Lo que temen los hombres de las mujeres
¿Te has preguntado la razón por la cual los hombres huyen de ti? bueno, es posible que no comprendas como les haces sentir. Te invito a leer este artículo y a comprender la realidad en la relación entre hombres y mujeres.
Erika Otero Romero
Algo que lastima a una mujer, es que el hombre que a ella le gusta, no luche por ella. Y ese dolor se vuelve decepción cuando, encima de ello, en su lugar elija a una mujer que, (desde todos los puntos de vista y según su criterio) es por completo diferente a ellas. Y esa decepción se vuelve frustración cuando el establecer una relación con esa mujer no representa un reto para él. Así es, nos referimos a esas mujeres que en el argot popular reciben el nombre de “chica fácil”. Al final, esa sensación de frustración se vuelve una experiencia de pena ajena cuando poco tiempo después, el hombre que te interesaba se encuentra soltero y recorriendo de nuevo el camino de la búsqueda de una “mujer perfecta”, que a todas luces no eres tú.
Lo anterior no le ocurre a todos los hombres —¡por fortuna!—. Eso solo le pasa a muy pocos en edad adulta, y a quienes les sucede por lo general son jóvenes solteros y están en busca de “aventuras sentimentales”. Eso te lleva a cuestionarte acerca de lo que esta “mal” en ti y la razón por la cual en el amor no te va tan bien. Es probable que lo que ocurra es que ellos no han madurado emocionalmente, les da miedo quedar prendados y sin salida, de una mujer segura e independiente y por eso salen corriendo como si huyeran de un incendio. Desde mi perspectiva, son tres los aspectos que los hombres emocionalmente inmaduros temen de las mujeres:
1. Que busque una relación formal
Creo que con lo anterior quedó claro que el problema no es que la mujer sea segura, exitosa, independiente y madura emocionalmente; el problema es que los hombres (no todos, repito) tardan más en madurar emocionalmente; su estado juvenil se alarga por mucho más tiempo que el de una mujer y casi que de manera instintiva saben que una mujer con las anteriores características está consciente de que el tiempo pasa y no quiere malgastar el suyo jugando, sino que ella espera que pasado un tiempo prudencial, el caballero se ponga serio y le proponga una relación formal. Tanto así, que en cuanto este post adolescente de treinta años se da cuenta de que ella tienen fines matrimoniales, el terror al compromiso y a ir cerrando etapas va a hacer que él ponga “pies en polvorosa”.
2. Que le sea más importante ser exitosa, que ser madre
Otro aspecto al que ese tipo de hombres temen es a que la mujer, por ser exitosa, anteponga su profesión a la maternidad; bien, acá ya depende de la mujer. Muchas mujeres sí llegan a anteponer su carrera ante la procreación y el bienestar de la familia y su compañero, cierto. Pero acá es donde se debe recordar que se puede ser exitoso en todos los aspectos de la vida; que solo es cuestión de establecer prioridades.
3. Que sea “más” que él
El último aspecto es que una mujer aparte de que sea segura, inteligente, exitosa y sepa lo que quiere en la vida, aparte de ello, ame con total entrega e intensidad, estando dispuesta a entregar todo de sí misma y que exija lo mismo. Así el asunto, no hay nada que más llene de temor a un hombre, que el hecho de que una mujer sea tan intensa y eso intimida, tanto o más que el que sea bella, exitosa o inteligente.
Todo en la vida tiene solución
La verdad es que a pesar de lo que se expuso arriba, ese nuevo tipo de post adolescente mayor de treinta años que está generando nuestra sociedad, va a madurar de manera inevitable y a la larga, va a buscar organizar una familia con una mujer que no solo le ofrezca la posibilidad de sentirse amado, sino que además le ayude a fortalecerse, a la que pueda admirar y a la vez sea una fuente de apoyo para él.
Tu labor como mujer es no mostrarte insistente. Baja tu ritmo e intensidad y demuéstrale que ser como eres, antes de ser algo a que intimide e imponga, es un cúmulo de aspectos que van a ayudarlos a ambos a ser felices en el hogar y a alcanzar las metas como familia.