Uno, el engaño; el otro, la culpa. Cómo enfrentar en pareja la infidelidad
La infidelidad causa profundas heridas a los dos integrantes de la pareja, los dos sufren, uno el dolor del engaño y el otro la culpa. Solo el verdadero amor y el arrepentimiento sincero les permitirán superarla y salir fortalecidos.
Diana Cantor Martinez
En una compañía para la que trabajé conocí a Isabela, una mujer de 36 años que llevaba nueve de matrimonio con Gabriel. En nuestras conversaciones cotidianas me hablaba de su esposo, a quien describía como una bendición en su vida y en la de sus dos hijos. Aunque Isabela nunca negó la existencia de situaciones conflictivas en su matrimonio, siempre destacó el hecho de que Gabriel era un hombre muy fiel.
Cierto día, mientras almorzábamos, Isabela recibió una llamada de Gabriel. Al terminar la conversación se quedó en silencio y pensativa. Cuando salió de su estupor me contó que la compañía para la que trabajaba Gabriel le proponía un traslado de ciudad, y que él había aceptado.
Durante los siguientes días vino la incertidumbre para Isabela: no podía comprender porqué él había tomado esa decisión sin consultarla. Sin embargo, lo más difícil no parecía ser eso, sino el hecho de que Gabriel no le había pedido que se fuera con él.
Después del viaje de Gabriel empecé a notar a Isabela muy inquieta, en algún momento me expresó que él no parecía sentirse triste, que se comunicaba poco y decía estar muy ocupado. El desasosiego de Isabela la hizo ir mucho más allá: decidió visitar a los superiores de su marido, con el fin de saber si el traslado era permanente. Lo que descubrió esa tarde cambiaría la historia de su matrimonio: Gabriel no había sido trasladado por voluntad de la compañía, por el contrario, se trató de una solicitud expresa de su parte.
Al día siguiente Isabela viajó a la ciudad donde se encontraba su esposo. Allí, en un encuentro en el que él no pudo justificarse, le confesó que el verdadero motivo de su viaje era otra mujer, a quien había conocido virtualmente. Sin esperar nada más Isabela abordó el primer avión de regreso, y esa misma tarde contactó a un abogado para iniciar los trámites del divorcio.
Desconsolada, traicionada en lo más profundo de su ser, llena de dudas, preguntas y culpas, Isabela avanzaba sin mirar atrás. Día tras día su desconsuelo era mayor, confundida y sin poder comprender cómo ella y el hombre que consideraba una bendición en su vida, acabaron en esto. Una noche, a punto de dormir, recibió una llamada de Gabriel, quien en medio de las lágrimas que le ahogaban la voz, le dijo: “Perdóname, dame una oportunidad, jamás te volveré a fallar”.
Las dos caras de la infidelidad
Cada día hombres y mujeres que se ven enfrentados a la penosa situación de la infidelidad en cualquiera de sus dos orillas, y buscan o bien perdonar o bien ser redimidos, mas se hunden y terminan muchas veces en la que consideran la única salida posible: el divorcio.
Y es que cuando la pareja intenta superar el fantasma de la infidelidad, se ve expuesta a un sinnúmero de situaciones donde el sufrimiento es mutuo. Aquí vale la pena citar la frase de John Ronald Revel, que dice: “Donde hay voluntad, siempre hay un camino”. ¿Cuál puede ser entonces ese camino para enfrentar y superar la infidelidad? Lee a continuación:
Identificar el problema de fondo
Siempre hay algo detrás de la infidelidad. Esta no es el problema, es el resultado de una situación-conflicto sin resolver. Se hace necesario entonces buscar los mecanismos para hallar y resolver ese problema de fondo.
Perdonar y recuperar la confianza
Aquí se requiere un verdadero trabajo de equipo. A uno de los miembros de la pareja le corresponde perdonar y al otro recuperar lo más preciado que ha perdido, la confianza del ser amado.
Perdonar no significa olvidar, eso no siempre es posible. La meta es “recordar sin emoción”, evocar el recuerdo, pero sin dolor. Para profundizar en el tema del perdón quisiera invitarte a leer el artículo “Quiero perdonarte, pero no sé como” http://www.familias.com/quiero-perdonarte-pero-no-se-como, que propone una fórmula que bien aplicada puede ayudarte a liberar el sentimiento de frustración y a reencontrarte con el perdón.
Por su parte, quien debe recuperar la confianza requerirá principalmente ser consecuente entre lo que dice y lo que hace. Comprender que sus acciones han generado un alto grado de inseguridad en su pareja y estar dispuesto a soportar con paciencia ciertos comportamientos producto de la desconfianza, al menos por un tiempo. Evitar generar incertidumbre. Ser consistente y perseverar.
Reforzar ciertas características personales
Existen ciertas características en las personas fieles, y quienes han sido infieles de alguna manera deben trabajar en fortalecer estos aspectos de su personalidad: el respeto, la lealtad, la honestidad, el agradecimiento, la madurez emocional, la capacidad de ser empáticos y compasivos con el dolor de la persona amada.
Buscar a Dios
Los dos miembros de la pareja necesitan acercarse y estrechar su relación con Dios, a fin de encontrar fortaleza bien sea para perdonar o bien para evitar reincidir en la falla.
La infidelidad provoca profundas heridas a la pareja, los dos sufren: uno, el dolor del engaño y el otro, la culpa. Solo el verdadero amor y el arrepentimiento sincero les permitirán superarla y salir fortalecidos.