¡Mi hijo quiere una mascota! ¿Qué hago?
Un momento decisivo que incluye a toda la familia ha llegado ¿Tener o no tener un nuevo integrante en la familia? Y no hablamos de un nuevo hijo, hablamos de una mascota. Acá algunas razones por las cuales deberías abrir tu corazón.
Erika Otero Romero
Muchos niños aman a los animales y anhelan tener uno en casa. Sin embargo, muchos son los padres que no sienten especial atracción por tener mascotas, las razones (o excusas) son muchas y variadas y éstas, aunque razonables, no son del todo válidas. Me gustaría exponer los grandes beneficios que genera el permitir que nuestros hijos tengan un animal de compañía en su vida y cómo esta situación antes de ser generador de “problemas” en casa, puede ser una gran escuela de valores en el hogar. Yo, por ejemplo, tengo los mejores recuerdos de mi infancia llenos de imágenes donde estoy acompañada de un animal; es debido a esto que hoy en día, una parte de mi vida está ligada al activismo en pro de la defensa de los animales y el medio ambiente.
El amor por los animales se lo debo a mi padre, que de vez en cuando llegaba con un perrito o gato para que creciera con nosotras; mi madre, aunque no es muy afecta a mimarlos, sí cuidaba que no les faltara comida, que estuvieran limpios, o con sus vacunas, jamás se negó a que tuviéramos animales en casa; debido a esto hemos tenido gran variedad de “integrantes no humanos” en nuestra familia, desde perros y gatos, pasando a los no tan comunes, sapos y cangrejos, hamsters, conejillos de indias, pollos, patos y peces… no terminaría hoy de contar la cantidad de amigos animales que hemos tenido; aún hoy día comparto mi vida con tres perros, un cuy, un hámster y dos peces, y me siento en la obligación de decir que mi vida no estaría completa sin ellos. Con todo, estoy consciente de que esto no acontece con todas las personas.
Como muchos niños sueñan con tener una mascota y hay algunos padres preocupados por eso, acá expongo algunos parámetros a considerar antes de decidir el tener un animal en casa:
Recuerden que es un asunto de familia
Dar la bienvenida a un animal a la casa es cosa de todos, así que entre todos se debe tomar la decisión en cuanto a qué animal tener y su tamaño; aspectos de vital importancia. Debes averiguar si tus niños son alérgicos al pelo de algún animal y después de zanjado este asunto es cosa de hablar con los niños y explicarles los pormenores de la situación.
Establezcan reglas de cuidado de la mascota
Esto varía según sea el animal; tus hijos deben responsabilizarse del mantenimiento: de alimentarlo, bañarlo, cuidarlos que no se extravíen y darle el cariño que todo ser vivo necesita; pero tú, como adulto, debes inculcar estos valores en tus hijos. Recuerda que los niños son esponjas que “absorben” conocimiento a través del ejemplo. Los niños aprenden todo observando.
Decidan si van a comprar o adoptar
En lo personal recomiendo adoptar una mascota y explicaré la razón. Algunas mascotas compradas en tiendas son demasiado costosas; aparte de eso, las condiciones en las que reproducen a los animales en los criaderos a veces son deplorables; en ocasiones los criaderos son lugares de encierro que generan terror en los animales e incluso estrés por encierro. Además, es posible que al comprar en tiendas de mascotas, sin saber contribuyas a la violencia, robo y tráfico ilegal de animales incluso exóticos, en el caso de loros y guacamayos, así como de monos pequeños y otras especies. Si eliges adoptar te garantizan un animalito sano, esterilizado y amoroso, a veces rehabilitado y además estás ayudando a una causa justa.
Aprendan juntos buenos hábitos
Ya con el animalito en casa empieza la aventura. Es muy probable que al principio tengas que “empujar” a tus hijos para que estén al tanto de la comida o el baño de la mascota o para que lo saquen a pasear, pero ya después de sembrado el pensamiento, se cosecha el acto y se generará un buen hábito que tendrá como resultado un carácter firme y generoso y labrará en tus hijos un destino feliz.
Por último, hablen de la muerte
, ya que es muy probable que el deceso de su mascota sea el primero que algunos niños puedan experimentar; explícale que así como dolorosa, es común y al momento que suceda (y aunque está de más decirlo) lo mejor que puedes hacer es acompañar a tu hijo en su sufrimiento, consolarlo y explicarle que es una condición por la que todo ser vivo debe pasar y que permite entrar en un estado de paz.
Quiero concluir afirmando lo siguiente: tener una mascota en casa es empezar a enseñar a nuestros hijos a amar la vida, a apreciarla; cuidar de un ser más pequeño que ellos, les ayudará a desarrollar responsabilidad y valores tales como caridad, amistad, respeto, humildad y la alegría, entre otros. Además, los despojará de la soledad, el egoísmo y la depresión que hoy en día es más frecuente en los niños, además los pequeños tenderán a enfermar menos, mientras aman más.
Recuerda siempre que las cosas que se viven en la infancia son las que más se aprecian; nunca olvides que la mejor herencia que puedes dejar a tus hijos es el regalo de la educación tanto en cultura como en amor, respeto por la vida, la caridad y amor por los demás, y esto incluye a los animales.