La verdadera historia de la adolescente vampiro

Muchas historias se cuentan acerca de este mal del siglo XXI, pero solo aquí sabrás cómo se origina, y cómo cuidar que tus hijos no se contagien de este mal.

Emma E. Sánchez

El origen de la leyenda

Los padres de Alejandra decidieron regalarle un smartphone para Navidad; después de todo, Alejandra había estado respetando los horarios de la computadora familiar y de internet en casa, tenía buenas calificaciones y llevaba tiempo pidiendo el nuevo teléfono, así que se lo obsequiaron.

En enero, el smartphone nuevo comenzó a incomodar a la familia: Alejandra vivía “pegada” a él, chateando con los amigos, jugando en línea o simplemente “revisando” sus redes sociales. Sus padres creyeron que con poner algunas reglas, como no usar el móvil durante la comida o pasar más tiempo con la familia sin el celular, el problema se resolvería. Pero no fue así. Para febrero, en la entrega de calificaciones, los padres de esta jovencita notaron que sus calificaciones habían bajado un poco, nada serio, pero habían bajado; la maestra reportó que Alejandra se notaba cansada y que había estado fallando con algunas tareas, por lo que sus calificaciones no habían sido las esperadas. Sus padres cuidaron que Alejandra tuviera una dieta balanceada, dejara algunas de las clases extra que tomaba por las tardes y a fin de que estuviera más descansada y comenzaron a mandarla a dormir más temprano. Pero las cosas tampoco mejoraron.

El siguiente bimestre, Alejandra obtuvo calificaciones aún más bajas y su rendimiento escolar era notablemente inferior a lo habitual. Hubo regaños, más reglas, amenazas y hasta promesas de premios, pero Alejandra no mejoró sus calificaciones y ahora había aparecido un nuevo síntoma: un considerable aumento de peso.

Cierta noche su papá estaba dando vueltas en la cama pensando qué podría estar ocurriendo con Alejandra cuando sintió la impresión de levantarse e ir a ver a su hija dormir como cuando era pequeñita. Al caminar por el corredor vio que de la recámara de Alejandra, por debajo de la puerta había un extraño resplandor. Al abrir la puerta, no pudo dar crédito a lo que sus ojos encontraron: ¡Alejandra se había convertido en un adolescente vampiro!

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Los adolescentes vampiros

Se ha llamado “Generación Vampiro” a esta generación de jóvenes que han caído presos en las garras de las redes sociales, los equipos electrónicos e Internet principalmente. Los muchachos pasan largas horas entretenidos en sus equipos personales, que por cierto es más difícil para los padres controlar y supervisar. Esta nueva generación pasa largas horas de la noche en línea, se duerme tarde y no puede levantarse temprano, inclusive sus hábitos alimenticios se ven afectados significativamente: suben de peso porque están comiendo mucho de noche o bien pierden peso porque omiten comidas por dedicarse a sus aparatos. Los padres tardan de identificar el problema porque de noche no se dan cuenta que sus hijos continúan en línea hasta la madrugada.

Los ajos y las estacas no funcionan

Cuando los papás de Alejandra reconocieron el problema, tomaron cartas en el asunto inmediatamente: recogieron el smartphone y en su lugar le dieron un celular sencillo que sólo hace llamadas y manda mensajes, instituyeron nuevas reglas para el uso de la computadora e Internet y, sobre todo, desconectaron el servicio de internet para todos en casa a cierta hora de la noche, llevándose el modem a su recámara.

Alejandra poco a poco se ha ido reintegrando a su vida normal, y sus calificaciones van a la alza nuevamente. Todos los padres deberíamos tener presente al educar a nuestros hijos que donde hay demasiado, falta algo; y lo que sobra no remplaza a lo que falta.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.