Los 7 pecados financieros de las mujeres jóvenes

Muchos dolores en la vida tienen que ver con el mal manejo de nuestras finanzas. Aplica a tu vida estos principios y pasa la voz con otras jóvenes como tú, para que en su futuro económico siempre brille el sol.

Emma E. Sánchez

Una de las grandes satisfacciones que se tiene en la vida cuando se es joven y soltero, es comenzar a trabajar, recibir un salario y gastarlo sin tener que darle cuentas a nadie. La vida se ve “de color rosa” y el mundo nos parece pequeño; es entonces que podemos llegar a cometer serios problemas, perder el control de nuestras finanzas, adquirir deudas eternas y comprometer nuestro futuro.

Si estás disfrutando de tu primer empleo, vas a comenzar a vivir sola o en pareja y tienes grandes planes a futuro, evita cometer estos pecado financieros mortales. Toma nota:

1. No apegarse a un presupuesto de gastos

Antes de gastar un solo centavo de tus ingresos, haz un presupuesto. Anota mes a mes o cada quince días (según sea la frecuencia en la que recibes tus ingresos) la lista de gastos fijos que debes cubrir, invariablemente (renta, alimentación transporte; en fin, registra y planifica todo aquello que se trate de dinero. Después, lo más difícil: apégate religiosamente a ese presupuesto.

Existe una regla de oro en las finanzas personales: “Controla cada centavo que entra o sale de tu vida”, porque de lo contario serán los centavos los que te controlen a ti. Yo comencé a tomar el control de mi dinero cuando me dediqué a investigar por qué el dinero no me rendía; comencé anotando peso por peso que gastaba y, al final, me sorprendió lo mucho que gastaba en cosas carentes de sentido y sin importancia.

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2. Gastar, gastar, gastar

Tener el poder y la capacidad de comprarte ropa bonita, zapatos o cualquier otra cosa que te guste mucho, ¡es una gran satisfacción! Pero ese sentimiento de satisfacción es peligroso, muy peligroso si lo alimentas sin freno o sin ninguna regulación. De seguir auto complaciéndote, corres el riesgo de perder el control y caer en serios problemas económicos. Huye de las baratas, por muy atractivas que sean; no lleves mucho dinero cuando salgas y evita “ir de compras” solo por placer o diversión, eso puede llegar a ser un pésimo hábito. Si te sientes triste, sal a correr o caminar, pero no a comprarte algo y mucho menos comida. Aquí viene la segunda regla de oro: “No compres lo que no necesitas”, por muy bonito que sea o pese a la gran oportunidad que se presente: si no lo necesitas, no lo compres.

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3. Coleccionar tarjetas de crédito

Algunas jóvenes creen que las tarjetas de crédito son artículos coleccionables, que se debe tener las más que puedas “por si algún día lo necesitas”. La verdad es que no, una o dos tarjetas son más que suficiente para cubrir algunos gastos e, inclusive, para hacer un historial crediticio sano. Sé selectiva en las tarjetas que te ofrecen, estudia los intereses que cada una te genera, los beneficios y otras situaciones que en el futuro pudieran ser perjudiciales para ti.

4. Caer en la tentación de “meses sin intereses”

Una gran trampa de la mercadotecnia es venderte algo “sin intereses” y a largos plazos o mensualidades. Entonces, sin darte cuenta, adquieres una cantidad enorme de pagos mensuales, que sí te generan pagos de intereses si solo pagas el monto mínimo o si te llegaras a atrasar. Recuerda: El crédito no es dinero extra. Es dinero que debes pagar finalmente y con intereses, en la mayoría de los casos.

5. No ahorrar

Así como estás disfrutando de tu primer empleo, de dinero que por primera vez es totalmente tuyo y de comenzar tu vida productiva, debes recordar que esto no será eterno. Llegarás a enfermarte o simplemente a envejecer, y un día no podrás trabajar. Pensar en tu retiro es una de las grandes cosas buenas que debes comenzar a hacer, si quieres tener un futuro brillante. Pagar de contado siempre será una buena opción y ahorrar es ejemplo de fortaleza de carácter y un verdadero autocontrol. Ponte el desafío personal del ahorro, créeme, esto te convertirá en una mujer fuerte, autosuficiente e independiente en muchos sentidos.

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6. No invertir en tu educación

Que ya estés trabajando y obteniendo ingresos, o hayas terminado tu carrera, no quiere decir que debas dejar de capacitarte, de seguir aprendiendo o actualizándote. La auto capacitación y la continuidad de tu educación te ayudará a siempre tener nuevas puertas para obtener más y mejores ingresos. Desarrolla nuevas habilidades. No invertir en tu educación, es empeñar tu futuro.

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7. Adquirir una deuda ajena

Por mucho que quieras a un amigo o desees apoyar a algún familiar, sé muy prudente ante la propuesta de ser un fiador o aval de alguien. Piensa que un día su deuda puede ser tuya y tú deberás hacer frente a eso. Si alguien te pide tu apoyo, piensa dos veces si quieres contraer esa deuda y si puedes pagarla.

Una mujer joven que aprende a administrarse adecuadamente, llegará a ser una verdadera bendición para quienes le rodeen. Podrá ser una fortaleza para sus seres amados y una verdadera fuente de ayuda para quienes tengan necesidad. Asegura que tu futuro sea brillante, cuidando tus finanzas desde hoy.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.