Solo para hombres: haz que desaparezca el ogro y regrese la princesa

“Del mismo modo que no tenemos derecho a consumir riqueza sin producirla, tampoco lo tenemos a consumir felicidad sin producirla” George Bernard Shaw

Yordy Giraldo

No se trata de someterte a lo que tu esposa desee para que las cosas vayan bien, sino de aprender a conocer a tu esposa: lo que le gusta, lo que la mueve, la conmueve, la hace soñar, reír, sentirse a gusto consigo misma y con su vida. Hombres y mujeres somos diferentes, y no sólo por cómo lucimos, sino también por cómo actuamos. Se dice que los hombres son más visuales, las mujeres en cambio somos más de gestos y palabras; a nosotras se nos enamora, principalmente, por el oído: ese es nuestro verdadero punto G.

Pocas cosas valoramos más que el que nos hagan sentir especiales, que al vernos actúen como si el mundo de pronto tomara sentido y que no existe en ustedes ojos para mujer alguna que no seamos nosotras. Que agradezcan lo que hacemos, que cada mañana al despertar, lo hagan con un beso y cada noche al vernos nos reciban con un te amo. Que a la familia que han creado con nosotras tenga el lugar, la importancia y el tiempo que merece. Imagina que las mujeres decidiéramos cuidar el hogar y a los hijos después y sólo después de la peluquería, las salidas con las amigas, las compras, la fiestas, los masajes, el gimnasio y el trabajo. ¿Cómo te sentirías tú, hombre? ¿Cómo crees que se sentirían los hijos al descubrirse últimos en la larga lista de obligaciones y hobbies de esposas y madres?

Dudo mucho que nos tuvieran en tan alta estima social, dudo que se hubieran escrito tantos poemas, canciones, obras sobre lo maravilloso que es el amor materno. Entonces, ¿cómo crees tú, hombre, novio, esposo, que nos sentimos las mujeres cuando toda tu vida gira fuera de casa y, encima, cuando llegas nos das la importancia de un florero?

  1. Una esposa feliz es el secreto para un buen matrimonio, ¡así de fácil y así de difícil! Si algo tenemos las mujeres es que por amor somos capaces de ir hasta en contra de nuestros propios intereses, pero necesitamos que nos hagan sentir que vale la pena, que valemos la pena. De lo contrario nos apagamos, resentimos y amargamos, y créeme, no querrás en casa a una mujer resentida y amargada, ¡porque en eso nadie nos gana! Por eso si sientes que las cosas en casa van un poco tensas, ¿qué tal si comienzas por poner en práctica algunos trucos para desaparecer al ogro y que reaparezca la princesa?

  2. Bésala. Para empezar lo primero que debes hacer al llegar a casa es darle un beso a tu esposa, si es posible agrega un “Te amo”.

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  3. Cumple tus promesas. Una de las cosas que nos importan mucho a las mujeres es que el dueño de nuestro corazón sea alguien a quien respetemos y admiremos, y ninguna de las dos cosas se dan si vemos a nuestra pareja como un farsante. No prometas aquello que no puedas cumplir y cumple, siempre, aquello que prometes.

  4. Dedícale tiempo. No tiene que ser mucho, pero sí que sea sólo para ella. Puede ser una salida o un masaje de pies luego de una larga jornada en esos altísimos zapatos. Construye pequeños momentos para hacerle saber cuánto la amas.

  5. Sé detallista. Cada que puedas, regálale algo. No tiene que ser caro, puede ser un dulce, una flor, una carta; lo importante es que tu pareja tenga claro que estuviste pensando en ella.

  6. Arréglate para ella. Aunque las mujeres no somos tan visuales como los hombres, en general nos gusta un hombre que luzca pulcro, seguro de sí, elegante, pues todo ello nos remite emocionalmente a que un hombre con esas características no es un fracasado, sino alguien capaz de alcanzar sus metas; por consiguiente, con alguien así estaremos seguras, protegidas.

  7. Dale su lugar y tómala en cuenta. Cuando salgas con tu amigos, tómala en cuenta. Quizá no sea necesario que vaya contigo, pero ella debe sentir que la valoras. Por nada del mundo inviertas más tiempo en las salidas con tus amigos que el tiempo que dedicas para salir con ella; si lo haces, le estarás demostrando que lo pasas mejor con otras personas que con ella y eso no es una buena idea si quieres que se sienta especial a tu lado.

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  8. Interésate en sus cosas. Muestra interés por las cosas que a ella le importan, le son significativas y, sobre todo, en lo que ella dice. No me voy a meter en si escuchas cada palabra que sale de su boca, pero si es importante que al menos parezca que lo haces.

  9. Hazla reír. Créeme, ninguna mujer es indiferente a un hombre con buen sentido del humor. Si todo te lo tomas demasiado a pecho o te enojas a la cuenta de ya, difícilmente lograrás que las cosas se relajen en casa.

  10. No te olvides del romance. Las mujeres amamos eso de que “nos conquisten”, y no es tan complicado: pon musiquita, sorpréndela de vez en cuando, abre para ella la puerta del auto, acomoda la silla para que se siente, solicítale al mesero, a la chica de la tienda, a la mucama del hotel y hasta a los propios niños algo especial para cuando ella llegue; te prometo que esos pequeños cambios en tu actuar marcarán toda la diferencia y en cuestión de muy poco tiempo, tendrás a una mujer desviviéndose por tenerte contento. Pues, con tantos detalles, ¿qué mujer en sus cinco sentidos estaría dispuesta a perder a su príncipe azul?

Dicen que Napoleón Bonaparte dijo alguna vez: “En la guerra, como en el amor, para llegar al objetivo es preciso aproximarse”, por ello, si deseas que tu matrimonio funcione manténte cerca, pues solo así sabrás qué se necesita cada vez. Si, por el contrario, te alejas de tu esposa, para cuando regreses (si es que regresas) no serán más que dos desconocidos, sin ganas de conocerse.

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Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.