El amor en el matrimonio muere por descuido

Descubre los 3 aspectos que no habías tenido en cuenta y que hacen que el amor dentro del matrimonio salga por la puerta grande

Erika Otero Romero

Contraer matrimonio es un acto que hacemos por amor. Ahora, mantener ese afecto día con día y no dejarlo morir, es el verdadero reto de las parejas de todos los tiempos; si uno no se esfuerza día a día, las pequeñas discusiones, desacuerdos, y la falta de entendimiento hacen que al final el amor salga por la puerta, por donde una vez entró.

Mujeres y hombres luchan constantemente por mantenerse unidos a pesar de la adversidad. Por supuesto, mantener el equilibrio y el amor en un matrimonio es responsabilidad de dos. Jamás me cansaré de insistir que ambos deben mantenerse en pie de lucha para que el amor se renueve día con día en lugar de morirse tras cada problema. Desde mi perspectiva, son tres los aspectos que deterioran un matrimonio:

1. El descuido de la propia persona

Estar casado no es garantía de compañero seguro. No se trata de mantenerse al día con la última moda en ropa y zapatos, pero sí que cuides de tu aspecto físico, tanto como el tiempo y el dinero lo permitan. Un buen corte de cabello o un peinado, un poco de perfume o colonia no le caen mal a nadie y más si la persona se arregla para sí misma y su pareja.

2. Comunicación

El segundo es el deterioro en la comunicación, Pelear por minucias, no dirigirse la palabra, ignorar los problemas pequeños (o hacer tormentas en vasos de agua), ocultar algo que los dos deben manejar, gritar y pasar de ahí al insulto… mucho mejor es relajarse, respirar y esperar a que pase la ira y luego hablar de lo que les molesta sin tirarse las ollas.

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3. Desinterés sexual

Partamos del punto en que los hombres se sienten más libres de expresar el afecto y se sienten cerca de su compañera de esta manera. No hay nadie casado que pueda negar que las relaciones íntimas fortalecen el afecto mutuo. Cuando hay problemas en el matrimonio, ayuda mucho el tener esas muestras de amor que en realidad son sagradas. Mujer, jamás te niegues a tu esposo a manera de castigo. Y hombre, tienes que entender que tampoco todo se resuelve con relaciones íntimas. Si se logra un equilibrio entre las dos opciones las cosas irán mejor para ambos.

Los tres aspectos nombrados arriba si bien no son los únicos que dañan una relación, sí que son los más relevantes al momento de hablar del tema, ya que en terapia son los que más suelen reprocharse mutuamente. Aspectos tales como los celos, la infidelidad, las mentiras, no pasar tiempo en familia, volverse alguien irresponsable con la economía del hogar entre tantos otros, son solo efectos colaterales de una mala comunicación entre las partes, del descuido personal y de las relaciones íntimas en la pareja.

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Para finalizar, dos mensajes directos para hombre y mujer.

Mujer, créeme cuando te digo, por lo general la gran mayoría de los hombres se toman lo que les dices de manera literal (al pie de la letra), si te pregunta: “¿Qué te pasa?” la respuesta correcta debe ser clara y concisa: “me molesto que hubieras mirado a fulanita de esa manera, por favor no lo vuelvas a hacer”. No te vayas por las ramas y respondas: “tú debes saberlo”, a él no le va a llegar el mensaje por uno de dos motivos, o se está haciendo el despistado de manera conveniente o de veras no recuerda nada en lo absoluto y lo mejor es que sepa que tú te has dado cuenta de todo. Evitarás mentiras, infidelidades y muchas lágrimas.

Hombre, tu esposa es una mujer madura, cuando se casa por lo general sabe que no la va a tener fácil. Eso no quiere decir que si le dices: “estas gorda, cuídate un poco” eso no le ayuda en nada: le va a doler y mucho. Expresiones así causan un daño profundo. No se trata de que le ocultes cómo te sientes o lo que piensas, se trata de saber comunicarse, de saber manifestar las cosas con tacto y prudencia.

Recuerden siempre un matrimonio es de dos, y son dos los que deben sacarlo adelante.

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.