La tolerancia. ¿Cómo saber cuándo una virtud se vuelve vicio?

A menudo escuchamos sobre tornados que destrozan ciudades. Sin embargo, también existen tornados espirituales y podemos enseñar a nuestros hijos a enfrentarlos con tolerancia y firmeza.

Anders Peterson

Los tornados físicos

Hay muchos países que sufren las devastadoras consecuencias de desastres naturales, tales como los tornados. Estas masas de aire se trasladan a altas velocidades y al tocar tierra destrozan todo a su paso. Por lo general, las personas que viven en zonas propensas a experimentar tornados se preparan de antemano con sus familias y disponen de lugares específicos, en el hogar o cerca, para ponerse a salvo cuando la tormenta se avecina.

Los tornados espirituales

De la misma manera como hacen estas personas podemos prepararnos para los tornados espirituales que se dan a diario en nuestras vidas. En mi opinión, son mucho más peligrosos, porque atentan contra los principios morales y las normas que establecemos como familia. Por ejemplo, hace poco, uno de mis hijos me preguntó por qué algunos compañeros lo ridiculizaban en la escuela por no decir palabras groseras. Le expliqué la importancia de defender sus principios y de conversar con sus compañeros sobre los beneficios de tener un lenguaje limpio y tratar bien a los demás. Quizás a ti te suceda algo similar y alguno de tus hijos se acerque para pedir consejo, recibir consuelo o compartir lo que le sucede cuando está fuera del hogar. Las siguientes sugerencias pueden ser de ayuda sobre cómo podemos preparar a nuestros pequeños y adolescentes para los tornados espirituales.

El propósito que cumplen los tornados espirituales en nuestras vidas

Uno de los primeros fundamentos que debemos entender es que las dificultades nos permiten refinar nuestro carácter. Si logramos explicar esto a nuestros hijos, podemos considerar que les estamos ayudando. Para ilustrar este punto me gustaría compartir lo que Neil L. Andersen, padre de familia y exitoso ejecutivo, explicó: “En la naturaleza los árboles que crecen en lugares de mucho viento son más fuertes. Cuando los vientos azotan un árbol pequeño, las fuerzas dentro del árbol hacen dos cosas: primero, estimulan a las raíces para que crezcan más rápidamente y se extiendan más; y segundo, las fuerzas del árbol empiezan a crear estructuras celulares que hacen que el tronco y las ramas se hagan más gruesos y flexibles para que resistan la presión del viento. Esas ramas y raíces más fuertes protegen al árbol de los vientos que seguramente volverán”.

La preparación para enfrentar los tornados espirituales

Tal como mi hijo se sentía preocupado por la burla y las críticas que recibía en la escuela, tus hijos podrían experimentar ciertas dudas, preocupaciones, temores, agobio e incluso decepciones al enfrentar torbellinos espirituales. Quizás te preguntes, ¿debería enseñarles a ser tolerantes? ¿Hasta qué punto es bueno que sean tolerantes? En momentos de prueba, ¿es la tolerancia una virtud o un defecto? En realidad el ser tolerante debe tener un punto equilibrado, tal como toda virtud. Los siguientes puntos describen cómo podemos preparar a nuestros hijos a fin de que sean tolerantes y firmes al mismo tiempo, al defenderse de las tormentas que aparecen en sus vidas:

  1. La cortesía. Cada familia tiene sus propias normas y principios. Debido a que vivimos en un mundo donde los valores de la sociedad sufren cambios rápidos y profundos, es probable que dichas normas y principios sean etiquetados como “anticuados”, “pasados de moda” o “sin efecto”. No obstante, podemos enseñar a nuestros hijos a ser corteses y firmes al defender sus valores. Existe una clara diferencia entre lo malo y lo bueno, lo correcto y lo incorrecto, y cuánto más se acostumbren ellos a defender la verdad y la rectitud, mayor estima, respeto y aprecio obtendrán de sus compañeros y amigos.
  2. Las decisiones edificantes. En cierta ocasión otro de mis hijos recibió la invitación de su amigo a jugar en su cuarto recreativo mientras visitábamos a sus padres. Al principio parecía algo bueno, dado que había muchos juguetes y libros. Sin embargo, en un momento dado mi hijo decidió traer juegos de mesa y libros a la sala de estar. Cuando le preguntamos si estaba bien, él explicó que su amigo le había ofrecido participar en videojuegos muy violentos y que no se sentía cómodo con las imágenes. Él amablemente rechazó la invitación y se cambió de lugar dentro de la misma casa que visitábamos. Para mi esposa y yo esta fue una oportunidad idónea para enseñar a nuestros otros dos hijos que a veces debemos tomar decisiones que nos edifiquen. Si bien debemos tolerar y respetar las opciones de los demás alrededor nuestro, podemos ejercer nuestra libertad para hacer algo más productivo o apartarnos de lo que nos hace sentir incómodos.
  3. El papel de la fe y los buenos principios morales. Existe una necesidad creciente en nuestros hogares de fomentar los principios que protegen a nuestros hijos de peligros espirituales, tales como las distracciones, los vicios, las mentiras, el engaño y la deshonestidad. Una buena manera de contrarrestar los efectos de estos torbellinos es ayudar a nuestros hijos a tener fe de que si son obedientes, si demuestran bondad con sus semejantes y obran como buenos ciudadanos, podrán triunfar sobre cualquier prueba que les toque sobrellevar, porque Dios está atento a sus necesidades.

Todos nuestros hijos son valiosos, y si los guiamos desde los primeros años para que sepan cómo estar preparados tendrán raíces profundas, tal como la alegoría del árbol descrito anteriormente, y lograrán la protección necesaria para resistir los vientos que vendrán más adelante.

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Anders Peterson

Anders Peterson is a Spanish language instructor at the University of Arizona and also works as a translator and interpreter . He lives in Tucson with his wife and children.