El abc para sobreponerse a un “corazón roto”

En las únicas relaciones que no duelen cuando terminan no pusiste el corazón, o lo sacaste por anticipado, pero si eres de las que ama con "toda el alma" esta guía debe estar pegada en tu botiquín. El abc para sobreponerse a un

Emma E. Sánchez

El desamor y el terminar una relación amorosa pueden ser de las experiencias más tristes que podamos enfrentar. Hace algunas semanas me reuní con algunas amigas para comer y con intención de animar a una de nosotras que recientemente se divorció. Al hablar sobre el tema de las separaciones y los rompimientos todas aprendimos de las experiencias personales que cada una refirió. ¿Me permites contarte qué le ayudó a cada una a superar “su corazón roto”?

Amanda, la nueva deportista

Esta amiga se molestó mucho cuando su novio la terminó. A diario estaba de mal humor, contestaba de forma grosera a quienes la rodeaban, se sentía frustrada y guardaba resentimiento hacia el hombre que la había dejado. Un día en que se sentía enojada, tras haber tratado una vez más de regresar con su pareja y de darse cuenta de que a él no le interesaba, comenzó a caminar y a caminar… Esa primera vez caminó durante ¡dos horas! solamente pensando en los errores que había cometido. Al regresar a su casa ya no sentía enojo, y pudo dormir la noche completa. Al día siguiente hizo lo mismo: salió a caminar. Pasado un mes ya corría, no había resentimientos en ella, había logrado perdonar y dejar atrás esa relación. A los seis meses participó en una gran carrera, en la que, por cierto, conoció a su esposo. Recupera y fortalece tu corazón con actividad física, no solo sanará tu corazón, ¡te hará más fuerte y bella!

Mariana y el regreso

Mariana se enamoró perdidamente de quien aseguraba “era el amor de su vida”. Se dedicó a él en cuerpo y alma, y apostó todo por esa relación; pero un día, aun cuando tenían fecha de boda, terminaron. Mariana quedó destrozada, pasaron muchos días en los que solo lloraba, y no comía ni dormía. Su mundo se había acabado y en algún momento pensó incluso en que no tenía sentido seguir viviendo. En medio de su gran tristeza descubrió que su familia siempre estaba y había estado cerca de ella, y con cierta pena reconoció que los había hecho a un lado mientras estuvo enamorada. De modo que, en un gesto de querer corresponder a esa lealtad, regresó con su familia y amigos, se integró a las actividades y reuniones familiares, volvió a salir con sus amigos, retomó lo que había “abandonado” y poco a poco la tristeza fue reemplazada por alegrías familiares. Los pensamientos negativos se volvieron planes y metas y cuando más contenta se encontraba, conoció a un hombre alegre, cariñoso y con quien ha formado una gran familia, rodeada de muchos amigos que disfrutamos de su compañía. No hay nada como la familia y un fuerte círculo de amistades para sanar un corazón.

Olga y el poder de la mente

Olga es una mujer que cuando se propone algo, lo logra. Es inteligente y muy diligente, así que tras de que le rompieran el corazón hizo algo muy interesante: se propuso llorar, lamentarse y estar triste por quince días –llegó a marcar los días en un calendario–. Y puso manos a la obra: lloró, se lamentó y llegado el día dieciséis compró zapatos, se dio un baño, se arregló y salió a pasear con sus amigas. Llenó su agenda de frases de ánimo, se puso una liga en la muñeca y se propuso que cada vez que recordara al hombre que la había engañado se daría un “ligazo” para evitar el tener esos pensamientos que la afectaban. Lo consiguió: salió adelante con su hijo pequeño, a quien ella llama “el verdadero amor de mi vida”. Controla tus pensamientos, date un tiempo “de luto” y fija una fecha para salir adelante. La mente es el mejor amigo del corazón.

Raquel, la destructora

Esta amiga es un caso especial: a ella le ha funcionado el “destruir” o deshacerse de todo aquello que la lastime o le recuerde algún hecho doloroso. Elimina regalos, cartas de amor, ropa e incluso corta su cabello de manera radical; eso le ha ayudado a renovarse, a quitar de su vida lo que ya no sirve e iniciar una vez más con una buena y limpia actitud hacia el amor. A mí me funciona escribir y luego eliminar lo escrito.

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Sobreponerse a un corazón roto es posible, es bueno y créeme, es necesario hacerlo. Y tú, querida amiga, ¿qué has hecho para sanar tu corazón roto?

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.