Las mentiras que nos vendieron del matrimonio

El romance y sus expresiones son parte importante del matrimonio, sin embargo se necesita una alta dosis de madurez y sensatez para reinventarlo cada día.

Diana Cantor Martinez

Existen muchos paradigmas acerca del matrimonio; ideas que se han trasmitido de generación en generación y que han sido reafirmadas de alguna manera, por la industria del cine y la televisión. Gracias a esto, muchas personas van construyendo una idea muy romántica del matrimonio y cuando se enfrentan a la realidad no saben cómo actuar, creen que han fracasado y su primera salida es pensar en el divorcio. Lee a continuación algunas de las mentiras que han mitificado el matrimonio.

Si no te casas con tu alma gemela serás profundamente infeliz

En principio quisiera desestimar un poco la idea de que “existe un alma gemela”. En mi concepto, ésta es una idea completamente errónea que alimenta la expectativa que algunos pueden tener de un ser mágico y perfecto que vendrá a alegrarles eternamente los días. Como consecuencia de ello irán por la vida descartando personas que no se ajusten a ese sueño idílico.

En este orden de ideas, creer que “si no te casas con tu alma gemela serás profundamente infeliz” ¡es una gran mentira! Lo mejor sería pensar en cómo hacer que la persona que elegiste en el altar, se convierta en tu alma gemela. Encuentra en ese ser maravilloso que está a tu lado, virtudes. Míralo en su justa dimensión; valora lo que es y especialmente esfuérzate por ser una gran persona también.

El amor todo lo puede y todo lo soporta

Aunque el amor sea el sentimiento más hermoso que pueda existir, para construir un matrimonio y una familia se necesita más que amor. Quizás el amor sea el motor, pero se necesitará además compromiso, perseverancia, paciencia y decisión.

Por otra parte, creer que el “el amor todo lo soporta” puede ser una forma de justificar, en nombre del amor, maltratos físicos y emocionales, constantes infidelidades y falta de compromiso. No creo que el amor todo lo soporte, hay límites y es importante aprender a reconocerlos.

Advertisement

Nos casamos y seremos felices para siempre

Un gran porcentaje de filmes románticos culminan con una boda, llevando quizás el mensaje de que el fin máximo de la historia era el matrimonio y que con él se alcanzará la felicidad eterna. El verdadero desafío viene justamente después. Se requiere un alto grado de madurez emocional para comprender que el matrimonio por sí solo no trae la felicidad, ni es un estado de felicidad permanente. La clave de un matrimonio exitoso y feliz esta precisamente en que la pareja comprenda que los desacuerdos, las diferencias, las dificultades, la rutina, ellas son parte del matrimonio y que se requiere esfuerzo, entrega, inteligencia y trabajo en equipo para superarlas. Te aconsejo que leas este artículo para saber cómo usar la rutina de forma positiva ¿Puede el peor enemigo del amor ser mi aliado?

El matrimonio cambiará tu pareja

Esa es una de las mentiras más comunes, creer que cuando te cases, tu pareja será diferente. Recuerda, las personas tenemos una esencia y cambiar siempre es una decisión personal; así que no esperes que mágicamente la persona que elegiste para ir altar sea una diferente cuando estén casados, y si ya estas casado ¡esa fue la persona que elegiste! Los matrimonios felices son aquellos en donde la pareja se acepta como es, con sus más y sus menos; la pareja puede crecer, pero debes ser consciente que muchos aspectos de su personalidad serán permanentes y que el cambio solo depende de ellos mismos. Para evitar caer en este error te recomiendo este artículo Quiero que los demás cambien

El romance y sus expresiones son parte importante del matrimonio; sin embargo, se necesita una alta dosis de madurez y sensatez para reinventarlo cada día. Se hace entonces necesario ver el matrimonio en su justa medida comprendiendo que se necesita esfuerzo y dedicación para construirlo y mantenerlo, sin dejarse llevar por falsas expectativas.

Toma un momento para compartir ...

Diana Cantor Martinez

Hay un momento de la vida en que descubrimos que necesitamos un cambio para poder avanzar y crecer reconoce el momento y no pierdas la oportunidad.