Cuando engañas, ¿a quién engañas?

El infiel cree que tiene el poder, que es quien maneja la situación. Sin embargo no deja de buscar excusas para lidiar con la realidad.

Yordy Giraldo

Las infidelidades han existido desde siempre. El noveno mandamiento, en Éxodo 20:17 lo dice claramente: “No desearás a la mujer de tu prójimo”, poniendo de manifiesto no sólo la realidad de su existencia, sino la necesidad de contenerla. El problema es que los seres humanos no nos caracterizamos precisamente por nuestro buen juicio.

El infiel cree que tiene el poder, que él es quien maneja la situación. Sin embargo no deja de buscar excusas para lidiar con la realidad. Que si es porque no pudo decir que no, que si su pareja no le presta la debida atención, que la relación no atraviesa un buen momento: cualquier cosa que le ayude a apaciguar su espíritu.

Lo que me lleva a preguntarme: cuando engañas, ¿a quién engañas? La infidelidad daña a quien la sufre, pero por sobre todo deja claro una cosa sobre quien la comete, que es una persona dañada. ¿Alguna vez te has puesto a pensar en lo que el adulterio dice acerca del adúltero?:

1. Te cuesta asumir que mereces ser feliz

Quizá pienses que no sé de lo que hablo, pero dime tú: si la infidelidad te puede llevar a perder a tu familia, entonces ¿cómo llamarías al hecho de que tú mismo estés saboteando lo más valioso para ti?

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2. No sabes lo que quieres

A qué otra conclusión llegar, si pese a que te comprometiste en una relación, no dejas de buscar a otras personas, sino a la respuesta lógica de qué no tienes idea de qué es lo que quieres.

3. Eres egoísta

Si lo haces porque tu relación ya no tiene la emoción de cuando iniciaron y ese es tu argumento, déjame decirte que todos en algún punto pensamos lo mismo. Optar por el engaño sólo habla de una cosa: ¡Egoísmo!

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4. Padeces de cobardía

Si no estás a gusto con lo que tienes, pero no te atreves a alejarte, es simple, se llama cobardía. Una persona valiente reconoce sus sentimientos y asume las consecuencias.

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5. No sabes manejar tus emociones

Por supuesto que todos vemos personas más atractivas o más jóvenes que nuestras parejas en la calle, pero no andamos iniciando una relación con todo mundo. El hecho de que tú no lo hagas sólo habla de que no tienes la madurez para manejar tus instintos.

Muchos ven en la infidelidad una cuestión de crianza, y sobre todo los hombres la asocian a la masculinidad, así un hombre infiel se ve a sí mismo como viril, irresistible seductor, pero la realidad es otra. Un hombre o una mujer infiel es una persona que no valora lo que tiene, que no respeta la palabra empeñada, y que no tiene reparo en arriesgar el amor de su pareja, ni la unión de su familia.

No se trata de ungirnos como estandartes de la moralidad: cada quién es dueño de su vida. Lo que no se vale es hacerlo a expensas de la vida de otros, pedir para uno el respeto que no somos capaces de dar, y basar las relaciones en la mentira, la alevosía y la ventaja de una doble vida, pero sobre todo de una doble moral. Entonces, ahora sí dime: ¿a quién engañas cuando engañas?

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Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.