Maneras placenteras de lactar. Lo que toda madre primeriza debe saber

La etapa de la lactancia es un bello momento para desarrollar lazos afectivos e integración familiar. Conoce algunas formas relajadas de llevarla a cabo.

Julia Tort

Amamantar al bebé es un acto de amor y unión entre madre e hijo. En ese momento el padre también puede ser partícipe, ello va a generar una grata comunicación “sin palabras”, en la que lo más hermoso e importante “se siente”. Para comenzar, lo principal es que te encuentres cómoda y relajada; puedes guiarte a través de estos tres prácticos consejos:

1. Acostada en la cama

, sobre un costado, con el bebé a tu lado, rodéalo con tu brazo para darle seguridad y mantener un contacto permanente. Si cambias de lado, solo basta rotar al bebé.

2. Sentada en un sillón,

con una almohada en la espalda y otra debajo del brazo del lado por el que amamantes al niño, para hacer soporte a su peso por un largo rato. Su cabeza estará a la altura de tu seno y su cuerpo, de forma descendente, apoyado en tu pierna cruzada, cuida que su espalda quede recta para evitar lesionar su columna. Al terminar, cruza la otra pierna y cambia de lado la almohada de apoyo y al bebé.

3. Sentada en la cama o en el sillón,

con una almohada ancha (65 cms y 22 cms las puntas en forma de herradura, son especiales para amamantar (incluso si tienes gemelos); coloca los dos extremos de manera que se ciñan a tu cintura, la parte ancha debe quedar sobre tus piernas; incluso, no necesitas cruzarlas, tu espalda debe permanecer recta y tú, sentirte descansada. Acuesta al bebé sobre el almohadón, de esta manera su peso no te cansará y podrás prolongar el tiempo cuanto sea necesario. Al terminar de comer de un lado, lo cambias al otro. Es sumamente práctico y cómodo.

Ya que hayas encontrado la posición más cómoda procede a darle el pecho a tu bebé. Si te acompaña tu esposo pídele que elija una música alegre; la más recomendable es la de Mozart, para bebés, con volumen bajo, mientras el ambiente se armoniza y tú disfrutas sintiéndote confiada y feliz de que tu bebé está recibiendo lo más saludable, la mejor protección biológica que pueda existir sobre el planeta. Al beber tu leche también ingiere la bioquímica de tu organismo, de tus estados emocionales, por ello es aconsejable que estés en sintonía con él.

Advertisement

Mientras tu bebé succiona está abierto y receptivo a todos los estímulos, no importa cuán pequeño sea o si duerme, ¡su cerebro se programa sin descanso para el resto de su vida! Todo lo que ocurre es importante, así que puedes hacer cada momento significativo de la siguiente manera:

  • Envíale mensajes positivos hablándole bajo, o simplemente sintiendo amor.

  • Apaga la radio y el televisor, permite que el ambiente se convierta en un lazo de comunicación en tríada; es hermoso que en esos momentos integres a tu esposo, a fin de que ambos disfruten de su hijo.

  • El bebé recibe los primeros mensajes a través de la piel, acarícialo con suavidad mientras le hablas, dale la bienvenida al mundo y a la familia, manifiéstale lo afortunada que eres por tenerlo en brazos.

  • Cántale un arrullo.

    Advertisement

No hace falta que el bebé hable para responder a tus palabras, necesita escuchar tu voz, la de su padre y la música que, en combinación con ustedes, le dará confort. Aunque racionalmente no comprenda lo que le dicen, su cerebro está haciendo su “programación” de tal manera que es importante hacerle saber con palabras cuánto amor pueden expresarle a él y expresarse entre ustedes; tocarlo, abrazarlo, besarlo y sentirlo a profundidad.

  • Al tomar la leche materna, en su viaje de la boca al estómago el bebé experimenta sensaciones internas como saciedad, tranquilidad y calma.

  • El contacto físico genera sensación emocional que se liga a otros procesos internos primarios.

  • El intelecto y la afectividad son paralelos, interactúan en un permanente equilibrio dinámico móvil.

¿Sabías que en el embarazo se guarda energía en forma de grasa en piernas, glúteos y cadera, y que cuando amamantas a tu bebé favoreces su consumo para que no se acumule en tu organismo de forma permanente? También ayudas a que el útero vuelva a su tamaño original. Son muchos los beneficios biológicos que reciben tanto la madre como el hijo; sin embargo, de ti depende que se enlace a otros beneficios afectivos y ambientales, incorporando al padre.

Advertisement

La etapa de la lactancia materna es hermosa, tú debes sentirte bella porque estás dando lo mejor de ti para que tu hijo tenga un aporte alimenticio como base fundamental que lo acompañará por siempre de forma biológica, psicológica y social. Comparte esta información con futuras madres o con quien ya tenga a su bebé en brazos, a fin de fomentar la comunicación entre familia.


El punto de vista del autor no necesariamente representa la opinión editorial

Toma un momento para compartir ...

Julia Tort

Julia Tort es Lic. en Preescolar y Psicología, asesora y especialista en Estim. Temprana, prenatal, del aprendizaje y liderazgo, escritora y madre de 3 hijos. Actualmente vive en San Juan del Río, Qro. México. E-mail contacto: lic.juliatort@hotmai