Los buenos hábitos alimenticios en los hijos a ejemplo de los padres

Enseñar buenos hábitos alimenticios a los niños es sumamente importante. Aquí se mencionan nueve recomendaciones para ayudar a los padres en esta tarea.

Jackeline Ledezma

Al cumplir mi bebé seis meses de edad fue el momento ideal para incorporar alimentos sólidos a su dieta. El tema de una alimentación adecuada me interesó mucho desde antes, pero a partir de ese momento investigué qué alimentos debía consumir de acuerdo con su edad y cuáles no le resultaban saludables.

Como madre me entristece ver cómo muchos niños no poseen buenos hábitos alimenticios. Es lamentable darse cuenta de que algunos padres no prestan suficiente atención a este tema. He visto a niños almorzando gaseosa y frituras, de las que venden en los supermercados; he escuchado a los padres quejarse porque su niño no come, pero antes de la hora de comer les dan cuanta golosina les piden. Es por eso que comparto con ustedes lo que he aprendido al respecto:

Horarios

Es muy importante fijar horarios para sentarse a comer, esto ayuda al niño a establecer una rutina y sin duda tendrá ganas de comer a la hora acostumbrada. En mi caso hice un horario de alimentación, que incluía: desayuno, merienda (por lo general, una fruta que le ayude a evitar el estreñimiento, como: papaya, banano, mango o ciruela), almuerzo, otra merienda y cena. Y lo pegué en un lugar visible del refrigerador.

Porciones

Tome en cuenta que las porciones que debe comer un niño son diferentes a las de un adulto; a veces se comete el error de querer dar mucha comida al pequeño, lo que deviene frustración, no solo en el niño por la insistencia sino también en los mismos padres, al pensar que su hijo no come lo suficiente. Se debe tener además especial cuidado de no caer en este error, a fin de evitar futuros problemas de sobrepeso.

Comer en familia

Este hábito, además de fortalecer las relaciones familiares, mejorar la comunicación y convertirse en un rato agradable para compartir entre hijos y padres, le transmite al niño la idea de que comer es bueno.

Nada entre comidas

Procure que su niño tenga hambre a la hora de comer, evite el exceso de golosinas, dulces, gaseosas o demás alimentos que no le proporcionan beneficios, para que, llegado el momento, no deje nada en el plato.

No forzarlo a comer

Esto aplica sobre todo en bebés al momento de querer incorporarles una fruta o verdura nueva en su dieta. En mi caso funcionó muy bien. Para que mi bebé aceptara un alimento nuevo a veces requería de tres días de intentos; el primer día apenas probaba; el segundo, no sin mucho esfuerzo, comía dos cucharaditas y así hasta que comió toda la porción que le ofrecía.

Respetar cuando está lleno

Cuando el niño habla es más fácil comprenderlo, pero si se trata de un bebé debemos prestar atención a su lenguaje corporal para saber cuándo está satisfecho, pues su cuerpo pequeño no les miente y él sabe cuándo parar.

Incentívelo a comer solito

Si el niño muestra curiosidad no le quite el impulso, déjelo curiosear con los sabores y las texturas. Aunque tengamos que limpiar de más, comer solitos es todo un festín para ellos y aprecian más el momento de comer.

Infórmese

En la actualidad hay mucha información al respecto a nuestro alcance; la desinformación no es excusa para no inculcar hábitos alimenticios adecuados en nuestros hijos. Incluso, podemos aprender de otros padres que ya han pasado por lo mismo. No debemos sentir pena de preguntar, los niños no traen manual de usuario y los padres también nos equivocamos.

Predique con el ejemplo

Si nosotros, como padres, no damos a nuestros hijos un buen ejemplo de hábitos alimenticios, difícilmente ellos aprenderán otra conducta. Examínese, y si descubre que debe cambiar un poco, qué mejor motivación que hacerlo por el bien de su hijo.

Tal vez poner en práctica todas estas recomendaciones requiera tiempo y esfuerzo, pero créame que una vez que vea las mejillas de sus hijos rosadas y sus rostros saludables, comprenderá que todo ha valido la pena.