El complejo de Cenicienta y cómo afecta el matrimonio

Si estás criando a hijas con la idea de que llegará un Príncipe Azul para llevarlas a una vida de felicidad y sin problemas, tienes que leer esto.

Erika Otero Romero

Hace poco leí un artículo que exponía con claridad el llamado “Complejo de Cenicienta“. Créanme, cuando empecé a leer, yo estaba lejos de suponer de que iba y lo que leí me dio de lleno en la cara; ahora quiero compartirlo con ustedes.

El concepto de Complejo o Síndrome de Cenicienta fue expuesto por la investigadora Colette Dowling en su libro “El Complejo de Cenicienta: el miedo de las mujeres a la independencia”. De manera breve, el Complejo de Cenicienta, según Dowling, puede resumirse en que algunas mujeres, por crianza, presiones familiares o sociales, cultivan el deseo desmedido e inconsciente de ser cuidadas. Este deseo procede del miedo a la independencia.

El complejo debe su nombre al conocido cuento de Cenicienta, historia basada en la idea de que la feminidad debe poseer inocencia, belleza y resignación, pero de ningún modo independencia. Valga recordar que en el relato de Cenicienta, ella es incapaz de alterar su condición de sirvienta sin la intervención de un hada madrina y desde luego, del típico ejemplar masculino representado en la historia: el Príncipe Azul; esa es la razón por la cual se considera a Cenicienta como la figura típica de la dama en apuros. Dicho de otra manera, Cenicienta es el resumen de la mujer que solo puede cambiar el curso de su vida mediante el establecimiento de una relación con un hombre; de otra manera, será esclava por siempre jamás.

No va en contra de la institución familiar

En mi opinión, una mujer debe ser segura de sí misma, y desarrollar la capacidad de cumplir sus metas, ser feliz y económicamente independiente. Formar una familia debe ser la meta culminante. Pero a veces esa independencia combinada con la insatisfacción de sus propias ambiciones personales se convierte en la excusa perfecta para llegar a un divorcio al momento de tener un esposo y una familia.

¿Por qué es perjudicial para el matrimonio?

Primero, una mujer en exceso dependiente de su compañero de vida resulta asfixiante. Explico: la vida matrimonial real no es un cuento de hadas; una relación común presenta problemas de toda índole, si a eso se le suma el hecho de que una mujer sea tan insegura de sí misma que tema tomar decisiones por sí misma, o que a veces haga de la manipulación un arte —incluso sin ser consciente de ello—, conducirá a un problema mayor, ya que irá desgastando la relación.

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Segundo, todos requieren ser amados. Uno necesita sentir que es capaz de responder por sí mismo al momento de que el cónyuge haga falta ¿Y de qué manera se logra eso? Preparándose para ser independiente en lo económico y así sacar a la familia adelante, eso no se logra si la única aspiración en la vida es que venga un Romeo a rescatarte a todo momento.

Tercero, es un hecho que un sinnúmero de parejas ha llegado al divorcio dado que sus esposas alegan no sentirse satisfechas en el hogar y no tener tiempo para sus propias metas; se pueden alcanzar muchas metas teniendo una familia, pero requiere organización y disciplina. ¿Por qué no hacerlo?

Soluciones para no criar hijos con Complejo de Cenicienta

1. Incentivar a las chicas a estudiar todo lo que puedan. Una mujer hoy en día necesita ser poseedora de conocimiento, tanto para el beneficio propio como el de una familia.

2. Es importante crear desde niñas un pensamiento crítico que les haga darse cuenta de que muchos clichés y estereotipos culturales no son ciertos, acá algunos ejemplos:

“Todos los hombres buenos están casados”. Falso. A veces se eligen hombres incorrectos.

“Los hombres sólo buscan sexo”. Mentira. Para llegar a esa situación se requiere de dos personas y debes aprender a tomar las decisiones correctas.

Es necesario que seas capaz de criar hijas capaces de luchar por sus sueños y a la vez aspirar a tener una buena relación sin que esta sea la única meta para ser feliz y sentirse realizada.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.