuerzo en proteger de modo adecuado a tu hijo, comenzando con enseñanzas en el hogar. Con respecto a esto, el doctor Terry Brazelton, médico pediatra, ha dicho que cuando la familia está fortalecida la comunidad, por consecuencia, también se fortalece. En la medida en que los padres apoyan a sus hijos (en lugar de sobreprotegerlos) y les proveen la enseñanza que necesitan, lograrán establecer vínculos afectivos con ellos; esto conduce al éxito en muchos aspectos individuales y colectivos. Por último, el siguiente enlace te permitirá entender cómo ayudarles a confiar en sí mismos al tomar decisiones acertadas desde pequeños.